Tres candidatos para los Jazz en el draft

Valentine, Prince o Korkmaz serían ideales para Utah

Aunque es temprano para hacer cualquier análisis, teniendo en cuenta que todavía queda alrededor de un mes de temporada regular en la NBA, nunca es lo suficientemente pronto como para echar un vistazo a los jugadores que podrían interesar a determinado equipo en el próximo draft, y más aún con la disputa del March Madness, en el que es el mayor evento deportivo de los EE.UU. después de la Super Bowl.

Todavía no hay posición fija en el draft para los Utah Jazz, que aunque por el momento se encuentran fuera de plazas de Playoffs y en la lotería, bien podrían entrar en las eliminatorias por el título y obtener una elección inferior. Actualmente los Jazz tienen proyectado el número 12, un puesto que históricamente no ha producido mucho para el equipo que lo seleccionó. De hecho Utah escogió en ese lugar al escolta Alec Burks en 2011, y el ex de Colorado es probablemente uno de los mejores jugadores de la historia de esa elección. Así han caído nombres como Xavier Henry, Jason Thompson, Hilton Armstrong, Yaroslav Korolev, Robert Swift, Nick Collison, Melvin Ely, Vladimir Radmanovic o Aleksandar Radojevic en la última década y media. Si bien el número 12 es un lugar alto para escoger, los resultados de momento no son muy satisfactorios, exceptuando a Thaddeus Young, Muggsy Bogues o Mookie Blaylock.

Con todo, los Jazz tienen una plantilla consolidada con profundidad y juventud en multitud de posiciones y pueden permitirse escoger al mejor jugador disponible. Aún así sería contraproducente obviar las claras necesidades del equipo que entrena Quin Snyder, que son la de base – por mucho que se espere a Dante Exum – y la de otro jugador de perímetro más que tenga tiro exterior. Así vamos a tratar de encontrar quiénes pueden ser los tres jugadores más interesantes para Utah y que realisticamente puedan caer cerca del número 12 en estos momentos – ni Buddy Hield de Oklahoma ni Jamal Murray de Kentucky cuentan por lo tanto -:

  • Denzel Valentine – senior – Michigan State

Los Spartans cayeron en primera ronda del torneo de la NCAA ante el número 15 de su lado del cuadro, Middle Tennessee, en una de las mayores sorpresas acontecidas. Valentine no estuvo demasiado fino, perdiendo por ejemplo seis balones, pero aún así sumó 13 puntos, 12 asistencias, 6 rebotes y 2 robos, algo que no sorprende teniendo en cuenta los estratosféricos números que el versátil escolta ha producido en Michigan State.

Valentine ha sido una de las grandes historias del baloncesto universitario este año y no solo por sus triples-dobles. A pesar de su falta de capacidad atlética es uno de los candidatos a encontrar un sitio en la rotación de cualquier equipo de la NBA nada más aterrizar de este draft. Tiene tiro, inteligencia, manejo de balón, no es egoísta y además sabe lo que hay que hacer en cualquier momento. Con atletas reconocidos en plantilla los Jazz se podrían permitir el lujo de traerle y esconder sus deficiencias alrededor de Burks, Rodney Hood, Dante Exum o la pareja interior Derrick Favors-Rudy Gobert. En ataque proporcionaría muchas de las cosas que no tiene Utah, como manejo secundario de pelota y tiro tanto en parado como tras bote. Este curso ha encestado el 44,7% de sus triples en 7,5 intentos por partido; espectacular.

Una lesión de rodilla que requirió paso por el quirófano puede hacer que su nombre caiga un poquito más en las listas de otras franquicias NBA, pero con el número 12 los Jazz estarían consiguiendo a alguien capaz de ayudar ya y aún así en el mismo arco de proyección que sus otras promesas. Su madurez con 22 años estaría fuera de toda duda y con 1,96m. también podría jugar como base en un perímetro alto con Hayward, Hood y/o Burks. Utah ya no necesita buscar súper estrellas en el draft, sino jugadores que puedan contribuir en diferentes roles; Valentine es un candidato ideal.

Entre los cuatro finalistas para el Naismith Trophy a mejor jugador universitario del año.

  • Furkan Korkmaz – internacional – Anadolu Efes

Algunos pensarían que es un puesto muy alto para el joven turco de apenas 18 años, pero Korkmaz es un jugador con gran inteligencia ofensiva para su edad y un tiro de tres que podría ser letal. En algunos sitios la comparación que hacen es con Marco Bellinelli, y tengo que decir que coincido con ella, aunque su capacidad para atacar el aro y colgarse de él puede recordar a Mario Hezonja.

Es poco probable que Korkmaz diera el salto a la NBA la próxima temporada, pero con sus cualidades el momento en el que llegara no importaría demasiado. Este escolta de 2 metros de altura apenas está jugando con su club, y no es todavía lo suficientemente grande o fuerte para el más alto nivel, pero el futuro está ahí.

Utah se puede permitir esperar si creen en su desarrollo, y es que la presión existente sobre su entrenador, el serbio de 72 años Dusko Ivkovic, para llegar a lo más alto del baloncesto europeo, es lo único que le mantiene pegado al banco. Puede ser un playmaker en el futuro, tanto como distribuidor como anotador – envergadura y tira muy alto en suspensión – y, como en el caso anterior hemos resaltado, los Jazz necesitan bastante más de eso si quieren vivir con Favors y Gobert por dentro.

  • Taurean Prince – senior – Baylor

Otro senior, como Valentine, Prince es un alero de 2 metros que puede ganarse la vida perfectamente como role player durante muchos años en la NBA. Los Jazz, de nuevo, no necesitan buscar una súper estrella con la elección número 12, y si no hay un jugador que les encante en ese momento pueden adquirir, tal vez en un lugar un poco alto, al Mejor Sexto Hombre de la Big 12 en 2015.

Algunos piensan que Prince puede llegar a ser similar a Jae Crowder, el que es ahora mismo segundo mejor jugador de los Celtics y perfecto ejemplo de navaja multiusos. El alero de Baylor puede cambiar entre aleros, escoltas o incluso bases y con mayor trabajo y desarrollo físico podría hasta hacer de falso cuatro en alineaciones ultra pequeñas.

No es un creador de juego pero tira de tres a buen ritmo y además acaba fuerte cerca del aro. Esas habilidades irían bien rodeado de los Hood, Hayward y Burks y además ayudaría a hacer la vida más fácil a Gobert y Favors en defensa.

Tal vez el número 12 pueda ser algo alto para él, pero es un jugador a tener en cuenta y el equipo que se lo lleve lo va a agradecer desde el primer minuto.