Malone resignado pero optimista mientras Will Barton captura elogios

“Les dije a los chicos que estoy harto de expresar siempre el mismo concepto, o sea que estoy orgulloso de ellos porque han competido bien, solo nos faltó un poco… Eso ya aburre después de un rato”.

Así explicó Malone tras la nueva derrota ajustada después de un partido discreto disputado por parte de sus hombres (bueno, de los pocos que tenía a disposición) frente a los Portland Trail Blazers.

“Por supuesto tenemos que mantenernos positivos, nos hace falta alguna victoria, una recompensa para el duro trabajo que estamos haciendo. Eso no ha llegado últimamente y es bastante frustrante”.

De nada han servido los 31 puntos de un enchufado Will Barton, una vez más el máximo realizador por parte del conjunto de Colorado, que así comentó tras el encuentro:

“Es agridulce. Habría preferido jugar yo peor, pero que el equipo ganara”.

El constante crecimiento del escolta de Baltimore es tan evidente que incluso se ha ganado los cumplidos del coach rival:

“Desde que baja a la cancha, se nota que tiene una relación especial con la pelota”; – declaró Terry Stotts, que entrenó a Barton en el pasado – “ahora que compite sin presiones, interpreta muy bien el mecanismo de juego, es un verdadero estudiante del juego y cuando está en el campo hace un poco de todo y le saca mejor partido de las diferentes situaciones”.

Los Nuggets no jugaron un mal partido, considerando las bajas sensibles (Gallinari y Nurkić deberían volver a disposición para el próximo encuentro frente a los Warriors y Mudiay también está en pleno proceso de recuperación) y el calendario asfixiante, que les ha visto disputar el cuarto partido en cinco días, tres de los cuales fuera de casa.

Malone es consciente de ello, por eso intenta mantener alto el moral de la plantilla, que no ve alteradas sus posibilidades de clasificarse para los play-offs: se recuperarán efectivos y, mirando al calendario, hay dos series de muchos partidos seguidos en casa: 8 entre el 10 y el 25 de enero y 7 entre el 29 de febrero y el 12 de marzo. Esto permitirá al equipo de entrenarse con tranquilidad y continuidad para poder mejorar los aspectos que más fallan en el juego, cosa difícil de poner a punto cuando se transcurre más tiempo entre aviones y aeropuertos que en una cancha de baloncesto.

Así que desde luego hay muchos motivos para mirar al 2016 con optimismo en casa de los Denver Nuggets. ¡Feliz año nuevo a todos!