Análisis de la temporada 2014/2015: Los Angeles Clippers

Se quedó en el camino en semifinales de conferencia

wikipedia.org (CC)
wikipedia.org (CC)

UN SOLO OBJETIVO EN MENTE

La eliminación en las semifinales de la Conferencia Oeste a manos de los Oklahoma City Thunder y la polémica causada por las declaraciones racistas del antiguo dueño de la franquicia Donald Sterling, dejaron al plantel muy golpeado. Sin embargo, la obsesión por conseguir el anillo de los dirigidos por Doc Rivers aumentó aún más y se proyectó un trabajo muy duro durante el verano para poder levantar la moral tanto del equipo como la de los aficionados.

Tras el juicio que obligó la venta de la franquicia y la llegada de Steve Ballmer como nuevo dueño, nuevos aires llegaron al puerto angelino y rápidamente se movieron los hilos para sacudirse y comenzar a potenciar la escuadra. Para ello se generó espacio en la plantilla con las salidas de Willie Green y Jared Dudley, pero no fueron los únicos, ya que Miami Heat y Sacramento Kings sacaron provecho de la agencia libre y nos despojaron de Danny Granger –gran aporte en el último tramo de la temporada regular–, Darren Collison y Ryan Hollins. Todas estas bajas fueron cubiertas por las llegadas de Spencer Hawes, Jordan Farmar, Chris Douglas-Roberts, Epke Udoh, Jared Cunningham y el pick del draft, CJ Wilcox, quienes cargaron en sus hombros la responsabilidad de que el impacto por la salida de Collison y Granger fuese el menor posible. Con estas cartas se dio inicio a una pretemporada que sembró más dudas que certezas, ya que de los 8 juegos que se disputaron se ganaron solo 2 – a Jazz y Suns –.

Los Clippers no acusaron los golpes y comenzaron la temporada ganándole a OKC y LAL en el Staples Center, lo que supuso una auspiciosa temporada y más de alguno nos etiquetó de favoritos, pero rápidamente se volvieron a sembrar dudas en el transcurso de noviembre, ya que a pesar de terminar aquel mes con un récord de 9-5, se perdieron 3 de 6 juegos en casa. En el mes de diciembre el récord fue de 11-6 perdiendo 5 de 6 juegos fuera de casa. Si uno lo ve en el papel no parece tan preocupante, pero la realidad era que los refuerzos que llegaron a potenciar el banquillo no lograban ajustarse a la dinámica que pretendía el equipo. Salvo un par de partidos interesantes de Farmar y Hawes, los refuerzos no cumplieron con lo esperado y el cuerpo técnico se deshizo de Douglas-Roberts, Cunningham, Farmar y Reggie Bullock para incorporar a Austin Rivers y Dahntay Jones. El primero con una prometedora carrera de base y con el condimento de ser el hijo del coach Rivers, mientras que el segundo fue rescatado de la liga de desarrollo para cumplir labores defensivas.

En cuanto a los viejos conocidos, su nivel fue acorde a las expectativas e incluso aumentando con el trajín de la temporada, donde lo más destacable fue el aumento de protagonismo de JJ Redick y Matt Barnes con el transcurso de los juegos, con una notoria mejoría en los tiros tras la línea de 3 puntos, además del incombustible Jamal Crawford, con su siempre enorme aporte viniendo desde el banquillo. El big three de Clippers obviamente no se quedó atrás y demostraron el desarrollo de madurez adquirida, tal vez tras la polémica de Sterling, y la responsabilidad de demostrar el por qué se habla tanto de ellos en la NBA. El hambre de gloria de estos tres levantó al equipo cuando más lo necesitaban y sacaron partidos inesperados, como Blake Griffin anotando un buzzer beater de 3 puntos en el tiempo extra contra los Phoenix Suns, o las 15 asistencias de Paul y 19 rebotes de Jordan que fueron vitales en la victoria en Indiana frente a los Pacers. Salvo pequeñas lesiones que mantuvieron marginados a un par de jugadores por algunos juegos, durante el mes de enero el equipo fue posicionándose más alto en la tabla de la Conferencia Oeste  y con Paul, Griffin y Jordan como posibles prospectos para disputar el All Star Game. Sin embargo solo los primeros 2 fueron nominados, y para colmo, a Blake Griffin se le manifestó una infección en el codo derecho que lo dejaba fuera tanto del All Star como de manera indefinida de la temporada de Clippers.

No podía verse todo más negro en el horizonte, pero cuando todos se esperaban un desmoronamiento definitivo del equipo ocurrió todo lo contrario. 15 juegos fueron los que estuvo fuera Griffin, donde se mostró una gran cohesión de los jugadores intentando suplir la ausencia de su estrella. En cancha, se iban alternando Spencer Hawes, Glen Davis, el recién incorporado Jordan Hamilton y hasta Hedo Turkoglu para rellenar la posición del 4, pero el que suplió de forma sobresaliente las funciones defensivas y ofensivas de Griffin fue DeAndre Jordan. Se transformó en una bestia en el bloque defensivo, bajando una cantidad impresionante de rebotes, consiguiendo 3 juegos superando los 20  –27 contra Dallas– y además aumentó su producción ofensiva. Sin duda dio mucho que hablar y muchos técnicos alabaron sus cualidades mirando de reojo la futura agencia libre del jugador. Fue tanto el impacto que la gente no notó mucho que Jamal Crawford también sufrió una lesión que lo mantuvo al margen hasta casi el final de la temporada regular, y para suplir su baja se contrató a Nate Robinson  –quién pasó casi desapercibido por una lesión que provocó que no le renovaran – y Lester Hudson. Con la vuelta de Griffin en grandes condiciones físicas, el equipo se erigió como un serio candidato a ser campeón de la temporada 2015.

