Los Memphis Grizzlies dicen adiós a una era

La temporada regular de los Memphis Grizzlies este 2015 está siendo lo más parecido a una montaña rusa que hemos podido ver en una pista de baloncesto. Actualmente con un balance de 16-14 no están siendo, ni de cerca, los Grizzlies que se esperaba todo el mundo, y ellos mismos. Y es que el problema, más allá de los números de victorias y derrotas, viene a ser más profundo.

Las sensaciones dentro del campo. Esas sensaciones que te recorrían el cuerpo al verles jugar durante estos años atrás. Un equipo que salía con el cuchillo entre los dientes desde el minuto cero, un equipo contra el que nadie quería enfrentarse en una primera ronda de playoffs. Ese equipo que llegó a unas finales de conferencia en el año 2013 y ese equipo que fue el único capaz, junto a los Cleveland Cavaliers, de ganarle dos partidos a los Golden State Warriors, el vigente campeón de la NBA, la pasada temporada durante los playoffs.

Con todo eso, se esperaba que en este nuevo episodio que estamos viviendo, los de David Joerger mantuvieran al menos la línea seguida hasta el momento, más aún después de reforzar esa idea -Matt Barnes y Brandan Wright- con la que comenzaron y que tan buenos resultados les han dado a lo largo de estos años.

Pero no. Seis derrotas en los primeros diez partidos extrañaban, pero la preocupación no llegaba a más, ya que la temporada acababa de empezar y, como sabréis, el ritmo de competición en esta liga es algo que a veces cuesta encontrar. Sin embargo, la situación se agravó con el paso de los días y los partidos, viendo como no se conseguía ninguna racha de victorias, algo que les ha llevado a estar casi en el 50% de victorias, y mostrándose impotentes contra los equipos que se encuentran en posiciones altas de la clasificación como Cavaliers, Warriors -contra los que llegaron a perder de 50 puntos- o Spurs.

Las sensaciones y el juego no convencían, algo que sumado a los rumores que salían desde el vestuario de los mismos Grizzlies -mala relación de los jugadores con David Joerger- y ante una posible salida del entrenador del equipo, los de Tennessee no pasaban sus mejores días. Con esto, estaba claro que el equipo necesitaba fuertes cambios para poder salir del bache en el que se encontraba, con lo que los rumores de traspaso no tardaron en salir a la luz: Courtney Lee, Tony Allen, Zach Randolph…

El primer y único cambio importante que se ha dado hasta el momento ha sido en la pista, donde David Joerger decidió cambiar su quinteto titular, sentando al veterano Zach Randolph en el banquillo para dar entrada al alero Matt Barnes, quien ha demostrado seguir a un nivel muy apto para este equipo y para la liga a pesar de sus 35 años. ¿Qué suponía este cambio? Fácil, Jeff Green, quien hasta el momento había estado ocupando la posición de alero titular, pasaba a jugar de cuatro.

Pero centrémonos en ese cambio en la posición de power forward. El cambio de ‘Z-BO’ suponía separar a la que para muchos ha sido la mejor pareja interior de la NBA en estas últimas campañas. Una pareja referencia en el ataque de los Grizzlies, de donde conseguían la mayoría de sus puntos y rebotes, anulando en la mayoría de las ocasiones la zona del equipo rival. Es por ello que con esta modificación el esquema de un equipo acostumbrado a jugar con dos torres dentro del perímetro, pasaba a mostrar un juego más abierto, con un Jeff Green que deja ver la superioridad que puede llegar a tener contra algunos equipos, ya que su altura, velocidad y primer paso le hacen letales en las penetraciones y cortes a canasta de fuera a dentro.

Y ahora llega la pregunta que muchos se hacen en estos momentos, ¿Es este el cambio que necesitan los de Tennessee?

Echemos un vistazo a algunos números. En primer lugar, haremos una comparación de los números de Jeff Green saliendo de titular, en la posición de cuatro, con sus números, tanto saliendo del banquillo como saliendo en la posición de tres:

	Partidos	Minutos	Puntos	% TC	% T3	Rebotes	Asistencias
Small forward / Alero	14	28.7	10.9	56/137 (40.8%)	8/25 (32%)	4.4	1.5
Power forward / Ala-pívot	6	34.3	12.1	22/65 (33.8 %)	3/13 (23%)	4.1	2
Desde el banquillo	9	23.4	7.2	35.9 %	23.5%	3.3	1.4

Como podemos observar, en cuanto a sus números individuales no se ha notado una mejoría considerable, ya que disputa más minutos por partido en estos momentos pero sus porcentajes empeoran -tiene más tiros, y anota alguno más-, así como la media de rebotes desciende y la de asistencia apenas sube.

En cuanto a Zach Randolph, este ha sido su cambio en los números al no salir de titular:

	Partidos	Minutos	Puntos	% TC	Rebotes
Titular	19	30.7	14.1	44.9 %	8.9
Desde el banquillo	6	23.7	9.5	53.1 %	6.5

En el caso del ala-pívot el contraste entre las dos situaciones es bastante más notable. Sus minutos han disminuido, sus promedios también y por supuesto, su influencia dentro del esquema de David Joerger.

Y ahora sí, después de todo este lío de números os preguntaréis: ¿Y qué?

Pues bien, no solo cabe destacar los números personales de los dos jugadores, que han sufrido un cambio trascendental como consecuencia de su nuevo papel dentro del equipo, sino también que influencia ha tenido esto en los resultados del equipo. En estos seis partidos, los Grizzlies han conseguido vencer a tres de sus rivales, mientras que el dato que llama de verdad la atención ha sido el que tanta falta les hacía a los osos: Anotación. En la siguiente gráfica podemos verlo perfectamente:

 

He aquí por tanto la prueba de que una era se está terminando poco a poco en Memphis. Una etapa marcada por dos de los mejores jugadores que han pasado por la franquicia de Tennessee, y de los cuales uno, en este caso, Zach Randolph, poco a poco se va despidiendo de los focos y del protagonismo, algo que el mismo jugador asume sin reparo, ya que es un cambio que beneficia al equipo. Un beneficio que puede que en estos momentos no de su resultado óptimo, pero a partir del cual podrán seguir creciendo, como lo han hecho hasta ahora. Y sin duda, ‘Z-BO’ es uno de los grandes culpables de ello.