Milwaukee no defiende

Monroe y Henson, posible solución a los problemas

Fuente de la foto: U.S. Pacific Fleet (CC)
Fuente de la foto: U.S. Pacific Fleet (CC)

En Octubre comenzaba la temporada de la NBA, y lo hacía con varios proyectos ilusionantes, siendo uno de ellos el dirigido por Jason Kidd en Milwaukee. Nuevos dueños, nuevos jugadores y un plan para construir un nuevo pabellón hacían presagiar que este año podría suponer un punto de inflexión en la historia reciente de los Milwaukee Bucks, que no tienen un papel relevante en la liga, desde principios de siglo cuando un joven Ray Allen lidero a los Bucks hasta las finales de conferencia de la temporada 00-01, donde perderían en el séptimo partido contra los Sixers de Allen Iverson.

Pues bien, de momento el inicio no ha sido el mejor, y durante estos primeros partidos de la temporada se está viendo a un equipo sin identidad propia, que suma ya once derrotas (6-11) y que ya está a tres partidos del último puesto que da acceso a los playoffs, ocupado ahora mismo por Orlando Magic (9-8).

El principal problema no está siendo la falta de talento, ya que precisamente se puede decir que esta es la mejor plantilla que se ve en Milwaukee desde hace bastantes años, sino la falta de unidad que el equipo muestra en la mayoría de los partidos, que se hace especialmente palpable en el aspecto defensivo, donde el equipo recibe una media de 105.0 puntos por encuentro, siendo una de las peores franquicias de la liga en este sentido (24ª posición), cuando el año pasado era precisamente la intensidad defensiva, lo que guió a un equipo sin demasiado talento, a una sorprendente clasificación para los playoffs, donde incluso se plantó cara a Chicago en una eliminatoria muy intensa que termino decantándose para el equipo de Illinois por 4-2.

Por ello, Jason Kidd ya ha intentado buscar soluciones de todo tipo, y la próxima podría ser la introducción de Greg Monroe y John Henson como dúo interior, para así tratar de apuntalar el rebote, donde los Bucks son los peores de la liga, y ya de paso ganar en intimidación defensiva e incluso en la parcela ofensiva, ya que tanto Monroe como Henson tienen recursos suficientes como para producir en ataque.

Lo único que parece claro es que si no se mejora el aspecto defensivo, puede ser una temporada muy decepcionante en Milwaukee, ya que las expectativas alrededor de este equipo y de muchos de sus jugadores eran (y son) muy altas, y de momento no se están cumpliendo. A pesar de todo, es muy pronto todavía y el equipo ya ha dado en algunos partidos signos de mejoría, como en la derrota de ayer frente a Charlotte, donde únicamente los errores ofensivos  privaron al equipo de la victoria.

Por lo tanto, si los Bucks son capaces de implantar la defensa de la temporada pasada, seguro que será un gran año para ellos. Sin embargo, si la irregularidad actual se alarga mucho en el tiempo, la campaña puede ser un fiasco. Para terminar con este pequeño análisis, dejar solo un dato: Milwaukee ha ganado cinco de los seis partidos (5-1) en los que ha conseguido dejar a su rival en 96 puntos o menos, pero ha perdido diez de los once partidos (1-10) en los que su oponente ha sido capaz de superar la barrera de los 97 puntos. Un dato que resume el comienzo de temporada de los Bucks, y en el que se tienen que fijar para tratar de dar un paso al frente.