Los Nuggets estropean la vuelta de Nikola Pekovic
Denver Nuggets 78-74 Minnesota Timberwolves
Se podría decir que este ya es un clásico en esta temporada para aficionados de los dos equipos. Sin ir más allá, este es el cuarto enfrentamiento en poco tiempo entre los Denver Nuggets y los Minnesota Timberwolves. La serie de partidos la domina Denver por 2-1, que se llevó las dos últimas victorias, pero los Wolves intentaban igualar en casa el marcador ante sus compañeros de división. La gran noticia es que Nikola Pekovic estaba disponible para los Timberwolves después de 10 meses de baja. Mientras Mudiay continúa en la lista de inactivos por parte de los Nuggets a pesar de que se esperaba su participación.
Ambos equipos comenzaron muy fuertes, con ataques que superaban claramente a las defensas, con una ofensiva en equipo por parte de los Nuggets, mientras que la de los Wolves era dirigida por Rubio, participando en todos sus puntos. El ritmo en ataque se estancó en la segunda parte del cuarto y no hubo diferencias importantes en el marcador. La noticia más importante fue la entrada en el partido de Pekovic, con el público local en pie. Liderato para los Wolves por 25-21 al final del cuarto.
Misma tónica en el segundo cuarto con las segundas unidades: pocas diferencias y baja anotación. Los Nuggets se apoyaban en los triples, tanto por parte de Nelson como Harris, mientras los Wolves se centraban en Wiggins y sus fuerzas interiores, con un Pekovic que a pesar de venir de una larga lesión, se le notaba como si hubiese jugado toda la temporada. Se llegaba al descanso con ventaja para los locales por un 44-42.
Segunda parte en la que los Timberwolves llegaron con un mejor ritmo de la mano de Towns, poniendo las primeras diferencias en el marcador, que podrían ser muy importantes en un partido igualado. Ambos equipos estaban atascados en anotación en los primeros 5 minutos de cuarto, con solo un 8-4 de parcial. Pero en poco tiempo, un par de canastas de los Wolves les permitieron colocar un +10, la máxima del partido. Rápidamente se recuperaron los Nuggets, empatando el partido en solo 3 minutos, gracias a un entonado Gallinari, dejando secos a los Wolves. A partir de ahí, las diferencias volvían a ser mínimas como en la primera parte. Con ello, los Nuggets se iban arriba 66-65 a falta del último cuarto.
El último cuarto se caracterizaba por duras defensas que impedían anotar a ninguno de los dos con facilidad. En él, los Wolves iban ligeramente a remolque, e intentaban remediarlo dándole balones a Pekovic para contestar a Nurkic y los exteriores de Denver, que conseguían su máxima particular de +5. Los Wolves llevaban 10 tiros de campo consecutivos sin anotar, pero los Nuggets eran incapaces de despegarse en el marcador, en cierta medida porque los propios Nuggets tampoco eran capaces de anotar, entrando con 2 de ventaja en los últimos 4 minutos. Ningún equipo anotó durante 3 minutos, con lo que entraban igualados en el minuto final. Un tapón ganador de Darrell Arthur y dos tiros libres de Will Barton dieron a los Nuggets la victoria por 78-74.