El dilema contractual de los Boston Celtics
Contratos muy buenos pero muchos expirings para el verano

Si estás conversando con un colega sobre la NBA y te dice que esperaba ver a los Boston Celtics terceros de la conferencia del este a poco más de un mes al inicio de la postemporada tienes dos opciones:
- Pegarle por mentiroso.
- Dejarle de hablar -por mentiroso.
Ahora bien, podemos analizar el juego, alabar a Brad Stevens como lo hacemos desde un buen tiempo atrás, elogiar a jugadores como Isaiah Thomas o Jae Crowder y mil cosas más. Danny Ainge ha confeccionado paso a paso una plantilla muy equilibrada -que pensábamos sería un problema- que ha sido la clave para traer a los Celtics a la escena de la liga en menos de tres años de reconstrucción. Sin embargo, como la mayoría de cosas ya se han hecho, quedaba hacer un breve repaso a los contratos de los Celtics, que podemos dividir entre «Robos», «Pérdidas» e «Interrogantes».
Robos
Los robos, como bien indica su nombre, son contratos que no equivalen en un centavo lo que el jugador brinda al equipo. En este caso, el que sale «robado» es el jugador porque su precio no está a la altura de lo que pueden hacer o en su defecto, han hecho.
Jae Crowder:
El #99 sí que ha sorprendido a todos los fanáticos de los Boston Celtics, conocíamos su talento defensivo y lo cómodo que estaba en el esquema de Stevens, por lo cual era una de las prioridades renovar su contrato en el verano pasado y Danny Ainge fue a la cacería, le renovó por cinco años con la siguiente distribución:
- 2015-2016: 6.000.000 USD
- 2016-2017: 6.500.000 USD
- 2017-2018: 7.000.000 USD
- 2018-2019: 7.500.000 USD
- 2019-2020: 8.000.000 USD
Ya, el contrato de por sí era barato hace un año, pagando seis millones al tercer mejor anotador del equipo y un feroz defensor que ha puesto en aprietos a más de un perimetral con status de super-estrella (leáse Carmelo Anthony). Ahora, con la subida del tope salarial a veinte millones más el año que viene, el contrato de Jae es una ganga porque su aporte en los intangibles es increíble. Por cierto, antes de cerrar el tema Jae, hace poco en la transmisión de CSSNE resultó que Crowder también es clutch:
En el último minuto de partido con diferencia de tres puntos o menos:
7 de 9 en tiros de campo (el mejor en toda la NBA).
3 de 4 en triples y 4 de 4 en tiros libres.
En pocas palabras, que bueno es saber que te tenemos por tanto tiempo, Clutch Crowder.
Evan Turner:
Si hablamos de intangibles, sale por supuesto el caso de Evan Turner. «El Presidente» es probablemente el jugador con más personalidad en el roster, o al menos eso demuestra en la cancha cuando el equipo más lo necesita. Sea en un mal inicio del quinteto titular y él llegando como salvador desde la banca junto a Marcus Smart, alimentando a Zeller desde cualquier posición o cerrando los partidos con su clásico tiro de media distancia o leyendo la cancha como tan bien sabe hacerlo.
El contrato de Evan fue por dos años, firmado en el verano del 2014 a cambio de $3,425,510 por temporada. La campaña pasada sorprendió cuando Stevens le dio la oportunidad armando la ofensiva verde y desde entonces, se ha metido al bolsillo a muchos aficionados de los Celtics. SI, no mete el triple. SI, aún así es demasiado importante en todos los otros aspectos. Y, porque no, es demasiado gracioso.
Isaiah Thomas:
Es necesario aclarar que el contrato de Isaiah Thomas no fue firmado por Danny Ainge sino por los Kings y los Suns en un acuerdo vía sign and trade que mandó al base de Tacoma rumbo a Arizona. El acuerdo es de 4 años y 27 millones totales, poco más de seis millones por año para un jugador que recientemente jugó el All Star Game y cada día se hace más un nombre en la liga.
Es la principal ficha ofensiva de los Celtics y poco de lo que pueda decir va a ser nuevo, desde que fue traspasado en la deadline del año pasado cambió tanto su carrera como el rumbo de la franquicia, es el go-to-guy de los de Stevens y solo cobra 6 millones, un robazo.
Avery Bradley:
Avery Bradley firmó en el 2014 una extensión de cuatro años a cambio de 32 millones de dólares, con ocho millones por temporada. En su momento, Ainge recibió críticas porque podría estar sobrepagado. Sin embargo, Bradley ha ido creciendo ofensivamente y hoy es el segundo máximo anotador del equipo, un defensor de élite y siendo el único jugador que permanece de aquella época dorada del Big Three, probablemente sea el hombre más querido de los aficionados.
Parágrafo:
No se incluye el de Marcus Smart por ser su contrato de novato, claramente aporta más de lo que cobra.
Pérdidas
Es una gran noticia que solo haya un hombre para nombrar acá, el sobrepagado al que no le vimos mucho sentido contratar y su colaboración no equipara su contrato. Quedó solo en la lista luego de que Lee se marchara rumbo a Dallas después del cierre del mercado de traspasos.
Amir Johnson:
Doce millones por año, una locura a simple vista, y hasta tenemos un hater de Amir en el Despacho de Auerbach. Sin embargo, todos sabemos que Ainge no regala así como así, el segundo año de contrato es opción del equipo y puede servir tanto para encajar en un traspaso como para soltar en caso de que no sea necesaria su permanencia en el equipo.
Johnson nos regala alguna que otra clavada impresionante, buenas defensas eventuales y algo en el poste. Sin embargo, en los momentos definitivos Stevens juega con su cuadro bajo y pierde completamente protagonismo, no es para nada determinante en el equipo.
Interrogantes
Hasta el momento todo ha ido bien, hemos nombrado los buenos y el malo, pero el dilema de los Celtics viene en que desde Evan Turner y su gran contrato junto con Jared Sullinger y Tyler Zeller (además de las opciones de equipo en Amir y Jonas Jerebko) terminan este año. Tantos expirings en jugadores que tienen un rol definido en la rotación de Brad Stevens sí que pueden ser un problema.
No tenemos estrellas, por más que Isaiah cada día se acerque más a una de ellas, por tanto la química ha sido en parte la que ha permitido hacer que el equipo llegue a donde está. Todos se identifican con el modelo de defensa dura y hacen crecer al equipo, lo más seguro que la ausencia de tantas piezas afectará el modelo del equipo y por ende su rendimiento.
Ainge tiene de nuevo un lindo verano por delante, con un pick gordo que viene de otro equipo y la postemporada asegurada, Boston podría ser un destino interesante. De no serlo, igual hay muchos activos que eventualmente se puedan traspasar. A estas alturas, da la sensación que falta poco para que los Celtics vuelvan a estar en posición de pelear por el campeonato.