Pros y contras de una posible llegada de Kevin Love a los Boston Celtics

Analizamos los aspectos positivos y negativos

Fuente de la foto: Keith Allison (CC)
Fuente de la foto: Keith Allison (CC)

Se lleva rumoreando sobre una posible llegada de Kevin Love a los Boston Celtics desde hace casi un año, cuando numerosas informaciones hablaban de que el jugador podría ser traspasado en verano a la franquicia de Massachusetts. Pese a que finalmente el jugador acabó siendo traspasado desde Minnesota a Cleveland el pasado verano, los rumores no cesaron a causa de una visita del jugador este verano a las instalaciones deportivas de la franquicia más laureada de la historia de la NBA y de la supuesta infelicidad que está sufriendo en Ohio.

Pese a todo, durante el mes de marzo todas las informaciones al respecto habían ido desapareciendo, quizás por el buen hacer del equipo entrenador por David Blat desde el All-Star, cuando realmente se le ha visto como un serio candidato si no al anillo, sí a barrer en los playoffs de la Conferencia Este. Pero, una vez más, una visita del jugador californiano a la capital de Nueva Inglaterra, esta vez en los días entre el final de la Regular Season y el inicio de los playoffs, ha vuelto a incendiar los distintos medios especializados. Para todos ellos hay una cosa clara: Kevin Love quiere jugar en los Boston Celtics.

Esto, que el año pasado habría hecho que los aficionados verdes hubiésemos salido a la calle a quemar cosas como muestra de nuestra alegría y alborozo, ha despertado ciertas dudas en el seguidor, quien observa a Kevin Love con la  misma suficiencia con la que miras ahora, con tu novia algo regordeta pero muy simpática de la mano, a la chica guapa por la que suspirabas el año pasado cuando solo la luz azulada del portátil te amenizaba las veladas.

Así que en SomosBasket, tan poco amigos de las decisiones en caliente, hemos decidido sentarnos al más puro estilo Ted Mosby y sacar nuestro bloc amarillo de notas para analizar los pros y contras de una posible llegada de Kevin Love a los Boston Celtics.

PUNTOS A FAVOR

1. Solucionaría 2/3 de los problemas que tienen ahora mismo los Boston Celtics.

Pese al buen juego que está realizando el equipo de Brad Stevens en líneas generales, hay tres facetas en las que se lleva naufragando toda la temporada: anotación, rebote y defensa e intimidación en la zona. Los 18.3 puntos y 9 rebotes por partido de Love (que llegaron a ser 26-13.4 en 2012 y de 26.1-12.5 la temporada pasada), solucionarían de una sentada tanto los problemas de anotación de unos Celtics que ya tendrían a dos jugadores muy capaces de fabricarse sus propios tiros – él e Isaiah Thomas -, acompañados de una serie de anotadores más o menos constantes como Avery Bradley y un Brandon Bass que podría pasar a la posición de 5, con lo que se pondría además un pequeño parche en el tercer e irresoluto problema.

Es más, puestos a seguir jugando al baloncesto-ficción, la llegada de Kevin Love a través de la Agencia Libre dejaría intactas todas las rondas del draft de las que dispone Danny Ainge ahora mismo (unas seis mil), con lo que seria medianamente fácil adquirir ese 5 defensivo que se está haciendo tan necesario como el comer. El mismo draft ofrece opciones interesantes para esto (Myles Turner y Frank Kaminsky caerían hasta las rondas en las que Ainge podría ponerles la gorra verde).

2. «Brad Stevens es Dios»

Esta frase dicha por el corresponsal en la Conferencia Este, Nino Vázquez en la entrevista que le hicimos en esta casa, tiene mucho que ver en la supuesta decisión de Kevin Love de firmar por los Celtics. El jugador es un enamorado del entrenador nacido en Indiana, y el grandísimo trabajo que está realizando en Massachusetts habría acabado de convencerlo.

Pero no es esto lo que nos ocupa. Lo que nos ocupa es esto otro: Brad Stevens ha dado camiseta durante esta temporada a 22 jugadores y los 22 han jugado siempre a un nivel igual o mejor al que se les suponía. Es más, si dejamos de lado a aquellos jugadores que han estado de paso por el equipo y analizamos solo a aquellos que han sido parte importante y activa durante esta temporada, todos han realizado los mejores guarismos  de su carrera.

