Los jugadores interiores de los New York Knicks
¿Quién debe dominar la zona en el equipo?
Verano de 2015, entrada la agencia libre, los New York knicks tenían 74 millones con los que completar el salario de la temporada 2015-2016, y entre el margen salarial existente, nos podíamos permitir la incorporación de un jugador estrella a la franquicia, de los que muchos esperaban que fuera un pívot, ya que era una de las mayores carencias de la franquicia, tras habernos liberado la temporada anterior de Tyson Chandler, así como a mediados de 2015 la rescisión de contrato de Samuel Dalembert, el traspaso de Cole Aldrich y el traspaso por Jason Smith. Nos quedábamos en una situación en la que nuestra zona estaría dominada por Lou Amundson, y tanto Phil Jackson como cualquier aficionado casual de los New York Knicks, sabía que esa no era la mejor opción para un equipo que buscaba luchar en lo más alto de la tabla.
Fue entonces cuando llegaron las entrevistas , y así mismo, las entrevistas rechazadas con jugadores como Lamarcus Aldridge, de quién se esperaba un gran interés por pertenecer al proyecto de Phil Jackson pero que finalmente no encajó con la idea de jugar de pívot, pues bien es cierto que es un jugador que abusa en media distancia, pero para ello teníamos al futuro de la franquicia del que se esperaba mucho, y que tras meses no nos decepcionaría, Kristaps Porzingis. Por otro lado llegaron los intereses por DeAndre, pero este sumido en una patética situación con los Dallas Mavericks que movilizó a toda la nba de sus respectivas vacaciones, tampoco daría sus frutos. Por último, el jugador que parecía estar realmente dispuesto a formar parte de la estructura ofensiva-defensiva del equipo comandado por Phil Jackson, era Greg Monroe, pero contra todo pronóstico en cuestión de varios días, avanzó sus negociaciones con los Bucks y acabó firmando por ellos.La pieza clave que parecía encajar en los Knicks , se trataba de un jugador, que no destacaba precisamente por ser una estrella en su respectivo equipo, ni por ser una bestia a ambos lados de la cancha, pero sí por su regularidad defensiva, así como su magnífica capacidad reboteadora sobre todo en lo que lo ofensivo conlleva, se trataba de Robin López.
El jugador de los Blazers firmó por 4 años para un total de unos 53 millones de dólares, y no vino solo, pues O’Quinn jugador de los Orlando Magic, destacado en su gran rotundidad defensiva así como destacada habilidad ofensiva para encontrar a los compañeros, gracias a su gran visión de juego en el poste, le acompañaría en este viaje hacia New York, para un total de 16 millones en cuatro temporadas, y esto aún permitía hacernos con otro jugador interior para reforzar nuestra segunda unidad, un jugador cargado de energía y recursos ofensivos, que aportaría esa calidad tan necesitada las últimas temporadas en la zona cero del Madison, se trataba del jugador de los Wizards Kevin Seraphin, el cuál llegaría a la franquicia de la gran manzana firmando por un año para un total de 2 millónes ochocientos mil dólares. Este sería el último refuerzo interior antes de encarar la temporada 2015-2016 de la que tanto se esperaba en la gran Manzana. No había llegado ninguna «estrella» al equipo , pero lo que si se esperaba, es que estos jugadores hicieran de los Knicks un equipo bastante luchador en su pelea por los Playoffs del este.
Comienza la temporada , y Derek Fisher apuesta por un planteamiento que parece ser bastante estático y de no muchas variaciones con lo que respecta a las rotaciones interiores, pues la apuesta segura que el mantenía se trataba de un quinteto comandado por Calderon-Afflalo-Melo-Porzingis-Lopez , y este último es el que constituiría la mayor parte de minutos en la franquicia, aunque a comienzos no fue todo un camino de rosas. Robin tuvo un comienzo de temporada bastante flojo en cuanto a lo esperado por un center titular en una franquicia que aspiraba a competir, pues sus puntos rara vez superaban la decena, y su capacidad reboteadora dejaba mucho que desear, a pesar de dejar varios destellos en lo ofensivo, por lo que poco a poco, Kyle O’Quinn fue tomando protagonismo, disputando enormes minutos importantes, con consistencia defensiva y con grandes porcentajes en la zona ofensiva, pero esto no fue más que un proceso de ilusionismo, pues poco a poco la confianza en el campo que tenía el jugador se fue perdiendo, fruto de los pocos minutos que Derek le daba, así como su cierta carencia de rotundidad a la hora de finalizar las situaciones sencillas. Fue el famoso momento de la temporada en el que Fisher, no encontró una mejor solución que destronar a algunas de sus referencias de banquillo para hacer entrar en juego a Lou Amundson, cuyas carencias a ambos lados de la pista eran más que patentes, pero no parecían ser reconocidas por el entrenador de los Knicks.
