Tibor Pleiss y su vuelta a la D-League

Como no podía ser de otro modo

El alemán Tibor Pleiss lleva ya unos días en Idaho. Fue enviado por los Utah Jazz a su filial en la D-League, los Idaho Stampede, por segunda vez en las últimas fechas. Y la verdad es que a nadie le sorprende la decisión. No está teniendo una buena temporada de rookie el ex jugador de la ACB, ya que su juego durante todo el curso no deja de despertar sospechas. ¿Está capacitado el jugador de Bergisch Gladbach para jugar en la NBA? muchos lo dudan.

Cuando el verano pasado los Jazz se interesaron por el pívot del Barcelona, Ante Tomic, para reforzar una plantilla que solo contaba con el francés Rudy Gobert como center puro a casi todo el mundo le pareció una buena idea. Utah tiene sus derechos desde hace un tiempo y el croata había ido progresando año a año hasta convertirse en un jugador importante a nivel continental. Tomic es un jugador con unas cualidades casi opuestas a las de Gobert, quizá por eso se buscó su fichaje. Mas ofensivo que defensivo, si, pero con 2,18 cm de estatura y amplia experiencia profesional en el viejo continente, si que se le veía capacitado para sumar minutos en un equipo como el que dirige Quin Snyder. Si la necesidad era la de un pívot grande y ofensivo el objetivo estaba claro. ¿El problema? algo a lo que están acostumbrados en el estado mormón: no quiso firmar por los Jazz.

Así que pasaron al plan «B», que no era otro que el otro pívot del equipo de la ciudad condal: Tibor Pleiss. Sus derechos los ostentaban desde el traspaso de Enes Kanter a OKC. Ya desde el momento de realizarse el traspaso se rumoreó que Utah intentaría en esas mismas fechas traerse al alemán, que con la salida del turco el equipo se quedaba muy corto de efectivos en el juego interior. Ya fuese solo un rumor o no, la cuestión fue que se quedó en Europa y los Jazz compitieron con lo que tenían. Y además lo hicieron muy exitosamente. Pero el caso es que en verano se fichó al alemán, y por varias temporadas. Aseguradas y bien pagadas.

¿Que vieron los ojeadores enviados por los Jazz? El asistente de Snyder, Alex Jensen, incluso se fue a trabajar con él mientras preparaba el europeo con Alemania, ¿que fue lo que trabajó exactamente? no lo sabemos. No hemos podido apreciarlo. Para los aficionados al basket de este lado del Atlántico el asunto estaba mas que claro. Pleiss es grande (7-3 pies) y no solo tiene altura, además goza de una buena envergadura. Tiene buena mano y es capaz de anotar desde diferentes zonas de la pintura. Es capaz de atrapar rebotes aunque no es un gran fajador a la hora de capturarlos…y puede que eso sea todo. No tiene recursos en la pintura, en defensa es una madre, su fortaleza mental brilla por su ausencia, corre de un lado al otro de la cancha sin producir otra cosa que no sea su propio sudor y lo que es peor: no parece evolucionar.

Porque era esa la esperanza que había puesto parte de la afición de los Jazz: que evolucionase. Es joven, tiene 26 años, se ponía a las ordenes de un entrenador y un cuerpo técnico que disfruta desarrollando jugadores jóvenes, iba a estar rodeados de jugadores también jóvenes en un ambiente de ilusión y sin demasiadas exigencias en cuanto a resultados inmediatos, e iba a ser el segundo pívot natural del equipo, iba a ser… iba a estar…pero antes que terminase la pretemporada los Jazz se vieron obligados a bucear por el mercado buscando otro pívot. Jeff Withey fue el elegido. Su contrato ni siquiera estaba garantizado, aun así le pasó por la derecha a Pleiss y se instaló en el puesto de segundo pívot. Tampoco contó demasiado para Snyder al principio, cuestión que quizá podría haber aprovechado el alemán…pero no fue así.

Porque llegaron las lesiones, Gobert primero y Favors después tenían que vestirse de calle para ver los partidos y los minutos en pista se ponían a la venta si querías participar. El resultado fue mas que evidente: a Tibor Pleiss se le envía a la D-League. Algunos pensaron que era buena cosa para él, que a Gobert también lo ocurrió lo mismo su primer año y que ahí podía intentar desarrollar su juego acumulando minutos…y sí, acumuló minutos y comenzó a asomar la cabeza en su nuevo equipo…pero se tuvo que volver tras unos pocos partidos ya que la plantilla a las ordenes de Snyder estaba en cuadro.

Ni eso parecía salirle bien al jugador. Porque su vuelta solo sirvió para que agitase su toalla de cuando en cuando y poco más. Ahora que Derrick Favors y Rudy Gobert han vuelto tras sus respectivas lesiones le han vuelto a enviar a Idaho. Y, o mucho cambian las cosas o se quedará por aquellos lares una buena temporada. ¿Aprovechará el tiempo? ¿evolucionará? ¿conseguirá sumar de algún modo al rendimiento de los Jazz en un futuro cercano? Ojala sí, pero los pesimistas y/o cínicos por naturaleza y/o maleados por la vida como quien suscribe tienen bastantes dudas al respecto.

Aunque luego ves imágenes como éstas y las dudas se multiplican y  te asaltan…