Derek Fisher está preocupado por sus jugadores

Cree que pueden sentirse desmotivados por las derrotas

Fuente de la foto: Vashmori
Fuente de la foto: Vashmori

Los New York Knicks, cuya temporada es ya la peor de toda su historia, ocupan actualmente la última posición de la Conferencia Este y tienen el peor balance de toda la liga con 53 derrotas y solo 14 victorias. Esto preocupa al entrenador del conjunto de la Gran Manzana, Derek Fisher, quien piensa que sus jugadores pueden sentirse desmoralizados por el continuo fracaso de su equipo.

Aunque los Knicks tienen varios jugadores veteranos, la mayoría de la plantilla está formada por jóvenes que no han experimentado nunca una campaña tan desastrosa como la que está viviendo la franquicia neoyorquina. El único consuelo que le queda al equipo de New York es que solo le quedan 15 partidos para finalizar la temporada, puesto que han sido el primer equipo en estar matemáticamente fuera de los Playoffs.

Las continuas derrotas preocupan al técnico Derek Fisher, que cree que sus jugadores pueden tener muy bajos los ánimos y sentirse desmotivados por toda la situación que vive el conjunto:

«Mis preocupaciones siempre tienen que ver con los jugadores. Yo lo he visto todo, lo he experimentado todo, lo he hecho todo, así que no hay nada que pueda sorprenderme. Pero todas mis preocupaciones son sobre mis jugadores, y como ellos se sienten al tener que responder ante la situación y el impacto que pueda tener en ellos y en otras personas

Los Knicks tienen la vista puesta en este verano, el cual será clave para la reconstrucción del equipo. Además la organización tendrá que tomar decisiones acerca de varios jugadores que acaban contrato, entre ellos Andrea Bargnani, al que Phil Jackson quiere tener formando parte del roster de la próxima campaña.

Mientras tanto son muchos los que se cuestionan ya la continuidad de Fisher al frente de los Knicks, un técnico novato que no se ha ganado aún el cariño de los aficionados neoyorquinos. Una de las últimas críticas que ha recibido el de Arkansas ha sido hecha por el propio Jackson, quien le achaca ser muy pasivo y no protestar las decisiones de los árbitros cuando éstas son injustas.