Portland consigue su cuarta victoria seguida y afianza el octavo puesto

Nadie pensaba que los Blazers (23-26) iban a pelear por los Playoffs a principios de año, pero el equipo liderado por Damian Lillard se ha convertido en una de las grandes sorpresas de la liga, y anoche venció en casa a los Timberwolves (14-35) para extender su racha de victorias a cuatro, todas ellas por cinco puntos o menos. Mientras que estos mismos triunfos pueden parecer menores, para Portland es muy importante porque es un signo de madurez, el ser capaz de cerrar encuentros ajustados y salir victoriosos en momentos decisivos. Para Minnesota es la cuarta derrota seguida, pero su lucha es otra.

A pesar de que la pareja exterior Lillard-CJ McCollum se combinó para sumar 42 puntos, lo hicieron en 14 de 33 tiros y 1 de 10 en triples, lo que hace aún más meritorio el resultado final para los hombres dirigidos por Terry Stotts. La clave fue sin embargo la actuación del banquillo local, que anotó 40 puntos y superó al de los Wolves en 18. Además, Gerald Henderson obtuvo un +/- de +19 en sus minutos en pista, mejor marca del partido por delante del +16 de Meyers Leonard.

Los Blazers no estuvieron demasiado acertados de cara al aro y fue tan solo su tercera victoria en partidos en los que anotan menos de 100 puntos, y el 6 de 27 global en triples fue difícil de superar para un conjunto que basa gran parte de sus opciones de victoria en dicho arma. Aún así también mantuvieron a raya a Minnesota, dejándoles en un 43,8% en tiros de campo y maniatando al canadiense Andrew Wiggins en especial, que terminó con 15 puntos pero en 3 de 18 en tiros.

Karl-Anthony Towns, principal candidato al premio de Rookie del Año, demostró todo su potencial con un doble-doble más, sumando 21 puntos, 13 rebotes – 6 de ellos ofensivos -, 2 robos y 3 tapones en 9 de 18 en tiros y 1 de 2 en triples. Su esfuerzo en los tableros fue parte de una buena actuación colectiva de los Wolves, que superaron en los rechaces a los Blazers 49 a 37 y se llevaron 15 rebotes ofensivos, una marca encomiable.

Portland llegó al descanso nueve puntos arriba, 48-39, pero un tercer cuarto en el que sólo encestaron 15 puntos con 7 de 22 en triples les puso el partido cuesta arriba. Sin embargo, los jóvenes Blazers fueron capaces de mantener la compostura y darle la vuelta al final, superando a los visitantes 33-28 en el último parcial y cogiendo confianza para momentos similares el resto de la temporada, como admitía el pívot reserva Ed Davis:

«Así lo vamos a hacer el resto del año, simplemente peleándolo».

Los Blazers están transformándose a lo largo del curso en un equipo de Playoffs y esta victoria es especialmente importante por la entidad del rival y por el hecho de jugar en casa. Saben que si quieren seguir vivos en mayo, necesitan derrotar a equipos como los Wolves, y así lo reconocía Lillard:

«De venidas ya sabíamos que teníamos algunos partidos ganables y era cuestión de atar cabos sueltos. En los últimos partidos hemos defendido mejor, hemos pasado mejor la pelota y hemos jugado partidos más completos, y eso nos ha llevado a ganar cuatro partidos seguidos».

Minnesota echó de menos la producción de su otra estrella, Wiggins, pero otros nombres como Ricky Rubio o Gorgui Dieng rayaron a buen nivel, sumando 15 puntos, 4 rebotes, 9 asistencias y 3 robos, y un doble-doble con 13 y 10 respectivamente. El poco acierto exterior – 4/16 en triples -, y el 67,9% en los tiros libres fueron demasiado lastre sin embargo.

Los Wolves viajan a Los Angeles para enfrentarse a los Lakers mañana, mientras que los Portland Trail Blazers reciben a los Milwaukee Bucks en casa también mañana.