Pretemporada: Los Wolves se vengan de los Bucks tres días después

Milwaukee Bucks 108 - 112 Minnesota Timberwolves

Fuente: Dennis Adair (CC)
Fuente: Dennis Adair (CC)

La pretemporada tocó ayer a su fin para todos los equipos y, por tanto, también para Bucks y Wolves, que se volvían a enfrentar tan solo 3 días después. En aquella ocasión la victoria, contundente, fue para los hombres de Jason Kidd, que jugaron como locales. Ayer, sin embargo, los locales eran los chicos de Sam Mitchell, y querían revancha después de la paliza sufrida. Además de ese deseo de venganza, terminar la pretemporada con buen sabor de boca cosechando una victoria siempre es muy bueno tanto para la moral como para las sensaciones generales de lo que haya podido ser la preseason, por lo que ambos equipos buscarían con especial ahínco la última «W» de esta pretemporada.

El partido comenzó con tres premisas claras que se cumplieron durante los primeros 6 minutos de partido: igualdad, velocidad e imprecisión. Gran cantidad de jugadas eran ejecutadas, sobre todo por los Timberwolves, con menos de la mitad de posesión consumida, aunque los porcentajes eran bajos y mediado el cuarto el resultado era solamente de empate a 10, muy bajo viendo la cantidad de posesiones consumidas en ambos bandos. A esto le siguió un período diametralmente opuesto, ya que la entrada de los primeros suplentes trajo paciencia a los ataques y mejores porcentajes de tiro, lo que supuso que el marcador se doblara rápidamente en pocos minutos, aunque la igualdad siguió reinando en el luminoso y el cuarto terminó 28-30 favorable a los locales.

El segundo período siguió la misma tónica que el primero, con la igualdad en el marcador por bandera, aunque siempre con ventajas favorables a los Timberwolves, que muy poco a poco fueron ganando distancia y mediado el período habían conseguido una máxima de 8 puntos. Los de Sam Mitchell supieron mantener esa ventaja que tanto les había costado obtener, principalmente gracias a que Karl-Anthony Towns se estaba comiendo a un Greg Monroe que no tenía el día en ninguno de los dos lados de la pista. Sin embargo, en los instantes finales antes de la media parte los de Jason Kidd supieron reaccionar y se acercaron, dejando la desventaja en solamente 3 puntos, 53-56 para los Wolves.

En la reanudación, Antetokounmpo y Wiggins se pusieron sus respectivos equipos sobre sus espaldas y tiraron del carro en anotación, lo que implicó una alta anotación en los primeros minutos del tercer cuarto, pero pocos o ningún cambio significativo en el marcador. De hecho, con el paso de los minutos la diferencia no hizo sino aumentar, aunque de nuevo lo hacía muy lentamente y con cualquier pequeña racha los Bucks se volvían a meter de lleno en el encuentro. Y esta llegó para culminar el cuarto, con un triple incluido de Greivis Vásquez desde medio campo para igualar el partido a 83.

Quedaban 12 minutos, y todo por decidir. Los Bucks, sin embargo, llegaban con la moral alta tras esa pequeña remontada, y rápidamente se pusieron en cabeza. Pero los Wolves querían la victoria, habían luchado por ella durante 36 minutos y no iban a darse por vencidos. Así, endosaron un parcial de 16-2 que les puso, de nuevo, cómodamente por encima en el luminoso. Ahí los Bucks parecía que dejaban de luchar, pero Bayless anotó un rápido triple que les puso a solo 3 puntos con medio minuto por jugar, por lo que el partido mantuvo el interés hasta el final. Sin embargo, los Timberwolves no vieron un peligro real de que se les escapara la victoria en ningún momento, y tras los pertinentes tiros libres el partido terminó con victoria de los locales por 108-112.

Lo Bucks tuvieron a Antetokounmpo como su mejor hombre, con 23 puntos y 7 rebotes. Le acompañaron Middleton, con 19 puntos, y Bayless, con otros 18 tantos. En los Timberwolves, Wiggins fue el máximo anotador con 24 puntos, seguido por Martin con 20 y Muhammad con 19; pero el mejor fue Towns con 18 puntos y 12 rebotes. Ricky también estuvo bien con 13 puntos y 6 asistencias.