Portland debe decidir acerca de Meyers Leonard antes de noviembre

El 2 de noviembre, día límite para ampliar su contrato

Fuente: Wikimedia (CC)
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Tras renovar a Damian Lillard por cinco años y 120 millones de dólares este verano, los Trail Blazers tienen otro jugador sobre el que tomar la decisión de extender su contrato o no. Meyers Leonard, el pívot de 2,16m. escogido en el mismo draft, termina su contrato rookie a final de año también, y el límite establecido para extender este tipo de acuerdos y evitar que el jugador pase a ser agente libre restringido a su término es el 2 de noviembre, ya que el 31 de octubre cae en sábado.

Lo que en otros años hubiera sido una cuestión más sencilla de dirimir ahora es bastante más complicado, teniendo en cuenta el crecimiento del espacio salarial que viene en próximas temporadas y el proceso de reconstrucción por el que están pasando los del estado de Oregon. El General Manager de los Blazers, Neil Olshey, quiere que el equipo crezca con jugadores que deseen estar en Portland, y Leonard da el perfil en ese aspecto. También cumple otro requisito, como es encontrarse en el mismo punto de su carrera que Lillard, el buque insignia del conjunto y la única estrella que les queda. En declaraciones al The Washington Post en agosto, Olshey veía así el cambio de dirección tras la marcha de LaMarcus Aldridge:

«Creo que Dame (Lillard) quiere jugar con gente que quiere estar en Portland. Cuando LaMarcus nos dijo que no iba a volver, fuimos de lleno con gente en el mismo punto de su carrera que Damian Lillard. Damian es nuestro mejor jugador… Queremos tener jugadores que cuando tengan éxito, sea sostenible. Que todos van a crecer con nuestros mejores hombres y que llegarán a ser el nuevo núcleo de jugadores con el que queremos crecer.«

Meyers Leonard es uno de los pocos jugadores que quedan, junto al ya mencionado Lillard, CJ McCollum, Allen Crabbe y Chris Kaman – que no debería entrar en los planes de futuro del club – tras la operación salida efectuada esta offseason. Tras no haber disfrutado de muchas oportunidades en sus primeros tres años de carrera, el ex de la Universidad de Illinois promedió 21,2 minutos por encuentro en los PlayOffs de esta pasada primavera, encestando 13 puntos, en 3 de 3 de triples, y cogiendo 13 rebotes en la única victoria de los Blazers en primera ronda contra Memphis Grizzlies.

Con su envergadura, capacidad atlética y tiro exterior, Leonard es el típico jugador grande moderno. Tras haber intentado apenas 13 triples en sus dos primeras temporadas como profesional, en 2014-15 se destapó, terminando el año con un 42% de acierto en 112 tiros. Su presencia en plantilla se concibe como importante ya que este año Portland ha apostado por hombres interiores con poco o nada de tiro exterior, como Ed Davis, Mason Plumlee o Al-Farouq Aminu. Gran parte del posible éxito que pueda tener este planteamiento recae en la capacidad de Leonard de ser ese stretch forward o stretch center que abra las defensas y deje la zona libre para Lillard y McCollum.

Solo por eso merecería la pena extender a Leonard y asegurarse su presencia al menos por unos cuantos años más, y ver si sigue complementándose bien con Lillard. Su envergadura y agilidad deberían permitir que se convirtiera en un decente – si no por encima de la media – protector del aro y emparejándose en especial con hombres más móviles como Aminu podrían formar una muy buena defensa interior. Sin embargo, el pívot natural de Virginia apenas ha disputado 2.408 minutos en tres cursos, con lo que Portland se estaría adentrando en el terreno de lo incierto si renovara ya a Leonard. Nadie puede adivinar ahora mismo qué será de él con un papel más amplio y más protagonismo tanto en ataque como en defensa, y normalmente las extensiones de quinto año que se hacen en la NBA suelen ser a jugadores cuyo talento está más que mostrado – por ejemplo en 2015: Lillard, Anthony Davis o Jonas Valanciunas -. Además, el dinero suele ser elevado, y un jugador con un rol limitado en su equipo, como John Henson en los Milwaukee Bucks se hizo con un contrato de 44 millones de dólares por cuatro temporadas. Tristan Thompson, que no es quizás ni el cuarto mejor jugador en los Cleveland Cavaliers, ha estado buscando el máximo todo el verano y se ha puesto en una situación complicada.

Los Blazers también podrían tratar de esperar a que su precio lo dictamine el mercado en 2016, sabiendo que podrían igualar cualquier oferta que llegase, pero el peligro es que Leonard explote este año y su precio se haga prohibitivamente caro con la cantidad de dinero disponible que habrá ese verano. ¿Será la promesa de producción suficiente? Esa es la apuesta que tendrán que realizar en Portland. Meyers Leonard es un 2,16 con movilidad, tiro exterior e indicios de poder convertirse en un buen protector interior en defensa. Ese tipo de perfil vale dinero y es además bastante difícil de encontrar. A priori Olshey debería tratar de atarle, pero un paso en falso aquí y ya están comprometiendo el margen de maniobra en el mercado en futuras campañas. Otra opción es que Leonard quisiera renovar aunque Portland hiciera una oferta más modesta, pero la experiencia dice que es preferible esperar al mercado, como ya hicieran Jimmy Butler o Khris Middleton recientemente.

Evans Clinchy, de Blazer’s Edge, opina que la situación es demasiado volátil como para que ninguna de las dos partes se ponga de acuerdo en una cifra concreta, y es probable que tenga razón, dejando el futuro de Leonard visto para sentencia en el mercado de agentes libres restringidos.