Jerian Grant y sus problemas en ataque

Las defensas ya reaccionan a su juego

Dentro de estos jóvenes, encontramos a dos rookies. Kristaps Porzingis ha estado llamando a las puertas de esta liga muy fuerte estas primeras semanas, siendo clave en el buen inicio Knickerbocker. Sin embargo, en este espacio vamos a hablar hoy sobre el inicio del otro rookie de los New York Knicks, Jerian Grant.

Jerian Grant fue adquirido en la decimonovena posición del draft, con un pick conseguido en esa misma noche, tras haber traspasado a Tim Hardaway Jr. a los Atlanta Hawks, sólo a cambio de ese pick.

El chico tiene el ADN de la NBA en las venas, hijo de Harvey Grant, que jugó 11 temporadas en la liga. Además, su tío fue un grandísimo jugador en los años 90 en esta liga, pues se trata de Horace Grant, 4 veces campeón de la NBA entre los Bulls y los Lakers con Phil Jackson. Además, su hermano Jerami afronta su segunda temporada en la NBA jugando para los Philadelphia 76ers.

Jerian Grant significaba un cambio importante. Llegaba junto a Porzingis para empezar un cambio tan difícil como necesario para la franquicia de los New York Knicks, pero sin la presión que acumulaba todo lo que al letón le rodeaba, pues era uno de los nombres propios del pasado Draft, como bien sabemos.

Grant llegaba de la universidad de Notre Dame, tras cuatro años donde pudo formarse mejor como jugado, llegando a la NBA más maduro que muchos jugadores que pasaron sólo un año en la universidad. Similar al caso Porzingis, que viene de jugar una liga competitiva (ACB) con el Baloncesto Sevilla.

En sus cuatro años en la universidad, promedia más de 35 partidos todos los años en los que ha jugado, aunque su producción siempre fue a más año tras año. En esos años en la universidad, promedia 14.6 puntos, 2.9 rebotes y 5.4 asistencias en 36 minutos por partido.

En la Summer League ya dejó destellos de su calidad, siendo considerado como uno de los bases más sorprendentes del torneo. En la Preseason ha venido jugando en la segunda unidad, tras Calderón/Vujacic, entrando casi siempre junto a Langston Galloway, aunque el sophomore acumule más minutos. Ya en la RS ha ido jugando el mismo rol, pero combinando mucho más su participación. Ya no sale sólo con la segunda unidad si no que también le vemos con los titulares, incluso en finales de partido.

Así pues, este rookie algo escondido tras los focos que acumula KP, es uno de los jugadores que hace que el banquillo de los New York Knicks sea uno de los más eficientes de la liga.

Sin embargo, en esta liga todo se analiza al detalle, y al joven jugador de los Knicks ya le han cogido la ficha y las defensas rivales ya reaccionan a su juego. El bueno de Jerian es un jugador muy peligroso al contraataque, haciendo valer su gran I.Q. además de un gran poderío físico. Ese físico, acompañado de esa gran inteligencia y lectura del juego que tiene, le hace ser un jugador muy peligroso en la entrada a canasta, pues es muy capaz tanto de anotar como de sacar TL que lanza por cierto con porcentajes decentes. Sin embargo, es un jugador al que le está costando anotar las suspensiones. Si ya veíamos al inicio de temporada como le flotaban ligeramente en el perímetro, ahora también le castigan así desde la media distancia. Derek Fisher comentó con los medios sobre la situación del rookie:

«Él va a aprovechar la oportunidad que los equipos le están presentando. Si pasan por detrás de los bloqueos, tiene que hacer pagar esos ajustes a los rivales».

Es su turno entonces empezar a mejorar esos porcentajes, pues a veces desiste incluso en el intento, para no agravar su pobre eficiencia desde ciertos rangos de tiro donde no está siendo todo lo eficiente que cabría esperar. Una de las cosas en las que más se está viendo sufrir en los últimos partidos a Jerian es en la toma de decisiones. ¿Atacar a los defensas que ya cierran la pintura o intentar la suspensión? Difícil decisión ahora mismo para él, provocado por esos malos porcentajes que presenta desde media y larga distancia.

En muchas ocasiones, la decisión no es sólo hacer la suspensión o atacar el aro, pues es un jugador que ha demostrado ser muy capaz de pasar tanto hacia la pintura, dominando el «Pockett pass» como a los tiradores exteriores. Además es un chico que es capaz de rectificar dependiendo de los ajustes rivales.

Jerian está lanzando un 37.9% en TC, pero lo interesante de este porcentaje es desmigarlo por distancias, para apreciar así los problemas de Jerian en las suspensiones. Entre 0 y 3 pies lejos de la canasta lanza un 31%, mientras que lanza un 13.8% entre 3 y 10 pies, así como un 25.8% desde más allá del perímetro.

Derek Fisher también habló sobre el proceso de adaptación que tendrá que tener Jerian Grant en esta liga:

«Se le llama ‘Bienvenido a la NBA’. El éxito en esta liga requiere sobreponerse a las debilidades y las cosas que no haces ‘tan bien‘.»

Algo sabrá de ello Fisher. Mientras tanto, pese a estos problemas en ataque, hay que hablar de la temporada de Jerian Grant como una muy buena temporada hasta ahora (recordemos, sólo lleva 11 partidos en esta liga). Poco a poco irá asentándose y podrá trabajar para mejorar estas cosas, pues si algo es mejorable en este deporte, eso es el tiro seguro. Se han visto miles y miles de jugadores trabajar y mejorar su tiro, y con la ética de trabajo que está mostrando este chico no parece haber duda alguna. 

En defensa Jerian está rindiendo genial, posiblemente el mejor de los bajitos en esa faceta. Además, el buen rollo que se trae con Langston Galloway se ha visto después en pista, y su asociación ya es conocida en nuestra redacción cómo «Los Hombres G».

Ahora te toca Jerian. Toca reinventarse y mejorar las carencias para continuar con esta progresión que ha demostrado hasta ahora.