Embiid tiene la culpa de su mala rehabilitación

Está falto de disciplina en cuanto a su lesión y dieta

Fuente: Brent Burford (CC)
Fuente: Brent Burford (CC)

Ha pasado el tiempo desde que los Sixers anunciasen el 11 de julio que Joel Embiid debía someterse a una segunda cirugía en el hueso navicular de su pie derecho, y hasta el 18 de agosto no se hizo realidad esta operación quirúrgica. Claramente Joel Embiid no lo hizo todo realmente como mandan los cánones para volver lo más rápido posible, y para algunos miembros del equipo esta segunda operación se podría haber evitado si el camerunés hubiese llevado la bota todo el tiempo de rehabilitación necesario tras la primera operación.

Asegurarse de que Embiid llevase su bota ortopédica durante toda el tiempo estimado era un verdadero desafío para la franquicia, y múltiples fuentes afirman que miembros de la oficina de Philadelphia preguntan si esta segunda operación habría sido realmente necesaria si Embiid hubiese llevado su bota lo que le habían dicho.

La simple tarea de uso consistentemente su bota ortopédica era un reto para la franquicia. Josh Harris, propietario del club, no quería que Joel Embiid viajase con el equipo a la Summer League de Las Vegas para ser operado antes. Brett Brown se encargó de hacerle llegar el mensaje, pero el pívot no prestó atención a las recomendaciones.

Mientras que Embiid estaba en Las Vegas, tenía que llevar puesta la bota a la espera de su segunda operación. Pero no sólo se negó a hacerlo, sino que se comportaba como si no tuviese nada en el pie, haciendo sesiones tiro y mates.

Este tipo de desobediencias a la organización también se extiende hasta los ámbitos alimenticios, el personal de entrenamiento de Sixers estaban tan preocupados por lo que comía, que cada semana ponían comida saludable (hidratos de carbono, proteinas y grasas sanas) en la nevera de su hotel. Un miembro del personal tenía la obligación de recargar la nevera todas las semanas, y la mayoría de los productos no se habían comido o abierto, y tuvieron que tirar las frutas y verduras. Cuando la franquicia pidió ver la cuenta de Embiid durante su estancia en el hotel, el dinero había sido cargado a restaurantes de comida rápida.

No es sorprendente que un joven de 21 años de edad no preste especial atención a su dieta, pero sus hábitos alimenticios, su falta de voluntad por estar en buenas condiciones y sus desaires regulares le importan y mucho a los Sixers.