El sinergismo entre los pívots de la cosecha del ’92
Los tres centers han mejorado notablemente este año
Los Toronto Raptors están segundos en el Este, a un paso de los Cavaliers, y con un récord de 43-20 que augura buenas noticias en PlayOffs. En los 19 partidos restantes, les valdría con conseguir un balance de 7-12 para llegar por primera vez en su historia a las 50 victorias y el deseado 60% de partidos ganados (algo que llevan haciendo más de 15 años los Spurs). El mérito lógicamente recae en Kyle Lowry y DeMar DeRozan y sus temporadas de All-Star (45 puntos entre ambos cada partido). Sin embargo, encontramos otras piezas como el trío Joseph-Ross-Patterson desde el banco que ha permitido al equipo dar un paso adelante frente a las demás segundas unidades. Sin embargo, hay otro factor que resalta muy a menudo el entrenador Casey, la presencia de un pívot titular de la talla de Valanciunas y un stopper defensivo como Bismack Biyombo.
El lituano, en su ya cuarta temporada en la NBA ha sabido encontrar su madurez en el juego, tanto en la anotación, como en la eficiencia, en el rebote y sobretodo en la dirección de la defensa. Lleva 16 partidos consecutivos anotando, al menos, 10 puntos lo que significa su mejor marca en toda su carrera. Sus números, 12.7 puntos, 9.1 rebotes, 0.8 asistencias y 1.1 tapones reflejan su mejoría con respecto al año pasado jugando incluso menos (26.1 minutos esta temporada, 0.1 menos que la anterior). Parece que poco a poco va demostrando por qué fue elegido en la 5ª posición del Draft de 2011 y el motivo de su renovación hasta 2020 por cerca de $46M.
En dicha noche del Draft, la de 2011, también otro pívot internacional fue elegido tras su buen hacer previo en Europa. Hablamos de Biyombo, el center congoleño que si bien está jugando menos que sus dos primeros años en Charlotte, está logrando muchos mejores números. Ha conseguido mejorar su lanzamiento de tiro libre, desde su original 48.3% en la 11/12, hasta el actual 65.0% en la presente campaña. Asimismo, promedia 8.0 capturas por noche, a lo que le suma 5.3 puntos, siendo ambos máximos de carrera. Destaca sobretodo su mejoría en el rebote defensivo, pasando de promediar 3.9 rechaces el año pasado a los actuales 5.8. Espectacular. Y más aun si vemos que su salario es notoramiente barato, ya que cobra tan solo $3M.
Pues bien amigos, los caminos de estos dos pívots se cruzaron en Toronto este verano y para sorpresa hasta del propio cuerpo técnico, la mejoría de ambos ha sido exponencial. Biyombo ha ganado muchos más recursos ofensivos, un tiro de media distancia casi fiable, habilidad de coger el balón con ambas manos y buscar el pase, mejor promedio desde el TL y capacidad de finalizar ataques con alley-oops. El propio entrenador Dwane Casey admitía lo siguiente:
«(Biz) Es mucho más de lo que esperaba. No me imaginaba el impacto que tendría en nuestra defensa. Es una gran adición para nuestro equipo, nos da inteligencia, físico… No sé cuántos partidos ha ganado con su defensa. Su energía, su espíritu».
Por su parte, Jonas Valanciunas se ha convertido en uno de los interiores más eficiente de la liga, con un porcentaje desde el tiro libre increíble (76%) para tratarse de un jugador de 2.14 metros. Además ha conseguido seguir anotando con eficacia en los tableros, promediando 57% en tiros de campo. Sin embargo, algo que le ha venido lacrando a Valanciunas esta campaña ha sido su defensa, ya que permite a sus rivales anotar un 56.6% en el aro, siendo el 9º peor defensor de la NBA.
Este factor se compensa con el hecho de que Biyombo solo permite anotar un 45.1% de los tiros de sus rivales, siendo el 9º mejor defensor en este aspecto. Lo que ha podido aprender el congoleño ha sido la habilidad de defender con piernas que tiene JV. De esta manera, es común ver a «Biz» defender los pick-and-rolls e incluso los jugadores del Small Ball saliendo hasta el triple. Por tanto ambos protagonistas declaraban ayer lo siguiente:
«Sí, cuando ves a alguien hacerlo bien quieres aprender y hacerlo tú mejor» decía Valanciunas «(Biyombo) me está motivando cada día y me hace trabajar duro en los entrenamientos para ir en la buena dirección».
«Está siendo genial porque nos picamos un poco entre los dos» Decía ayer Biyombo a Toronto Sun. «Al final del día, JV y yo sabemos que pese a ser pívots, jugamos diferentes, a un gran nivel, y el equipo tiene que seguir yendo así de bien gracias a esta diversidad. Es un reto excitante pero al mismo tiempo sirve como un proceso de aprendizaje para ambos».
Para cerrar este breve repaso a los talentos en la pintura canadiense cabe destacar la figura del tercero en discordia, el brasileño Lucas Nogueira que si bien es el que menos juega de los tres, cumple un papel muy importante en el equipo canadiense. Es, sin duda, el jugador con más atletismo (que no físico) del equipo, con una envergadura superior al 2.30 metros y un talento innato para convertirse en un gran rim protector. El año pasado fue de aclimatación, con pocos minutos en pista y muchos en el banquillo. Este año, pese a que su situación no ha mejorado drásticamente, sí que ha ido entrando más en la rotación, jugando partidos importantes y sobretodo dejando siempre una genial imagen. De esta manera, el círculo se cierra con el tercero de los pívots del ’92 que actualmente militan en los Raptors.