«¿Qué pasa con los de verde?»

Analizamos el último mes de los Boston Celtics

Febrero de 2015 ha sido un mes como cualquier otro desde que empezase este proyecto de reconstrucción emprendido por Danny Ainge en Julio de 2013 cuando traspasó a Paul Pierce y a Kevin Garnett a cambio de un puñado de primeras rondas, un par de jugadores sobre-pagados y una maravillosa trade exception; es decir, ha pasado de todo. Aquí el Top-5 del mes.

Fuente: Mark Runyon (CC)
Fuente: Mark Runyon (CC)

1. Brad Stevens consigue su primer mes ganador como entrenador de los Boston Celtics.

Cuando Danny Ainge anunció que Brad Stevens iba a ser el nuevo entrenador de los Boston Celtics, los aficionados verdes nos dividimos en dos corrientes: aquellos que seguían la NCAA y sabían que se trataba de un buen entrenador con un gran futuro, y aquellos que pusimos cara de poker hasta que leímos a los primeros y repetimos esto último como papagayos.

Y menos mal que lo hicimos, porque los expertos en NCAA dieron en el clavo. A lo largo de este año y medio, el ex-entrenador de Butler ha tenido que hacer equilibrios con una plantilla que cambiaba cada tres semanas (23 jugadores han tenido un dorsal de los Boston Celtics este año), con constantes lesiones (Rajon Rondo, Jared Sullinger, Kelly Olynyk, Avery Bradley…, por citar solo a aquellos que hayan estado al menos un mes de baja), la paulatina y constante venta de sus mejores jugadores, y con una roster descompensado: muchos y buenos jugadores en su backcourt, con un overbooking en la posición de cuatro, pero con muchos remiendos en las posiciones de #3 y #5.

Aún así, el entrenador ha sabido presentar siempre un quinteto respetable y que sabe qué hacer en cada momento del partido – otra cosa es que luego saliese, la calidad de algunos jugadores da para lo que da -, lo que no es más que un indicador de sus capacidades como líder. Todo esto ha tenido su recompensa en un mes de Febrero que, por primera vez desde que llegase, ha acabado con un récord positivo de 7 victorias y 4 derrotas. Pese a que el equipo ya venía jugando bien todo el mes de Enero (desde el traspaso de Jeff Green se dio un salto en este aspecto), ha sido en el mes de las februa cuando el equipo alcanzó su techo en cuanto a juego y resultados.

2. Jared Sullinger: «Sorry Bro».

Tras las salidas de Rajon Rondo y Jeff Green, Jared Sullinger cogía los galones del equipo y se convertía en el jugador franquicia del equipo. Dos datos que sustentan esta afirmación: el hecho de que se convirtiese en la primera opción de tiro del equipo, y el ser presentado en último lugar en las previas del partido, hecho que pese anecdótico posee cierta carga simbólica.

Pese a que todo esto se debiese tanto a su talento como a un paso a un lado de Avery Bradley, siempre más preocupado en trabajar y ser lo que el equipo necesita que en grandes gestos, la realidad es que Jared Sullinger estaba siendo el hombre. Por eso su lesión para lo que resta de temporada sentó como un tiro entre la comunidad Celtic (o si no, que se lo pregunten a Danny Aige, que se despachó a gusto).

Sabedor de que gran parte de culpa de la lesión era suya por no mantener la forma física ideal para un deportista de élite, y de que esta llegaba en el peor momento posible, justo cuando el equipo parecía ser capaz de alcanzar los playoffs y Ainge se había movido en el mercado esta dirección, Sully se puso en pie y frente a los periodistas dijo aquello de «Hola, me llamo Jared Sullinger y me como los whoppers a pares», para acto seguido prometer que iba a remedio a la situación.

Para dejarlo claro, Sullinger es como aquella novia que te deja un tiempo porque ha andado tonteando con otro, pero te promete volver queriéndote más que nunca (y con implantes de pecho en este caso). Habrá que darle un voto de confianza y quién sabe si dentro de 5 años no estamos dando gracias a aquella lesión que mentalizó a Sullinger para meterse en el gimnasio y salir siendo el #4 dominante que parecía tener dentro.

3. Danny Ainge e Isaiah Thomas (o la inexperada virtud de la ignorancia).

Igual que en el alabado film de González Iñárritu, Isaiah Thomas está en los Boston Celtics intentando demostrar que es un auténtico jugador de baloncesto, que nada queda nada de aquel jugador que primero pensaba en meter sus 25 puntos y firmar por el máximo dinero posible sin importar el dónde, alejándose de los rumores sobre su compañerismo que sembró DeMarcus Cousins tras su salida de Sacramento.

