Queremos a Tom Thibodeau en los Minnesota Timberwolves

Os explicamos las razones de nuestro deseo por el ex Bull

Fuente: Keith Allison (CC)
Fuente: Keith Allison (CC)

No hay duda acerca de que los Minnesota Timberwolves son una de las franquicias que más recorrido y piezas tienen para erigirse como equipo potente de la liga en los próximos años, (quizás junto a los Milwaukee Bucks y Orlando Magic) y que se trata de uno de los equipos que más divertido será de ver la temporada que está apunto de comenzar (lo que se conoce por el mundillo del baloncesto como «equipo League Pass«).

Pero desde la franquicia afincada en Minneapolis no quieren conformarse con ser un equipo simpático para los fans y divertido de ver, quieren (y los fans también lo queremos) que el equipo vaya creciendo a lo largo de la temporada y que dentro de dos años podamos verles al menos en la segunda ronda de unos Playoffs, que en el Oeste se venden muy caros. La franquicia únicamente ha visitado la postemporada en 8 ocasiones desde su fundación allá por 1989 (todas en el periodo 1.997-2.004) todas con Flip Saunders como entrenador jefe.

La franquicia cuenta con las piezas necesarias en la pista pero… ¿cuenta con las piezas necesarias en el banquillo?

Recapitulemos: Flip Saunders volvió a dirigir la campaña pasada al equipo tras los experimentos fallidos de Randy Wittman (2007-2009 y actual entrenador de los Wizards), Kurt Rambis (2009-2011) y Rick Adelman (2011-2014, actual entrenador de los Sacramento Kings). Durante el pasado verano Saunders, arquitecto de los Wolves de la mejor etapa de la franquicia hasta el momento, fue diagnosticado con leucemia y hace poco supimos que seguramente se pierda lo que queda de temporada.

Para sustituirle la franquicia eligió a un antiguo entrenador jefe y hasta este verano, entrenador asistente, Sam Mitchell, y desde el primer momento ya ha saltado la polémica. Garnett declaró estar cansado de sus historias como entrenador jefe en Toronto, su idea es relegar al banquillo a Kevin Martin, máximo anotador del equipo la pasada temporada, en detrimento de Zach LaVine … es decir, no ha empezado con buen pie.

¿Es Mitchell la mejor opción para ocupar el banquillo de los Wolves? O por el contrario ¿el equipo debería de sondear el mercado en busca de un entrenador que se adapte mejor al perfil del equipo? Yo particularmente me inclino por la segunda opción y tendría claro mi objetivo, haría un esfuerzo por contratar a Tom Thibodeau.

Mitchell, cuenta con 11 años de experiencia en los banquillos NBA pero únicamente 4 temporadas y 17 partidos como entrenador jefe al mando de los Toronto Raptors, que acabaron despidiéndole tras conseguir únicamente acabar con balance positivo en la temporada 2006-2007, año en que fue nominado como «Coach of the Year» (47-35) y dos presencias consecutivas en la postemporada. Mitchell ha conseguido un bagaje de 156 victorias y 189 derrotas en su etapa como entrenador jefe (45.2%).

Nuestro candidato Tom Thibodeau, con 26 años de experiencia en banquillos NBA, 5 como entrenador jefe en los Chicago Bulls, consiguiendo clasificar al equipo para los Playoffs en todas sus temporadas y llegando a la final del Este en una ocasión y otra a semifinales (el resto cayendo en primera ronda), llegando a lograr el título de «Coach of the Year» en la temporada 2010-2011, la misma en la que el mundo descubrió a Derrick Rose. Formó parte de los Knicks finalistas de la NBA en 1999 y de los Boston Celtics campeones en 2008. Y atesora un balance de 255-139 (58.00%). Comenzó su carrera en la NBA como asistente de Bill Musselman…En Minnesota. 

No solo nos fijamos en los récords del equipo, sino en los sistemas de juego que podrían implantar ambos técnicos. Mitchell es un entrenador de corte meramente ofensivo, que busca la velocidad en el juego de ataque y cuyos equipos se construyen en base a uno o dos jugadores capaces de anotar y el resto siendo mera comparsa, descuidando la parcela defensiva al servicio del espectáculo.

Por su parte, Thibs es un coach especializado en la parcela defensiva y de siempre se ha dicho que un equipo campeón se construye desde la defensa. Bajo su batuta, los jóvenes Wolves podrían paliar su falta de experiencia en ataque con un nivel extra en defensa que las piernas, y el carácter de los veteranos de la plantilla, serían capaces de aguantar. Thibodeau podría basar el ataque de los Wolves en una presión asfixiante al rival y rápidas salidas al contraataque contando con Ricky Rubio, Wiggins, LaVine o Towns en la plantilla.

Además está el carácter. Mitchell, un entrenador que no provoca reacción ninguna a la gran mayoría de los aficionados a la NBA. Thibodeau, un enfermo del deporte al que ama, un auténtico ganador al que no le importa quemarse las pestañas visionando vídeos y vídeos durante horas para obtener resultados, y capaz de desarrollar el potencial que las jóvenes perlas del equipo atesoran.

Soñar es gratis, y que los aficionados de los Wolves sueñen con hacerse con los servicios de uno de los mejores entrenadores de la liga en los últimos años es normal. Por el momento rezaremos por equivocarnos en estas líneas y le deseamos la mejor de las suertes a Sam Mitchell y una pronta recuperación a Flip Saunders.