COMPARACIÓN A 36 MINUTOS DE LA TEMPORADA 2014/15 DE LOS JUGADORES MÁS UTILIZADOS POR BRAD STEVENS FRENTE A SU MEJOR AÑO

JUGADOR CON BRAD STEVENS MEJOR AÑO
Isaiah Thomas 26.4 puntos y 7.5 asistencias 21.1 y 6.5 (2013/14)
Avery Bradley 15.9 puntos y 2 asistencias 12.7 y 2.3 (2011/12)
Evan Turner 12.4 puntos y 7.2 asistencias 16.6 y 3.8 (2013/14)
Jared Sullinger 17.7 puntos y 10 rebotes 10.9 y 10.7 (2012/13)
Tyler Zeller 17.3 ùntos y 9.7 rebotes 13.7 y 9.7 (2013/14)
Brandon Bass 16.2 puntos y 7.4 rebotes 16.7 y 7.1 (2009/10)
Jae Crowder 14 puntos y 6.9 rebotes 10.4 y 5 (2012/13)

(Los datos utilizados para la elaboración de esta tabla han sido extraídos de Basketball Reference (www.basketball-reference.com)

Siendo Kevin Love un jugador aún joven – 26 años – y que ya con anterioridad ha demostrado su interés u predisposición a trabajar para mejorar como jugador, el jugo que puede sacar Brad Stevens de un profesional con su calidad es potencialmente enorme. No descarten ustedes que incluso acabe siendo un defensor medianamente decente; jugadores de condiciones defensivas parecidas a las suyas como Jared Sulliner y Kelly Olynyk, si aún distan bastante – más o menos la distancia que hay desde León hasta Mercurio – de ser intimidantes bajo el aro, es innegable que han mejorado varios enteros en este aspecto.

3. Paso definitivo en la reconstrucción de la franquicia.

Un quinteto formado por Marcus Smart, Avery Bradley, Jae Crowder, Kevin Love y Brandon Bass con Isaiah Thomas, Jared Sullinger y Evan Turner saliendo desde el banquillo no es algo que te haga comprarte un billete solo de ida a EEUU para disfrutar del mejor baloncesto de la historia, pero sí que es un equipo más que competitivo al que añadiendo las piezas necesarias desde el draft y desde el despacho, ahora que la franquicia se ha convertido en un destino apetitoso para cualquier jugador descontento en su equipo, podría empezar a aspirar a cosas

4. Pondría fin a la maldición.

Los Boston Celtics llevan sin firmar a un gran Agente Libre desde que en el año 1994 firmasen a un Dominique Wilkins ya en la curva descendente de su carrera (17.8 puntos y 5.2 rebotes por partido), es decir, los Boston Celtics tienen el mismo atractivo para un Agente Libre que una botella de agua para Charlie Sheen.

Pese a ser la franquicia más laureada de la historia, tener una de las aficiones más fieles de todo el mundo del deporte, tener el cuarto/quinto mercado más grande de la NBA y tratarse Boston de una de las ciudades con más calidad de vida y más volcada con el deporte de todos los EEUU, los Celtics nunca han sido un destino demasiado atractivo para los jugadores que estaban buscando un equipo con el que firmar. Quizás son su fríos inviernos (109 centímetros de nieve este año), el carecer del glamour de otros destinos como Los Ángeles o Nueva York, o que las chicas son endiabladamente listas (olvídese de las aspirantes a actriz de LA y NY, Nueva Inglatera está plagada de algunas de las mejores universidades del mundo: Harvard, MIT…); sea lo que sea, Boston nunca ha sido capaz de firmar a un gran Free Agent y la llegada de Love abriría esta puerta de cara al futuro.

5. El mejor jugador americano blanco jugando en los Boston Celtics.

Esto se vende solo.

PUNTOS EN CONTRA

1. Es un artillero manual y los Boston Celtics necesitan catafractas.

Cualquiera que haya jugado alguna vez en su vida al Age of Empires, y más si eran fieles a civilización bizantina, entenderá la analogía. Para aquellos que erais los chicos populares del instituto y estabais demasiado ocupados teniendo novia como para jugar al mejor videojuego de la historia: los artilleros manuales eran una unidad de tipo arquero que eran los más molones del juego porque eran los únicos que tenían armas de fuego, lo que les proporcionaba un gran ataque, pero su resistencia -o defensa – era de pena. Así que llegado el momento te tenías que pensar muy bien si te ibas a gastar todas tus reservas de oro en fabricar estas unidades tan molonas y tan efectivas en ataque, pero que no tenían media hostia; o si por el contrario preferías ser más sensato y gastarte tu oro en una unidad que atacaba de manera menos brillante, pero que tenía una defensa más equilibrada.

Eso mismo es lo que tiene que pensar Danny Ainge este verano en caso de que los rumores sean ciertos. ¿Estoy seguro de ofrecer buena parte de los 28 millones que tengo disponibles en un jugador que es ciertamente una potencia ofensiva, pero que tiene lagunas más que evidentes en defensa, cuando quizás podría gastar el dinero y las energías en tratar de conseguir a un jugador mucho más equilibrado como Marc Gasol?

