Jordan Mickey, bienvenido a los Boston Celtics

El rookie brilló los siete minutos que estuvo en cancha

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Hay distintas maneras de tomarte una temporada como rookie en la que no gozas de demasiadas oportunidades en la franquicia que te ha elegido. Hay quien prefiere dejarse ir y esperar su oportunidad en este u otro equipo y quien opta por destrozar a sus rivales noche sí y noche también para ver si así hace girar el cuello de su entrenador para que este le llame a jugar con los mayores.

Jordan Mickey, al igual que hizo Avery Bradley en su día, lleva cuatro meses siendo uno de los jugadores más destacados de la liga de desarrollo. Por ello, no es de extrañar que tras la salida de David Lee (baja irrelevante que abría ningún hueco en la rotación al estar fuera de ella) y la lesión de Kelly Olynyk hubiese un gran número de aficionados que pidiesen una oportunidad para el joven ala-pívot de Dallas; como nos hicimos eco en el Despacho durante el debate de la semana pasada.

Tras sus primeros minutos en la derrota contra Utah Jazz, como recogen los compañeros de CelticsBlog, Brad Stevens mandó un mensaje al jugador diciendo: «Be ready» que dejaba claro que iba a seguir contando con él. La contestación de Mickey, al igual que su estilo de juego, fue sobria pero efectiva: «Ok».

Ayer llegó esa oportunidad en forma de siete minutos contra, de nuevo, los Utah Jazz que tantos problemas causan siempre a los Orgullosos Verdes. Su saldo, si bien no demasiado impresionante en cuanto a cifras se refiere con 3 puntos, 3 rebotes y 2 tapones, fue más que positivo. Un +7 con él en pista que redujo la ventaja de los de Gordon Hayward de 13 a 6 puntos, cambió la actitud defensiva del equipo, y dejó más de una muestra de lo que puede aportar al equipo en este lado de la cancha: protección del aro, defensa del pick and roll, y buenas ayudas en el perímetro. En cuanto a sus habilidades ofensivas, poco pudo evidenciar de su amplio rango de tiro (está empezando a anotar algún triple), quedando todo en un gran mate tras asistencia de Crowder la jugada que hizo las delicias de todo el TD Garden tanto por la agresividad mostrada por el equipo en el robo de balón como por la energía con la que el novato hundió la pelota.

Como dijimos, su actitud defensiva se contagió en un equipo ya de por sí con el espíritu cleptómano propio de un concejal de urbanismo. Los Boston Celtics acabarían el encuentro con 13 tapones, el récord de esta temporada y algo que no se dejaba ver en los verdes desde el año 2009. Para que se hagan una idea, menos el enano todos los jugadores que ayer se pusieron una camiseta verde con el Celtics bordado sobre el pecho acabaron con al menos un tapón en su boxscore.

«Nos dio unos minutos increíbles» o «pensé que necesitábamos un impulso, y creo que cada vez que lo pusimos en pista acabó taponando algún tiro y robando balones» son parte de los elogios recibidos por Mickey de parte de Jae Crowder y Brad Stevens, respectivamente, tras la victoria anoche por 95 – 100. Veremos si el jugador sigue teniendo oportunidades antes de la vuelta de Kelly Olynyk. Será difícil que las tenga después de esto. Lo que está claro es que toda vez que entre en pista aprovechará sus minutos para tratar de tener más.