Querida NBA, Justise Winslow es muy bueno

No ha sido seleccionado para el Rising Stars Challenge

Fuente: Disney | ABC Television Group (CC)
Fuente: Disney | ABC Television Group (CC)

De pequeño no era de los que más atención prestaba a clase. Era más bien de esos que se sentaban al final y que veía el colegio más como un medio lúdico donde encontrarme con los amigos que un lugar donde labrarme un futuro como persona. Sin embargo, tampoco es que se me diera mal del todo y después de muchos años alguna cosa se me ha quedado de tanta cantidad de información inútil necesaria que nos introducían en la cabeza día tras día, de lunes a viernes y vuelta a empezar. Una de esas cosas voy a intentar plasmarla en este artículo. Una vez me dijeron:

«Si quieres quejarte y que la gente se entere, escribe una carta, muy educada y formal, explicando los motivos de tu queja. Pero no solo eso, propón soluciones. El mundo lleno de quejicas no avanza, el mundo avanza cuando se solucionan los problemas.»

Por eso hoy, aquí, escribo una de esas llamadas «cartas abiertas» a la todopoderosa National Basketball Association. Pero yo no soy tonto, sé que no me van a oír ni prestar atención. Es un mero ejercicio de desfogue, que espero también ayude a algunos de vosotros, lectores, a apreciar la figura de Justise Winslow más allá del boxscore. Pero basta ya de preámbulos que me voy por las ramas, dicha carta empieza como ya sabéis:

Querida NBA,

Justise Winslow lleva ya mucho tiempo siendo un jugador destacado en el baloncesto universitario. No voy yo a desvelaros dónde está el santo grial, incluso se rumoreó que sería un TOP5 en el Draft, aunque finalmente cayera a una (bendita) décima posición y los Heat le seleccionaran sin pestañear.

Su principal problema siempre han sido las estadísticas. En Duke ya se le notó, promediando unos relativamente discretos 12.6 puntos y 6.5 rebotes en casi 30 minutos de juego por encuentro. Ahora, en Miami sus estadísticas dan poco menos que pena: 5.7 puntos y 4.8 rebotes. Sin embargo, Spoelstra le usa 27 minutos cada noche, por algo será.

La respuesta a esta cuestión es clara y evidente; Justise Winslow no es un jugador con el que fijarte en las estadísticas, todavía. Uno de los casos más evidentes con el que compararse es Kawhi Leonard. Sí, la estrella de los Spurs (una de ellas, obviamente) y MVP de unas Finales, el mismo. En su temporada rookie Pops le usó una media de 24 minutos por partido, y sus estadísticas tras 64 encuentros fueron de 7.9 puntos y 5.1 rebotes. Kawhi, al igual que Winslow, ya era un tremendo jugador por aquél entonces y con los años lo ha demostrado sobradamente.

Justise Winslow es un escolta/alero de unas características marcadamente defensivas, por ahora. Al igual de Leonard, está destacando en los inicios de su carrera profesional como un stopper de una grandísima calidad, y jugadores consagrados como Paul George o DeMar DeRozan ya le han sufrido. Sin embargo, tiene un potencial ofensivo en el que es difícil verle techo, como Kawhi. Sus porcentajes no son los mejores de la historia, pero tampoco juega en unas condiciones en las que esté plenamente cómodo aún. La NBA es muy diferente de la NCAA y todo jugador lo nota.

Con todas las cartas sobre la mesa, mi queja va dirigida, estimada NBA, a su no-selección para el Rising Stars Challenge que se celebra durante el All Star Weekend en Toronto, del 12 al 14 de Febrero. Con este pantomima formato novedoso de enfrentar a un equipo formado por rookies y sophomores de USA contra otro del Resto del Mundo, hay algunas selecciones dudosas. Con todos mis respetos, no considero que Raúl Neto, Mario Hezonja, Bojan Bogdanovic o D’Angelo Russell merezcan ir antes que Julius Randle, Devin Booker o, sobre todo, Justise Winslow. No es una cuestión de si «X» aporta más o menos puntos que «Y», o por lo menos no debería serlo. La importancia de Winslow en los esquemas de Miami Heat es más que evidente (y eficiente), por eso juega cerca de 30 minutos cada partido y no 13 como Hezonja.

Mi enfado es evidente, porque también es evidente que Justise Winslow merece ir a este partido tanto como las grandes estrellas de esta camada. Que no ataque bien no significa que no juegue bien. Juega muy bien casi cada noche y hace muchas cosas que a otro jugador de 19 años ni se le pasarían por la cabeza; porque juega con eso, cabeza. Justise Winslow es un profesional como la copa de un pino que no se quejará por esta decisión; de hecho no creo ni que le importe. Seguirá haciendo su trabajo, seguirá creciendo y progresando y cerrará bocas dentro de unos años.

Mi solución también es evidente, si hay jugadores de la talla de los mencionados que se quedan fuera por culpa del formato, el formato no es el adecuado. Si hay jugadores como estos que se quedan fuera porque las selecciones se basan en las estadísticas, la forma de selección puede que sea incorrecta. Yo no soy Moisés ni pretendo que se haga lo que digo o propongo; pero no estaría de más un poco de reflexión al respecto. La NBA es una gran institución y hace muchas, muchísimas cosas bien, pero esta no.

Querida NBA, ya no hay marcha atrás ni quiero ya que le seleccionen. Eso sí, espero que se den cuenta que con decisiones como esta están desvirtuando todavía más un espectáculo como el All Star, donde las estrellas deberían darse a conocer al mundo y no quedarse a verlo por la tele. Querida NBA, si siguen por este camino se van a cargar la esencia de la liga; si siguen así el All Star no lo va a ver ni espinete. No es cosa de Winslow, pero es una prueba más de su incompetencia dudosa rigurosidad en estos temas.

Muy atentamente,

Alex G.