Al cierre de la fecha límite de traspasos de la NBA del 18 de febrero último, Utah realizó un cambio a 3 bandas con Atlanta Hawks y Chicago Bulls que llevó a Shelvin Mack a Salt Lake City. El base de 5 años de experiencia en la Liga, ex compañero de Gordon Hayward en la universidad de Butler, vino para reforzar la posición más endeble de los Jazz, la de base armador.
La pregunta de los fans de Utah era como se iba a adaptar al sistema del entrenador Quin Snyder, y como él iba a modificar las rotaciones del equipo, y de los bases particularmente (Trey Burke y Raul Neto). Para entender el impacto de Mack, primero tenemos que detallar el rendimiento de los bases de Utah Jazz hasta el partido contra Boston Celtics, el 19 de febrero, inclusive:
Raul Neto: Promedió 20,1 minutos saliendo de titular en todos los partidos, aportando 6,1 puntos, 1,5 rebotes y 2,4 asistencias con un 40% de tiros de tres puntos (casi 1 convertido por partido de promedio).
Trey Burke: Promedió 23,2 minutos en cancha, siempre saliendo del banquillo, aportando 11,4 puntos, 1,9 rebotes y 2,6 asistencias con un 35,1% de triples (convirtiendo en promedio 1,5 triples por partido).
También tenemos que poner en contexto las actuaciones de Shelvin Mack en Atlanta, que durante la actual temporada sólo ingresó en 24 partidos en los que promedió 3,9 puntos, 0,9 rebotes y 1,6 asistencias en 7,2 minutos. Era el tercer base de los Hawks, con Jeff Teague como titular y Dennis Schoder como suplente. Su máximo de minutos en un partido de la presente temporada fue 19.
Claramente el trade no generó grandes expectativas en los seguidores de los Utah Jazz, no se pensaba que se pudiera dar un salto de calidad en una posición diezmada del equipo, sobretodo en la parte defensiva, ya que es habitual que los bases armadores rivales tengan grandes actuaciones anotadoras contra los Jazz.
Hasta el momento Shelvin Mack disputó 3 partidos para los Jazz, con saldo de una victoria y 2 derrotas, por lo que es pronto para hacer apreciaciones contundentes, pero se notó el cambio y la confianza que el entrenador Quin Snyder tiene sobre él (recordemos que Quin fue asistente de los Hawks y compartió una temporada con el en Atlanta).
El primer partido fue una derrota contra los Portland Trail Blazers el pasado 21 de febrero. El quinteto titular se mantuvo igual que en los últimos partidos, con Neto en la base, acompañado de Rodney Hood, Gordon Hayward, Derrick Favors y Rudy Gobert. Mack fue el sexto hombre, el suplente que más minutos disputó (24:29) y de los 3 bases el que más tiempo estuvo en la duela. Su estreno fue convincente, con 16 puntos (7/11 en tiros de campo; 1/3 en triples y 1/2 en tiros libres), 6 asistencias y 3 rebotes. Ya desde el primer partido Snyder envió un mensaje claro, ya que la alineación que cerró el mismo fue Mack, Burke, Hayward, Hood y Favors incluyendo al nuevo base en un juego de «small ball» para intentar dar vuelta el resultado contra el equipo de Lillard. El partido finalizó en derrota por 111 a 115. Neto terminó jugando 10:05 minutos y Burke 13:24.
El segundo fue de local contra Houston Rockets, otro partido vital en la lucho por los últimos puestos de la conferencia Oeste. Fue victoria en tiempo suplementario por 117 a 114. Shelvin Mack formó parte del quinteto inicial junto a Hood, Hayward, Favors y Gobert. Paticipó durante 32:47 minutos aportando 17 puntos (5/11 en tiros de campo; 1/4 en triples y 6/8 en tiros libres), 2 asistencias y 1 rebote, aunque cometió 6 pérdidas. También participó al final del último cuarto, donde falló 2 triples en posesiones consecutivas que le hubieran dado la victoria a los Jazz, y al final del suplementario junto a los demás titulares. Fue el base que más tiempo estuvo en cancha, ya que Raul Neto jugó 08:06 minutos con 1 asistencia pero sin anotar; y Trey Burke durante 28:30 minutos colaborando con 15 puntos y 1 asistencia.
El tercer partido de este análisis lo disputaron ayer los Jazz contra los San Antonio Spurs, que terminó con una clara derrota por 96 a 78. Shelvin Mack volvió a ser titular disputando 28:54 minutos en los que convirtió 8 puntos (4/12 en tiros de campo; 0/2 en triples), tomó 3 rebotes y realizó 3 asistencias. Raul Neto colaboró con 4 puntos en 12:26 minutos jugados y Trey Burke con 5 en 11:42 minutos. La formación del cierre del partido no se toma en cuenta ya que los Spurs tenían más de 10 puntos de diferencia, y no se dio nunca una situación de «Clutch» (últimos 5 minutos con diferencia de 5 puntos o menos).
Como resumen, Snyder nos mostró en estos 3 partidos que piensa a Mack en principio como primer base por sobre el brasileño Raul Neto y Trey Burke. En promedio el nuevo base de los Jazz disputó 28 minutos, aportando 13,7 puntos, 2,3 rebotes y 3,7 asistencias. Lo más destacable es el apartado de asistencias, ya que manteniendo este promedio sería el líder de la categoría del equipo (actualmente lo es Gordon Hayward con 3,6 pases por partido). Su talón de Aquiles es el tiro de tres puntos, esta temporada con los Hawks tuvo un 14,8%, y en los 3 partidos con los Jazz lo incrementó a 22%. Muy pobre para un base armador. Su promedio de carrera también es malo, un 31,5%; y en su mejor temporada (la 2013/14) llegó a un 33,7%. Tendría que aspirar a superar el 30%, ya que el sistema de Quin Snyder se está volcando a darle cada vez más relevancia. Otro de sus puntos fuertes es la defensa, su gran envergadura y fuerza lo ayuda a contener a los bases rivales y habilita al equipo a realizar cambios de marca con un escolta o alero con menor riesgo.
Los roles de Trey Burke y Raul Neto decrecieron claramente, más que nada el del brasileño, que perdió la titularidad y la mitad de sus minutos de juego (de 20 que promediaba pasó a 10). A su favor, es el rol para el que lo contrataron a principio de temporada, con Dante Exum de titular (que luego de lesionó) y Trey Burke de segundo.
De mantener esta tendencia, a fin de temporada seguramente veremos partir a Burke en algún traspaso. Imaginamos a Exum recuperado al 100% como inicial, a Shelvin Mack como suplente y a Raul Neto como tercer base para afrontar la 2016 / 2017. Se proyecta un gran futuro para los Jazz, comenzando a pelear por cosas grandes en la conferencia Oeste.