Lo que nos lleva directamente al siguiente punto

2. Su adquisición podría ser un palo en las ruedas de la reconstrucción.

Evidentemente, Kevin Love es un jugadorazo, pero no es la pieza ideal que necesitan los Celtics. Ya hemos dicho en el apartado de pros que su llegada y la de un jugador complementario que supla sus carencias podría acabar de cuadrar el círculo de Brad Stevens. Pero, ¿Y si al traerle Danny Ainge está cerrando la puerta a un jugador que pueda solucionar él solo todas las deficiencias del equipo?.

Pensemos durante un segundo, ¿Cuántos jugadores hay ahora mismo en la NBA que sean una presencia intimidante en la pintura, defensores contrastados y que además puedan anotar y rebotear con facilidad? Tres. Apenas hay tres jugadores que puedan realizar todo esto a un nivel como el que los Celtics quieren alcanzar en los próximos años (vamos a contar a Anthony Davis como un 4 de momento): Marc Gasol, DeMarcus Cousins y Andre Drummond.

Descartado el tercero por su situación contractual y por gozar de cierta felicidad en Detroit, pasemos a analizar a los otros dos. Marc Gasol será Agente Libre este verano al igual que el pívot californiano, y si hiciésemos una encuesta a pie de campo en el próximo partido de los Celtics en el Garden el 90% de los encuestados elegiría al español (el otro 10 % serían aficionados intoxicados etílicamente y la propia familia Love).

Por su parte, DeMarcus Cousins ha vuelto a ser noticias hace un par de semanas por unas declaraciones en las que su entrenador le recordaba que nadie era intransferible en Sacramento, lo que parece demostrar el enésimo enfrentamiento entre el center de Alabama y su enésimo entrenador. Si de verdad George Karl está valorando traspasar a Cousins y comenzar – o recomenzar o rerecomenzar -una reconstrucción en los Kings, pocos equipos hay que sean una salida más atractiva para el jugador –  grupo de jugadores comprometidos, franquicia estable y buen entrenador en el banquillo – y que tengan más que ofrecer a los Kings – las seis mil rondas, un par de expirings y jugadores -, que los Boston Celtics. ¿DeMarcus Cousins a cambio de unas cuantas rondas y Kelly o Sully acompañado de James Young? «Toma oh señor D´Alessandro mi sangre y sella con ella este pacto».

Es decir, la llegada de un gran jugador, pero que no es exactamente lo que necesitas, como Kevin Love solo debería hacerse una vez que se ha intentado todo por hacerse con aquellos que sí son exactamente lo que necesitas. (SPOILER ALERT). Si Ted Mosby se hubiese conformado con Victoria jamás habría encontrado a Tracy… («Oh, mierda…»).

3. Jared Sullinger y/o Kelly Olynyk se verían obligados a salir del equipo.

La llegada de Love al puesto de 4 no vendría sino a saturar la posición más ocupada de la plantilla, solo seguida por la de base/escolta. Reforzar la posición de ala-pívot es lo último que necesitan los Boston Celtics, más cuando Kevin Love solo sería una versión mejorada de lo que ya hay: cuatros abiertos, sin gran presencia defensiva en la zona pero con un gran tiro de media/larga distancia, más cuando (y esto es una opinión personalísima) Jared Sullinger no parece estar tan lejos en potencial del jugador de los Cleveland Cavaliers.

De llegar Love es evidente que uno de los dos, o los dos, deberían salir del equipo. Una supuesta salida de Kelly Olynyk sería tan perjudicial para el equipo como que retirasen de manera indefinida la camiseta gris con mangas, pero la de Sullinger es otra cosa.

Sí, Jared Sullinger ha demostrado este año tener un problema con el control de su peso, pero tras la lesión sufrida esta temporada ha hecho propósito de enmienda y ya en estos playoffs podemos ver cómo el jugador está ligeramente más delgado. Si el jugador continúa su progresión tanto en la báscula como en la cancha, repito que muy personalmente, no veo tantas diferencias entre el potencial que puede alcanzar y el mejor Kevin Love. A fin de cuentas, ¿Quién fue el último ala-pívot cuyos números no empezaron a dispararse hasta que no adelgazó cerca de 15 kilos en un verano?.

4. Los canis

Si ya es doloroso ver a toda esa tropa de gente que no ha visto un partido de la NBA en su vida con una camiseta de Kevin Garnett o Rajon Rondo (gracias a dios no se han atrevido a manchar el buen nombre de Paul Pierce) solo por el hecho de estar de moda, ¿Se imaginan ustedes hasta qué punto puede llegara la venta de esa misma camiseta solo porque ahora va a poner «Love«? Vaya, bien pensado quizás este punto debería ir en el primer apartado…