No hay cosa que encienda más a cualquier aficionado del baloncesto, o cualquier otro deporte, que ver al ídolo local triunfar con el equipo de casa, aún incluso cuando ese jugador no es ni siquiera de ese lugar, sino que es austríaco y apenas lleva año y medio en Utah. Jakob Pöltl, pívot de segundo año de los Utes de la Universidad de Utah, está explotando como sophomore en la NCAA y hay muchos que sueñan con que recalase en los Jazz en el próximo draft, al que seguramente se presente tras probar que le queda poco por hacer a nivel colegial.
El hijo de dos jugadores de las respectivas selecciones austríacas de volleyball es el número ocho del mock draft más reciente del gurú de los prospects, DraftExpress, tras estar arrollando con los Utes promediando 17 puntos, 9,4 rebotes, 2 tapones y 1,8 asistencias por partido con un 66,5% de acierto en tiros. El joven pívot de apenas 20 años y 2,13m. de altura es segundo detrás del indiscutible número 1, el australiano de LSU Ben Simmons, en PER, con una ridícula cifra de 33.1. Sus capacidades como defensor siempre fueron aparentes dada su envergadura, y este año además de estar destacando como taponador, también está sobresaliendo en el poste y mejorando mucho en el pick n’ roll, algo que sin duda le ayudará mucho cuando dé el salto a profesionales.
Su juego ofensivo, como en la mayoría de hombres grandes de su generación excepto el novato de los Sixers Jahlil Okafor, continúa en clara necesidad de mejora, ya que la gran cantidad de sus puntos sigue procediendo de rebotes ofensivos, canastas debajo del aro o tras bloqueo y continuación. Desde su primer año en la Universidad de Utah, Pöltl parece no haber hecho muchos cambios en su arsenal, y esa ausencia de tiro o de recursos en el poste podría perjudicarle mucho, aunque es algo con lo que cualquier franquicia debe convivir con casi la totalidad de los jugadores interiores jóvenes.
En nbadraft.net, otra de las biblias de prospects, lo comparan con Andrew Bogut, el australiano de origen croata de los Golden State Warriors, que también forjó su carrera en los Utah Utes. Probablemente las expectativas no sean tan altas, ya que Bogut tenía más talento ofensivo a su edad, pero Pöltl tiene margen de crecimiento y muestra un esfuerzo en cada balón que no es muy común entre hombres grandes. Además sus manos y su capacidad para finalizar cerca del aro apuntan a un posible buen futuro como pick n’ roll diver a la Brook López o Tyson Chandler, aunque esto no es lo mismo que decir que va a ser igual que ellos. Es importante no olvidar que tras un muy buen primer año tras venir de Austria en el que se benefició y mucho de la presencia del base senior Delon Wright – seleccionado con el número 20 de la primera ronda del pasado draft por los Toronto Raptors – el incremento de sus números ofensivos es una gran señal de que su desarrollo como profesional no tendría que estar limitado por la necesaria presencia de compañeros que le creasen todas las canastas.
De hecho, Pöltl fue la clave en la gran victoria de los Utes sobre Duke 77-75 a finales de diciembre, sumando 19 puntos en 8 de 11 en tiros y 14 rebotes. Su actuación no dejó indiferente a nadie, ni siquiera a su entrenador Larry Krystkowiak, que nunca pensó que le iba a costar tan poco al austríaco adaptarse al baloncesto NCAA y en tan poco tiempo: «Ha sido una sorpresa agradable», declaró.
Después de haber meditado el año pasado su posible salto a la NBA, Pöltl volvió a los Utes porque quería seguir progresando como jugador y su objetivo sobretodo ha sido el de ganar músculo para mejorar en el poste y ampliar su repertorio ofensivo, aunque esto segundo no es aparente todavía, el hecho de ser más fuerte ahora le ha ayudado a posicionarse mejor en ataque y conseguir tiros más fáciles. Tras promediar 0,83 puntos por posesión en el poste el año pasado, el austriaco suma ahora 1,18 en el doble de oportunidades por partido, una mejora que le ha convertido en el octavo jugador más prolífico de las conferencias mayores en este aspecto. Si la temporada pasada Utah vivía de Wright, ahora su entrenador reconoce que con Pöltl empieza la ofensiva:
«Nuestro sistema está mucho más orientado a pasar la pelota adentro y jugar a partir de él y aprovecharnos de sus habilidades. Ni siquiera hacemos mucho de lo que hacíamos el año pasado».
