¿CJ McCollum por Kevin Love? No, gracias

Hace algunos días, en el episodio #53 de su podcast, el periodista de HBO y anterior estrella de ESPN, Bill Simmons, propuso un traspaso en el que los Portland Trail Blazers mandarían a CJ McCollum a los Cleveland Cavaliers a cambio de Kevin Love. Si el intercambio, a simple vista, podría parecer beneficioso para ambos conjuntos, en realidad sólo interesaría al equipo de LeBron James, que en año y medio desde que adquirieron a Love no han conseguido sacarle rendimiento y su papel dista mucho del previsto cuando llegó.

Para Simmons los Blazers no van a llegar a ningún lado con dos tiradores bajitos, y la mejor opción es darle un nuevo hogar a Love, que en su días buenos es uno de los mejores stretch forwards de la NBA, pero que en Cleveland se ha convertido en un señuelo para las defensas rivales y su rendimiento ha disminuido en casi todas las facetas del juego. Love todavía tiene 27 años y recién firmó un contrato de cinco años y 110 millones de dólares, un precio asumible para una franquicia como Portland si dicho jugador produce a ese nivel, cosa que desafortunadamente no está pasando con el ex de los Timberwolves. McCollum sin embargo, apenas tiene 24 años y está siendo uno de los grandes protagonistas de esta temporada, con una actuación que le ha otorgado la candidatura de facto para el premio a Jugador Más Mejorado.

Ambos jugadores viven de su capacidad para encestar de fuera, pero el supuesto valor de Love sería mayor porque en su posición cada vez es más importante para atacar las defensas rivales. El problema que está teniendo en Cleveland es que no ha encajado y ni los Cavaliers ni LeBron James ni Kyrie Irving han hecho ademán por encontrarle una solución. De hecho las dificultades para hacer funcionar al equipo con Love han sido seguramente una de las principales responsables de que los Cavs no estén pasando por encima de la Conferencia Este en lo que llevamos de curso. Su nivel defensivo es también una enorme preocupación, porque a pesar de que nunca fue un gran defensor, este año su esfuerzo por perder peso y estar más ligero para aguantar mejor el rigo de la larga temporada ha provocado que sea más vulnerable en el poste. En el reciente partido contra los Golden State Warriors en el que Cleveland fue destrozado sin piedad, Love se convirtió en el objetivo de burla de los fans y la prensa tras una jugada en la que se pierde como un pollo sin cabeza ante el pick n’ roll de los actuales campeones de la NBA.

McCollum no es la panacea, ni mucho menos, ya que su defensa y más aún cuando se junta con la de Lillard, es también muy sospechosa, pero su progresión parece no tener límites -sobre todo como tirador exterior, donde ya es uno de los mejores de la liga – y su combinación con el All-Star de los Blazers recuerda a la de los Splash Brothers en Golden State, como recogía hace unos días el gran Mike Prada en SBNation. Además de que el hecho de que ambos estén creciendo juntos pueda ser muy beneficioso a medio y largo plazo para el equipo de Oregon, McCollum es también el base de la segunda unidad de los hombres entrenados por Terry Stotts, un papel que está ejerciendo cada vez de manera más eficiente. También hay que tener en cuenta que la totalidad de la plantilla está diseñada para complementar a estos dos jugadores, y en ataque de momento los resultados son inmejorables, donde los Blazers se sitúan entre los mejores de la NBA.

Para los Cavs el beneficio residiría en el ahorro de dinero que tendrían sin tanto impuesto de lujo y también en la mejora en la posición de escolta, donde JR Smith es inconsistente y muchas veces puede ser más un dolor de cabeza que otra cosa. Portland sin embargo no ganaría nada, ya que con Meyers Leonard y Noah Vonleh ya tiene dos stretch forwards al menos sobre el papel, y encima afectaría a la química del grupo y su súper estrella Damian Lillard, que con McCollum en pista se desenvuelve muy bien. Algunos dirán que Love sería un gran sustituto de LaMarcus Aldridge, pero el jugador ahora en los Spurs es mucho mejor defensor y en alineaciones pequeñas además podía ocupar el puesto de pívot. Por no hablar de que su juego ofensivo es bastante más eficiente que el de Love, que en este curso apenas ronda el 42% en tiros de campo.

En el hipotético mejor escenario en el que Love vuelve al nivel que tenía en Minnesota, sus problemas como defensor seguirían estando ahí, y los Blazers se encontrarían en el mismo caso que con McCollum pero con la tarea pendiente de hacerle encajar en su esquema y con Lillard y con bastante más dinero atado a un jugador.