Porzingis, sin pelos en la lengua

"Espero que los que me abuchearon ahora me animen"

No hay que vender a piel del oso antes de cazarlo. En la ceremonia del Draft 2015, cuando los fans de los New York Knicks presentes en el Barclays Center de Brooklyn  vieron que su elección en el pick 4 era un europeo bastante alto pero muy espigado y del cual no tenían prácticamente ninguna referencia, demostraron su malestar a base de silbidos y abucheos. La situación se enfrió con el paso de los días mientras se veía la trayectoria que ya tenía el joven a sus espaldas y, sobre todo, a la espera de ver a Porzingis sobre el parqué, y ese momento ya llegó en su debut en la SL de Las Vegas.

Los Knicks hacían su debut en la Summer League contra los San Antonio Spurs, un equipo ya más rodado tras haber disputado la SL de Utah. Pese a ello, los knickerbockers dieron la campanada al llevarse el partido con un ajustado 78-73; por parte del equipo de la Gran Manzana, los más destacados fueron Travis Wear (máximo anotador con 18 puntos) y… Kristaps Porzingis. El letón, en solo 17 minutos y muy vigilado por sus reciente lesiones, hizo muy buenos números con 12 puntos, 3 rebotes y 2 tapones con un 60% de FG (3/5) y un 86% de (FT).

Con su buen papel y las buenas sensaciones que dejó, mostró tener una gran personalidad (muy necesaria en una liga tan dura como la NBA). Porzingis se puso delante de los medios y soltó lo que llevaba deseando soltar desde el 25 de junio:

«Finalmente me han visto jugar. Espero que los que me abuchearon ahora me animen.»

Sus declaraciones son una clara muestra sobre lo que puede llegar a ser Porzingis; un jugador que primero habla en la pista y luego delante de un micrófono; siendo igual de contundente en ambos terrenos.