Su perfil como jugador paciente, trabajador, y con instinto natural para este juego, combinado con sus cualidades naturales como defensor interior, es lo que hace que su nombre esté en la boca de todos los expertos del baloncesto universitario y del draft, pero su lugar como estrella de la Universidad de Utah es el que hace que muchos en Salt Lake City quieran que termine siendo elegido por los Jazz en verano.
Ahora bien, ¿estará Pöltl disponible cuando les toque el turno a los Jazz en el draft? Ahora mismo, la franquicia del estado mormón tiene proyectado el número 15, y el pívot de los Utes es ahora mismo candidado indiscutible para estar en el top 8 cuanto menos, sobre todo en un draft donde además del ya mencionado Simmons no hay nadie que ahora mismo se perfile como futura estrella. ¿Querrían los Jazz hacer un traspaso para subir posiciones en el orden y seleccionar a Pöltl? Depende de si están contentos con su rotación interior, y el buen papel de Jeff Withey en la ausencia de Rudy Gobert hace menos probable que los Jazz crean necesario aumentar su inversión en la posición de pívot, pero ni Trevor Booker ni mucho menos Tibor Pleiss son respuestas a medio y largo plazo.
Tras escoger al canadiense Trey Lyles en primera ronda en el anterior draft, Utah tiene muchas de las necesidades de su plantilla cubiertas. A pesar de la incógnita de Trey Burke, los Jazz tienen tres jugadores de perímetro que acaparan la pelota – Gordon Hayward, Alec Burks, Rodney Hood – y Dante Exum, que en categorías inferiores ha demostrado ser un futurible playmaker. Todos ellos son jóvenes o entrando en la mejor parte de su carrera, con lo que añadir ahora otro nombre de impacto podría no ser lo ideal. Por dentro sin embargo las opciones son más limitadas, puesto que además de Gobert, Lyles – que de momento parece un acierto puesto que está apuntando maneras con más minutos disponibles – y Derrick Favors, los Jazz no tienen a nadie fijo. Withey podría cambiar la conversación sin embargo, y su contrato en 2016-17 sería casi el mínimo de nuevo, por lo que podría ser la opción ideal para seguir como recambio del francés Gobert.
Sin embargo, en 2017 Gobert será agente libre restringido y Hayward tendrá opción de jugador, además de que en 2018 Favors será agente libre y Hood y Exum restringidos. Lo que quiere decir que Utah podría querer mantener una opción barata y de futuro en la recámara por si acaso para la posición de pívot, y ahí es donde Pöltl podría encajar. La satisfactoria actuación del brasileño Raulzinho Neto en estos primeros meses de competición hace pensar que los Jazz aparentemente no necesitan otro base, y Pleiss tiene 26 años y poco margen ya de crecimiento, con lo que podría ser que la única necesidad para los de Salt Lake City fuera el puesto de center.
¿Es entonces una posibilidad que Jakob Pöltl recale en los Jazz? No es muy alta pero nunca se tienen suficientes jugadores de 2,13m. capaces de proteger el aro y anotar en la canasta contraria con gran eficiencia. Si Utah busca un relevo – o simplemente un seguro ante lo que pueda ocurrir relativo a lesiones o el mercado – barato y con futuro para el rol de Gobert, el austríaco de 20 años es el mejor disponible. El buen papel de Withey hace algo menos necesario aún esta estrategia, pero tampoco es una certeza que el ex de los Pelicans esté en los planes de futuro a largo plazo de Utah, y Pleiss es lo que es a estas alturas.