Trevor Booker deberá esperar la sanción de la NBA

Después del golpe que le propinó a Roy Hibbert

Fuente: Keith Allison (CC)
Fuente: Keith Allison (CC)

El día 19 de noviembre de 2004 cambiaron para siempre las decisiones que se toman en la NBA con respecto a las peleas entre jugadores. Una discusión que comenzó en la cancha entre los equipos de Indiana y Detroit, se trasladó a las tribunas cuando algunos jugadores de Indiana Pacers, con el entonces llamado Ron Artest como figura principal, comenzaron a golpearse con los espectadores, que les estaban increpando desde la grada. El público terminó lanzando todo tipo de objetos, hasta una silla, a los de Indiana. Resultado: La mayor sanción en la historia contra algunos de los protagonistas, siendo Artest merecedor de una suspensión de 55 encuentros.

Charles Barkley y Shaquille O´Neal también fueron protagonistas de una gresca importante en el año 1999, después de que Brakley le arrojara el balón a O´Neal sobre la cabeza y este último reaccionara de forma violenta. David Lee y Roy Hibbert, más recientemente, fueron suspendidos con un partido después de una pelea que arrancó en la lucha por un rebote y terminó con los jugadores cayendo sobre algunos periodistas y público en general, después de empujarse y agarrarse. Además, Stephen Curry y Klay Thompson de Warriors y Lance Stephenson de Pacers recibieron multas de 35.000 dólares.

El ¡miércoles 7 de octubre por la madrugada los protagonistas de la última riña fueron Roy Hibbert (de nuevo) y Trevor Booker, en la segunda victoria consecutiva de los Jazz sobre Los Angeles Lakers. El jugador de Utah, Booker, golpeó en el rostro al pívot de los Lakers. Las cosas no pasaron a mayores por el ingreso a escena de árbitros y jugadores de ambos equipos.

El que habló después del partido fue el entrenador del Jazz, Quin Snyder:

«Obviamente, lo queremos jugando y tenemos que tratar de controlar nuestras emociones, y Trevor es un tipo emocional

La NBA deberá expedirse sobre la sanción que le cae al jugador de los Jazz, que podría ser una pena económica o una suspensión por una determinada cantidad de partidos. Sea cuál sea el desenlace, esperamos que Booker pueda controlar a partir de ahora sus emociones y esto no se repita de nuevo, puesto que es un tipo de espectáculo que no deseamos ver en una pista de baloncesto.