Llegó entonces el 14 de Noviembre, un día en el que Kevin Seraphin disputó de importantes minutos contra los Pelicans, en los que demostró su impresionante capacidad defensiva así como sus asombrosos movimientos en el poste. Tanto él como O’quinn llegaron a jugar minutos en conjunto , pero una vez más esto no fue otra cosa que un simple espejismo en las supuestas rotaciones de Fisher, del que parecía tener unas ideas bastante claras en cuanto a las rotaciones, donde Seraphin de entre todos los interiores del equipo, iba a ser el jugador más perjudicado de cara a colaborar en el deseado éxito del equipo neoyorquino.
Tras una buena racha, pero esto fue lo trágico, la racha, comenzó una peor, perdimos más de 10 partidos en 15 de los que disputamos, el sueño de competir se alejaba, pues los playoffs empezaban a quedar lejos, y la directiva decidió como manera de disolver las dudas en la franquicia, la destitución de Derek Fisher y el nombramiento como entrenador jefe de su segundo, Kurt Rambis, quien ya era también conocido y disponía de la confianza de Phil Jackson, aunque con este nunca se sabe, pues nadie se esperaba la destitución de Derek a pesar de los malos resultados. Es la etapa en la que nos encontramos ahora mismo, en la que Robin López está en a un nivel espectacular, promediando 14 puntos y 10 rebotes en el mes de febrero, donde O’quinn está disputando grandes minutos en lo que su eficacia a ambos lados de la cancha está siendo asombrosa, donde Amundson no está disputando minutos, pero donde Kevin Seraphin no parece contar con la confianza necesaria para ser una pieza clave en el desarrollo del equipo, a pesar de que la confianza de la que dispone el jugador en sí, sigue intacta desde su firma en la agencia libre veraniega.
Queda la etapa más complicada de la temporada, pues hay que rozar la épica para entrar en playoffs, y el juego interior así como la defensa interna han de ser claves para que este «milagro» se produzca, y para ello, ¿ Qué interior debe dominar la pintura knickerbocker y cuáles deben disponer de más minutos?.
Desde luego mi apuesta clara para el puesto de titular debería seguir siendo el mejor Robin López que nos tiene acostumbrados los últimos partidos, pues sus porcentajes, rebotes ofensivos, y su aportación defensiva son una pieza clave en este incremento de buen juego que poco a poco parece hacerse sitio en el equipo que tanto lo necesita, pero tampoco debe abusar de minutos, pues las rotaciones y mantener nuestra zona fresca debe de ser un punto de partida en todos los sistemas baloncestísticos existentes. O’quinn debe ser el recambio de Robin, si mantiene el nivel al que nos tiene acostumbrados estos últimos partidos así como su aportación asistente que realizaba a principio de temporada, pero en mi opinión no debe de estar solo, aquel partido contra Pelicans demostró que la pareja O’quinn- Seraphin se entienden a la perfección y yo apostaría sin duda por mantener a ambos en pista durante varios minutos del partido en los que la necesidad de desatascar el partido fuera orden del día. ¿Quien sería sin duda el más perjudicado? , se trataría de Lou Amundson un jugador que a pesar de sus buenas intenciones, no tiene nivel a estas alturas para mantener la consistencia de un equipo luchador, que si no puede clasificarse para la post-temporada, al menos va a luchar como una franquicia legendaria, en la que siempre ha habido altibajos pero de la que nunca se podrá criticar de una cosa, su eterna entrega a la competitividad.