Derek Fisher se olvida de Kevin Seraphin

Kevin Seraphin llegó firmado este verano como agente libre a unos New York Knicks a los que se suponía que llegaba para dar un paso adelante en su carrera, tras haber progresado a lo largo de los años en Washington con los Wizards.

Ese paso no se empezó a dar en el principio de temporada, pues varias lesiones le impidieron tener una cierta continuidad en el equipo, pues fue ausente tanto en varios partidos de pretemporada como también lo fue en el tramo inicial de la Regular Season. Al principio costó en su vuelta, pero poco a poco empezó a jugar con más asiduidad y de veras que no lo hacía mal. En encuentros puntuales su aportación saliendo desde el banco fue clave, junto con Kyle O’Quinn en la pintura. 

Su techo en cuanto a su mejor partido este año llegó un domingo ante los Pelicans, donde lideró la victoria dos días después de la tragedia que vivió el país de Francia y más concreto, la ciudad de París. Sin embargo, su participación ha ido reduciéndose durante el mes de diciembre, cayendo poco a poco hasta tener una participación casi nula en enero.

En diciembre promediaba 11.5 minutos con 3.4 puntos, 3 rebotes, 1.4 asistencias y 0.7 tapones mientras que en enero está promediando en sólo dos partidos 7.2 minutos con 2 puntos, 2.5 rebotes, 0.5 asistencias y 0.5 tapones.

¿La razón? Es complicado y lo cierto es que no parece que tenga que ver con su rendimiento en concreto si no en la manera que quiere Fisher que juegue equipo, contando con muy pocos interiores y jugando muchos minutos con PF que aportan versatilidad como Thomas o Williams, sacando un poco de la rotación a Kyle O’Quinn pero sobre todo a Kevin Seraphin. 

Lo cierto es que de momento los Knicks están funcionando mejor sin él pero no deja de ser preocupante el cortar la progresión de un jugador que parecía que podía dar mucho a este equipo.