Hace unos meses se supo que Danny Ainge había sido el primer General Manager en llamar a Isaiah Thomas para interesarse por él durante la pasada Agencia Libre, también que el segundo lo había despachado con unas formas que dejaron mucho que desear. Por eso, tras su reclutamiento en el último minuto antes del cierre del mercado de traspasos, Thomas solo ha tenido que buenas palabras hacia la institución y el equipo, pese a reconocer que su padre casi infarta cuando vio a su hijo vestido de verde.

Quizás haya visto, una vez ha pasado por tres equipos en menos de un año, no es la súper-estrella que él se creía y que tiene que dejar su ego – y la titularidad – a un lado, para conseguir mejores cosas tanto a nivel colectivo como individual. Y la formula ha funcionado, los Celtics necesitaban como el comer a un jugador con talento, que supiese jugar pick & roll, y que no tuviese problemas para anotar con facilidad: justo el jugador que es. Por su parte, Isaiah Thomas necesitaba tener un rol identificado dentro de un equipo, tener mucho balón en las manos, y ser la primera opción de anotación: justo lo que obtiene como sexto hombre y líder de la segunda unidad de Brad Stevens. El premio a mejor jugador de la semana de la Conferencia Este parece que viene a refrendar todo esto.

Además, su dúo con Marcus Smart, donde uno pone las canastas y el otro la defensa, promete muchas noches de diversión en el Garden.

4. La imperiosa necesidad de un tarugo y lo que pasa cuando lo encuentras en todo su explendor.

Los Boston Celtics necesitan, si quieren aspirar a playoffs este año y a cosas más grandes en tiempos venideros, lo que la RAE recoge en la quinta acepción de la palabra TarugoEn Salv. y Nic. Pedazo de madera, trapo u otro material que sirve para tapar un agujero». 

Es decir, un cinco, alto, altísimo, y que sepa proteger el perímetro, da igual que no sepa botar un balón o contar hasta tres sin quitarse las manoplas. Que cumpla el papel que Kendrick Perkins realizó en el anillo de 2008, en resumen. Y parecía que Danny Ainge lo había hecho otra vez cuando se presentó en la radio diciendo que estaban muy cerca de presentar al cortado JaVale McGee. Un jugador alto, muy capaz de defender, atlético y muy limitado ofensivamente hablando que, además, era codiciado por la mirad de los contenders al anillo de este año. Sonaba perfecto. Pero no.

Lo que los Celtics se encontraron fue la cuarta acepción de tarugo: «Coloq. Persona de rudo entendimiento». No hay otra manera de explicar cómo una persona, una vez que ha llegado a un acuerdo en lo fundamental, una vez que ha anunciado el mismo por Twitter, y que hasta ha viajado a Boston para firmar el acuerdo, se echa para atrás a causa quítame allá esta team option y ponme una player option. Lo mismo que pasó con David West, pero mucho más estúpido todo. En Boston habrá que seguirse conformando con terceras acepciones para el puesto de center: «coloq. Hombre de mala traza pequeño y gordo».

5. Marcus Smart ya está aquí.

El base de orígenes tejanos fue la elección de los Boston Celtics con su pick más alto (el número seis) en el pasado draft. El hecho de que fuese un base escamó a muchos que no veían claro por qué reforzar la única posición que parecía bien cubierta con Rajon Rondo y que, acertadamente, se temían la salida de este.

Tras un inicio algo irregular en el que además tuvo que lidiar con una lesión que le mantuvo alejado de las canchas durante varias semanas; y una transformación en su juego de ataque desde un pitbull penetrador a un triplista de ciertas garantías, parece que Marcus Smart ya ha llegado.

Titular desde mediados de Enero junto a Avery Bradley, ambos forman uno de los backcourts defensivos más completos de la liga y, a la vez, hacen de los Celtics uno de los equipos más difíciles de analizar, dado que la distribución de juego se reparte entre tres – cuatro – jugadores casi por igual: Marcus Smart, Averu Bradley, Evan Turner e Isaiah Thomas.

Su elección como rookie del pasado mes gracias a sus guarismos de: 9’8 puntos, 4,5 rebotes y 4,3 asistencias en 32,5 minutos de juego no hacen sino esperanzar a todo aficionado a la franquicia más laureada de la historia. En caso de que todo vaya mal, y el jugador se estanque en lo que ya es, los Celtics obtendrían, como mínimo, un defensor de élite. Si sigue trabajando y cumpliendo objetivos, solo él y Stevens saben dónde puede llegar.

En definitiva, Febrero fue el mes en el que los Boston Celtics se quedaron sin representación en el All-Star por primera vez desde 2003, pero que les permitió soñar con un futuro en el que habrá muchas más. Esperemos que Marzo no sea donde todo quede en agua de borrajas, que camino va de ello…