Posible interés de los Knicks en Ray McCallum

La horrible racha de resultados que atraviesan los Knicks ha puesto en alerta a todo el mundo en la franquicia. Desde la gerencia se siguen sondeando posibilidades que permitan al equipo adquirir consistencia que permita devolver la mentalidad ganadora a plantilla y cuerpo técnico.

A pesar de ser reincidente, el equipo del Madison arrastra graves problemas en el puesto de base, puesto en el que Calderón no termina de convencer y a Grant se le cierran las puertas poco a poco. Además, los contratos de 10 días firmados, en teoría, para darle una vuelta de tuerca al puesto carecen de la confianza de Kurt Rambis y abandonan la disciplina knickerbocker sin apenas haber podido demostrar su valía. Algo así le está sucediendo a Jimmer Fredette, que ve como se le vuelve a agotar la oportunidad de jugar en la NBA al igual que le sucedió al mayor de los Antetokounmpo, Thanasis.

El último rumor de la siempre activa prensa de Nueva York sitúa al point-guard Ray McCallum en la órbita de los pupilos de Rambis. El antiguo jugador de los San Antonio Spurs recalaría, de este modo, con un contrato de 10 días en la franquicia neoyorquina, y vendría para reforzar dicha posición endeble.

McCallum, drafteado en 2013, es un base de 24 años que se ha quedado sin hueco en el conjunto de Poppovich a raíz del fichaje del veterano base Andre Miller, ex compañero de Ricky en Minnesotta. Con los Spurs apenas tuvo oportunidades, y alternó en multitud de ocasiones su participación con el equipo afiliado en la D-League, los Austin Spurs, para acabar promediando unos paupérrimos 2.2 puntos, 1 rebote y 1.1 asistencia. En su defensa, cabe recordar que el base tuvo que lidiar con la competencia que tenía enfrente, nada menos que Tony Parker, Danny Green, Manu Ginobili o Patty Mills. Antes de enrolarse en las filas del equipo tejano ya jugó para los Sacramento Kings con los que promedió 6.9 puntos, 2.3 rebotes, 2.7 asistencias en dos temporada y cerca del 44% en tiros de campo.

A los Knicks se les agotan las opciones, y no parece que los contratos de 10 días vayan a solucionar la temporada del equipo, visto el nivel de confianza por parte del cuerpo técnico en los jugadores firmados por ese espacio breve de tiempo. Lo que sí queda claro es que algo debe cambiar en el seno de la franquicia, para no volver a caer en la mentalidad derrotista que hizo sepultar todas las ilusiones la pasada campaña. Este año, el equipo del Madison no cuenta con rondas de Draft y dejarse llevar no sería un decisión lógica, dada también la escasa paciencia que parece que le queda a los aficionados neoyorquinos que ven como su equipo se queda fuera de la postemporada año sí y año también. Parece que desde las oficinas se preparan para afrontar un duro verano de agencia libre, pero para atraer fichajes necesarios para cambiar el rumbo se debe apostar por esta misma temporada, y la manera que le queda a Phil Jackson y a Kurt Rambis de hacerlo es apostando por hombres con contratos de 10 días para cambiar la dinámica.