Con equipo titular en plenas condiciones, se enfrentó a los campeones defensores, San Antonio Spurs, en la primera ronda, la cual fue la serie más electrizante de toda la postemporada. Ambos equipos se encontraban en su plenitud y ambos eran dirigidos por 2 de los mejores entrenadores de la liga. Partidos muy friccionados, con planteamientos muy eficientes por ambos lados y con finales muy reñidos, llevaron la serie a un memorable séptimo partido, el cual dejó más que claro que Chris Paul es uno de los mejores bases que ha visto esta liga. Este pequeño base se hizo un gigante cuando más se le necesitaba, e hizo caso omiso de una lesión sufrida en su isquiotibial izquierdo y volvió a la duela para transformarse en el máximo anotador del partido, anotando además una bandeja que puso al frente a la escuadra dejando tan solo décimas de segundo en el cronómetro. No fueron suficientes para la épica de los tejanos y la transformó en su épica, la cual será recordada por muchos años dentro de la liga.

Con la moral en lo más alto se llegó a la serie frente a Houston Rockets, y el equipo se dio el lujo de darle el descanso adecuado a Paul por 2 juegos, ya que consiguieron robar uno de dos juegos en suelo visitante. El trámite voló de vuelta al Staples Center y la escuadra se mostró más fuerte ganando fácilmente sus 2 juegos en casa con actuaciones notables tanto a nivel grupal como individual  –como la notable faena de Austin Rivers en el tercer cuarto del juego 3–. La mesa estaba servida y no importó mucho la derrota en el quinto juego, ya que la serie aún dependía de Clippers, y en el sexto juego en casa parecía que la serie se sentenciaba. Más razones para pensar esto se instalaron mediado el tercer cuarto, donde se alcanzó ventaja de 19 puntos, pero Kevin McHale movió su pizarra, sacudió a sus jugadores dejando a James Harden en la banca y logró sacar lo mejor de ellos, remontando de manera espectacular el sexto juego ante unos Clippers que se dieron por ganadores antes de tiempo y no alcanzaron a reaccionar. Se llevaron el sexto juego y se fueron con la moral tan alta que les alcanzó para llevarse el séptimo juego en su propia cancha y le pusieron punto final a la temporada de los angelinos.

 

LA ESTRELLA

Fuente: Keith Allison (CC)
Fuente: Keith Allison (CC)

Chris Paul dejó en claro que su hambre de gloria no se agota. Por primera vez en su carrera logró disputar los 82 partidos de la fase regular, fue parte del All Stars, del primer equipo defensivo del año, líder de la liga en asistencias con 10.2 por partido, quinto en robos con 1.9 por partido, quinto en porcentaje de tiros libres en la liga con 90% y consiguiendo su máximo de porcentaje de tiros de tres puntos con 39.8%. Todo esto se tradujo es su aporte en momentos decisivos de los juegos, siendo el más importante el séptimo juego frente a Spurs, donde anotó la bandeja que le dio la victoria a su equipo en la serie.

 

LA GRAN SORPRESA

 

DeAndre Jordan sin duda nos sorprendió a todos. Lideró la liga en rebotes con 15.0 por partido y en porcentaje de tiros de campo con 71%, cuarto en tapones con 2.2 por partido, tercero en la votación por el jugador defensivo del año y formando parte del primer equipo defensivo del año junto a Paul. Su fiereza bajo la tabla se impuso sobre grandes jugadores con la misma función y su aporte al equipo cuando Griffin estuvo afuera mantuvieron a flote la escuadra y despertó el apetito de muchas franquicias que quieren hacerse de sus servicios en la temporada de agentes libres. Sin duda está en la parte más alta de su carrera y dará mucho que hablar a corto y mediano plazo

 

LA DECEPCIÓN

 

El banquillo. Si bien en ciertos partidos el aporte individual de ciertas figuras como Jamal Crawford, Glen Davis, Austin Rivers y Hedo Turkoglu dieron vuelta la historia de partidos que se veían muy complicados, en el global de la temporada demostraron que hay mucha diferencia en rendimiento respecto a la escuadra inicial, y en instancias decisivas fueron más las veces en la que la balanza se inclinó a favor de los contrincantes cuando la segunda escuadra se encontraba en cancha

 

FACTORES POSITIVOS/NEGATIVOS

Positivo: El quinteto inicial demostró que cuando se encontraban enchufados no habían rivales que pudieran pasarles por encima. Salvo Matt Barnes, los otros cuatro jugadores demostraron que son de lo mejor de la liga en sus ámbitos de especialidad, ya sea JJ Redick con sus tiros de tres puntos, Jordan en rebotes, Paul en asistencias y juego defensivo y Blake Griffin en todos los ámbitos del juego, dejando en claro que con el paso del tiempo va puliendo todas sus cualidades y en el futuro será un claro dominador de la liga.

Negativo: Las contrataciones. Al contrario del año pasado, donde las contrataciones durante el desarrollo de la temporada potenciaron el equipo para las instancias finales, este año no se escogió bien a los jugadores y salvo Austin Rivers, los nuevos jugadores quedaron al debe y siembran dudas sobre su continuidad en la planilla.

 

VALORACIÓN

Los redactores de la sección de Lob Blog hemos puesto nota a la temporada de Los Angeles Clippers, y la votación ha concluido con un 7.