Brad Stevens y R.J. Hunter, crónica de una relación anunciada

El entrenador ya se lo quiso llevar a Butler

FOTO: Mike Ehrmann (CC)
FOTO: Mike Ehrmann (CC)

Cuenta el padre y ex-entrenador de R.J. Hunter, Ron Hunter, que recibió la noche del pasado jueves un mensaje de texto de Brad Stevens en el que este: «no me decía ‘saludos’ o ‘bienvenido a Boston’, sino ‘te dije que iba a tener a tu hijo de una manera u otra'». Y es que la relación entre el entrenador de los Boston Celtics y la familia Hunter venía ya de largo.

Todo comenzó cuando Brad Stevens era el técnico asistente de Butler, Ron el entrenador jefe de la IUPUI, y R.J. un prometedor jugador de instituto. El entrenador oriundo de Indiana ya había dado los primeros pasos para llevarse al escolta a Butler cuando el padre aún no había ni siquiera pensado en la posibilidad de que otra universidad se hubiese fijado en su hijo. «Fue en ese momento cuando pensé: ‘Vaya, será mejor que ponga manos en la labor de intentar reclutar a mi propio hijo’«.

La situación fue aprovechada, como no podía ser de otra manera, por un hijo que cuando estaba harto de acometer las tareas domésticas que su padre le mandaba realizar, bromeaba con este diciéndole que «Más vale que me dejes en paz o me iré a jugar con Stevens a Butler» Por su parte, Stevens, al que siempre le ha faltado tiempo para rebajar sus cualidades como reclutador, hablaba con Amy Hunter, esposa y madre respectivamente y le dejaba caer que si algún día R.J. se cansa de jugar para su padre, siempre tendrá un hueco en el campus de Butler. Pero todo esfuerzo fue inútil.

«Yo sabía mejor que nadie que él iba a jugar para su padre»

Y así fue cuando, un año después de que en el 2011 Ron fuese contratado por la Georgia State, R.J. Hunter fue enrolado en la misma como freshman.

Tres años más tarde, cuando el escolta ya era el máximo anotador histórico de Georgia, padre e hijo dejaron una imagen que dio la vuelta a EEUU y se quedaría grabada para siempre en la memoria de los aficionados a los Panthers. El equipo se estaba jugado el título de conferencia (la conocida como «Cinturón del Sol), cuando perdiendo 54-56 a falta de 3 segundos R.J. recibe un balón enfrente de la cansasta, pero a dos metros por detrás de la línea de triple, y encesta para dar la victoria a su equipo. Es entonces cuando su padre, que había dirigido a su equipo durante todo el encuentro sentado en un taburete más propio de un club de carretera que de un pabellón universitario a causa de una torcedura del Talón de Aquiles, se cae del mismo en pleno éxtasis. Aquí pueden ver la secuencia del triple y la caída más famosas del baloncesto univesitario en Georgia.

«Nuestras vidas nunca volvieron a ser las mismas tras ese tiro» Comenta el entonces entrenador «Fue increíble y cambió la percepción que la gente tenía sobre esa universidad. Fue una bendición»

«Aunque hubiese fallado, él se habría caído igualmente del taburete, porque habría venido a gritarme por haber tomado ese tiro» Sentencia el hijo.

Una vez acabó el curso, llegaba el momento en el que los equipos de la NBA comienzan sus scoutings más intensivos sobre los jugadores que podrían acabar drafteando en la ceremonia del pasado jueves. Lo que fue «un poco raro» para Ron, puesto que la rutina que es el hecho de que un scouter llame al entrenador de tal o cual jugador toma carices un tanto extraños cuando la figura del entrenador está fusionada con la del padre «Cuando un tío te pregunta por tu hijo, ¿Qué crees que voy a decir?».

Aún así, pese a que R.J. no realizó ningún workout con los Boston Celtics y sí que lo hizo con otros muchos equipos, su padre elaboró una lista con tres destinos que serían perfectos para él. Y uno de ellos eran los Celtics. Así que cuando estos le eligieron «como padre y como entrenador no podría estar más orgulloso de tenerle jugando para Brad. ¿Cuántos jugadores han sido draftados para jugar para un amigo?» mientra que R.J. no salía de su asombro por «cómo la vidase mueve en círculos en ocasiones. Voy a jugar para Stevens».

Por todo esto, cuando Ron recibió el mensaje del que será el entrenador de su hijo el año próximo, este le dijo «guarda mis palabras, el año que viene voy a estar en el ‘All-Rookie Team'».

«Ese es R.J.».

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