Los Utah Jazz están motivados por alcanzar los Playoffs

Sus posibilidades son muy remotas

fuente: tm lizzy irwin (cc)
fuente: tm lizzy irwin (cc)

A pesar de la derrota de esta pasada madrugada en la bahía de San Francisco ante los Golden State Warriors por 91-106, y a pesar de haber visto bajar la racha de encuentros dejando al rival por debajo de los 101 puntos, la franquicia mormona sigue en la pelea por entrar en las eliminatorias por el título. Con 31 victorias y 38 derrotas se encuentran a 8 partidos de los Thunder, que actualmente ocupan la última plaza de Playoffs. Las opciones que tiene Utah son escasas, pero los jugadores se lo están tomando como un acicate más para tratar de terminar la temporada lo más alto posible.

El ambiente que se respira en el EnergySolutions Arena desde la vuelta del parón del All-Star es tremendamente positivo, y los Jazz no paran de lograr victorias, algunas como la cosechada el pasado jueves ante Lakers en el Staples Center en la segunda noche de un back-to-backque los mismos jugadores admiten no se hubiera dado tres meses atrás. En palabras de Gordon Hayward:

«Fue una victoria definitivamente trabajada. Encontramos una manera de vencer después de una primera parte muy indolente. Fuimos resolutivos e hicimos las jugadas que necesitábamos. Fue una gran victoria para nosotros porque somos un equipo bastante joven

Lo mismo sucedió la semana anterior, en Salt Lake City, cuando superaron a los físicos Pistons a pesar de un muy irregular inicio de partido. Los Jazz tienen un objetivo que les está dando muchas ganas de seguir peleando cuando a priori ya no se juegan nada, y además es una oportunidad ideal para seguir desarrollando esa identidad defensiva que ha convertido a Utah en un rival muy difícil de batir (8-3 en los últimos 11 partidos y victorias reseñables como la obtenida ante Rockets). Los Playoffs están mucho más lejos de lo que pueda indicar la clasificación, puesto que aunque los Thunder van a sufrir lo suyo sin Durant e Ibaka, a 2 y 2,5 partidos se encuentran los Suns y los Pelicans respectivamente, y ninguno de ellos va a renunciar a la lucha fácilmente. Los jugadores de Utah lo saben y admiten lo difícil de la situación, pero mantienen las ganas de hacer ruido:

«Definitivamente pensamos en ello» decía el base de segundo año Trey Burke. «El objetivo está ahí tras cada partido, y miramos dónde estamos en la clasificación. Simplemente queremos ser conscientes de que no estamos fuera. Todavía es una posibilidad hasta que te eliminen. Simplemente tenemos que seguir ganando y tratar de controlar lo que está en nuestras manos.»

A los Jazz todavía les quedan 13 partidos por disputar, con lo que es posible que matemáticamente el sueño se acabe pronto, pero el hecho de que los partidos que están disputando ahora sean relevantes todavía es ya todo un logro para un equipo empezó la campaña con las miras puestas en la próxima lotería del Draft, y en el segundo año tan solo de la última reconstrucción vivida en Utah tras la retirada de Stockton y la marcha de Malone. Hace tres temporadas y con Tyrone Corbin en el banco, los Millsap, Al Jefferson y compañía sorprendieron a propios y extraños con un gran final de curso para clasificarse para los Playoffs, siendo barridos en primera ronda por los Spurs. Pero en 2013 no consiguieron repetir gesta a pesar de volver a terminar por encima del 50% de victorias.

Tras ello la dirección decidió desmontar el equipo y darle la oportunidad a los jóvenes talentos que empezaban a despuntar por aquel entonces, como Favors (que vino de New Jersey en la primera ola tras la dimisión de Sloan), Kanter y sobretodo Hayward. Ahora, y tras la salida del turco, los otros dos lideran los nuevos aires en Utah, que parece que, tras apenas un año en el calvario del tanking, se postula como conjunto a tener en cuenta en la ultra competitiva Conferencia Oeste.