Michael Kidd-Gilchrist: «Puedo ser el mejor defensor de la historia de la NBA»

Ha mejorado en diversos aspectos de su juego

Fuente: David Warlick (CC)
Fuente: David Warlick (CC)

Steve Clifford realizó recientemente unas declaraciones en las que aseguraba que Kidd-Gilchrist tenía la capacidad para llegar a convertirse en el mejor defensor de perímetro de la actual generación de jugadores NBA.

Sin embargo, este pasado jueves, Michael Kidd-Gilchrist fue más allá de las expectativas que su entrenador tenía para él.

«Quiero serlo de todos los tiempos, no sólo en la actual generación. Quiero ser el mejor defensor que esta liga ha visto

«Hay que ir poco a poco. Pero cuando todo haya acabado, quiero que la gente diga, ‘¡ese tío de ahí era el amo!’ Eso es todo lo que quiero».

A pesar de las ilusionantes declaraciones de Kidd-Ghilcrist, la temporada está resultado una nueva decepción para los Hornets, alimentada por diversos factores. Desde las constantes lesiones de jugadores clave (Kemba Walker o Al Jefferson), a la decepcionante temporada de un Lance Stephenson que se ha venido abajo teniendo en cuenta el pasado año, hasta la falta de efectividad de los rookies de la presente campaña.

De las pocas cosas buenas que se pueden sacar de Charlotte esta temporada, el desarrollo de MKG es la más obvia de todas ellas. Cada día que avanza, justifica un poco más el hecho de que fuera seleccionado como número dos del draft en junio de 2012 por los que entonces eran los Bobcats.

En aquel entonces era un joven de 19 años, jugador de primer año que ayudó a Kentucky a conseguir el campeonato nacional. En Lexington, lo único que se le requería era que defendiese y que corriese para poder finalizar los contraataques.

Su mecánica de tiro (si es que se podía considerar que tenía una) era de lo más horrenda. Todo en ella, desde el momento de recepción, hasta el soltado, e incluso el salto. Nada en aquel entonces acompañaba a MKG en la posibilidad de anotar alguno de sus lanzamientos.

El pasado año, el 61% de los tiros de MKG, provinieron de la zona. Obviamente quieres que un alero sea capaz de finalizar en el aro, pero lo que no quieres es que esa zona sea su único rango de tiro. Defenderle era de lo más simple, dale espacio, y obligarle a jugársela con lanzamientos de larga distancia.

Así pues, MKG decidió que era hora de trabajar su jumpercosa que hizo el pasado verano. Gracias a la ayuda del entrenador asistente Mark Price (uno de los mejores lanzadores de la historia), ha conseguido que su lanzamiento sea mucho más coordinado y efectivo.

Los resultados son bastantes obvios si comparamos su porcentaje de acierto en tiros de media distancia de la actual campaña con la pasada. Un año atrás, MKG anotó tan solo un pésimo 28% de estos tiros, mientras que actualmente ha incrementado a un más que aceptable 43%, lo que hace sus penetraciones a canasta mucho más efectivas.

Su mejoría no tan solo afecta a su rendimiento individual, si no que tiene un gran impacto positivo en el equipo. Cuando MKG se encuentra sobre la cancha, los Hornets disfrutan de un +9’6 puntos, diferencia que se reduce cuando éste se encuentra en el banquillo, o lesionado.

La simple mejora de su lanzamiento ha tenido un gran impacto positivo sobre el jugador en diferentes aspectos. Ahora es mucho más fiable, y tiene más confianza. Sus compañeros ven a un jugador distinto, alguien con las cualidades de un líder.

El pívot Al Jefferson, hizo unas declaraciones recientemente diciendo que MKG era el líder defensivo del equipo, a lo que Gerald Henderson añadió:

«No se encuentra muy preocupado por su lanzamiento. Ahora se encuentra mucho más cómodo en el impacto que puede tener en ambas facetas (defensiva y ofensiva).» Dijo Henderson. «Le ha liberado y ahora puede ser el líder natural que es; un líder a la hora de hablar y en la forma en la que juega

Esa era una cualidad que siempre había estado en su interior. Como jugador de primer año en Kentucky, organizó lo que él llamaba «El Club del Almuerzo». Logró convencer a sus compañeros para madrugar cada día de otoño e ir a trabajar como voluntarios antes de que empezara la temporada. Seis meses más tarde, los Wildcats se convirtieron en uno de los mayores dominadores de la historia del baloncesto universitario.

Sin embargo, Kidd-Ghilchrist dice que esa situación era diferente a la actual; él lideraba a chavales jóvenes iguales que él, no a gente con experiencia en la NBA. La diferencia también se encuentra en la iniciales bazas con las que se encontraba en su juego.

«Cuando mis lanzamientos empezaron a entrar, me volví más seguro, tanto dentro como fuera de la cancha. Ya no huyo de las cosas

Michael Kidd-Ghilcrist es una persona que se puede poner nerviosa al hablar con un grupo de reporteros, a pesar de ello, hay que saber que no es por timidez. Podríamos decir que es cualquier cosa menos eso en específico. Es consciente de su potencial y de su capacidad para analizar las jugadas al instante.

«Sé exactamente lo que está ocurriendo –  y qué es lo siguiente que va a ocurrir,» dijo MKG. «No dudo de mí mismo ni un instante. Me estoy haciendo mayor y cada vez mucho mejor. Mejor, mejor y mejor

A sus compañeros obviamente les encanta la idea de poder contar con alguien que puede cargar con algo del peso del equipo tanto en aspectos ofensivos como defensivos.

«Cuenta con la confianza de todo el mundo, y todos le admiran por su energía,» Dijo Kemba Walker. «Él es nuestro baluarte defensivo. Nosotros le seguimos. Cuando él va, nosotros vamos

A lo de baluarte defensivo, MKG comentó lo siguiente:

«No me gusta que me anoten en la cara. Me lo tomo como algo personal, » resumió Kidd-Gilchrist.

«Odio que me anoten en la cara al igual que odio perder partidos