Los Knicks, sin equilibrio en la ausencia de Carmelo Anthony
Perdieron el miércoles contra los Nets
La derrota frente a los Nets el miércoles a la noche sirvió para recordarle al equipo, y a la afición, de lo importante que es Carmelo Anthony en la plantilla. Los Knicks perdieron 110-104 contra uno de las escuadras de los de Brooklyn más tristes en las últimas décadas, unos Nets cuyo récord de 11-28 no alcanza a reflejar la enorme bola gris y negra de problemas que presentan hoy en día, y a futuro.
Estos Knicks no están ni cerca de algo así de triste. Es más, con cada bloqueo de Porzingis, con cada pase inteligente de Carmelo, y con cada corte con buen timing que lleva a una bandeja en el marco del glorioso(mientras se gane) triángulo, los fans de este equipo Knickerbocker sonríen al saber que las cosas van bien.
Pero luego ocurren derrotas como estas, en las que la pelota no quiere entrar en el aro, y en las que miramos al récord de los Knicks, y nos damos cuenta de que hoy en día, son solamente un equipo que está 20-21 en un vertiginoso Este.
Podemos argumentar que Porzingis es un excelente jugador (lo es), pero todos tienen una mala noche.
Verdareramente, se extrañó a Anthony, y Porzingis quiere dar un paso adelante en su ausencia.
«Siempre hace el juego más fácil para nosotros. Siempre atrae mucha atención. Puedo decir que desde el principio ellos me estuvieron prestando mucha atención a mí. Tuve a Thaddeus Young pegado a mi camiseta, jugando una defensa realmente dura,» dijo Porzingis.
«Sin Carmelo, obviamente las cosas son diferentes,» dijo el novato letón. «Son noches como estas, en las que no lo tenemos, en las que no puedo tener una mala noche con el tiro. Debo tomar el liderazgo.»
Esto no demuestra que los Knicks sean totalmente dependientes de Carmelo, todo lo contrario. Carmelo ha puesto su juego en un nivel mucho más alto esta temporada, siendo el lider indiscutido de esta plantilla, demostrándolo en la cancha mediante sus selección de tiros y su total voluntad a pasar el balón por el bien del equipo.
Lo único que demuestra esto, es que los Knicks tienen que ser consistentes si no quieren ser el equipo triste que fueron el miércoles.