El preocupante asunto de la salud mental en la NBA

Los Bucks, pioneros en aportar soluciones

Keith Allison (CC)
Keith Allison (CC)

La salud mental en la NBA es un tema difícil de hablar abiertamente. Equipos y psicólogos tienen la obligación de guardar silencio por un código de confidencialidad, por lo que es casi imposible saber sobre los jugadores y sus luchas internas. Si un jugador se lesiona de la rodilla por ejemplo es muy fácil analizar lo que tiene, seguir un tratamiento y observar su evolución diaria, pero con la enfermedad mental el proceso es más complicado de medir y para los jugadores esto puede llegar a ser frustrante puesto que están acostumbrados a resultados más concretos y rápidos.

Es por ello que los jugadores es como si lucharan en la sombra, sin algo de confianza que puedan ayudarles en un momento determinado con un resultado fiable. Se pueden dar casos de jugadores que en los medios sociales ponen alguna mala cara y en realidad es porque puede tener un ser querido que esté sufriendo al otro lado del país o casos en los que los jugadores parecen estar descompuestos en la pista y puede estar sufriendo de ansiedad aguda y los medicamentos que se les recetan están dando como resultado el efecto contrario. Es ahí donde entra Larry Sanders.

Los Milwaukee Bucks son un equipo que ha tratado de hacer avances en el tratamiento de la salud mental en las últimas temporadas. Hace aproximadamente un año, contrataron a un  psicólogo llamado Ramel Smith como psicólogo del equipo. Smith, de 42 años, había pasado la mayor parte de la década pasada en el hospital de niños de Wisconsin y con el departamento de correcciones del estado. Ahora es miembro del personal de entrenamiento del equipo y desde los despachos se quiere transmitir la idea de que es una pieza fundamental con el que lo jugadores pueden confiar si necesitasen ayuda.

El campo de la salud mental y el deporte van fuertemente de la mano. Los psicólogos deportivos empezaron a aparecer con regularidad hace un par de décadas pero la mayoría de ellos trabajaban en el ámbito de actuación, por ejemplo, para un deportista que estaba teniendo problemas para anotar tiros libres. Si un jugador tenía problemas que se extendían fuera de los límites del campo de juego, sería puesto en contacto con una persona del programa de desarrollo de jugadores de la liga o dar referencias de médicos profesionales independientes.

Recientemente, equipos como los Bucks han contratado especialistas de este tipo a tiempo completo pero aun así muchos equipos todavía creen que es peligroso tener a alguien de este departamento en el personal de entrenamiento porque la presencia de un profesional de salud mental puede generar desconfianza.