Amir Johnson acelera y Smart no sabe frenar

Cosas que me gustan y cosas que no me gustan

FOTO: HUELLALINCE (CC)
FOTO: HUELLALINCE (CC)

Con diez partidos por jugarse y tras diez días sin Jae Crowder, los Boston Celtics comienzan a salir de un bache que ha costado más de un disgusto. Cuatro derrotas seguidas, incluida una bochornosa frente a los Thunder (bochornosa en lo deportivo, clarísimamente fue una derrota orquestada desde la dirección del equipo, para que Durant recordase Boston por algo más que el frío), han hecho saltar todas las alarmas. Tras varias noches en vela viendo a un equipo falto de actitud, los Celtics se plantaban ante el mejor equipo de su división, y segundo mejor del Este, con la necesidad de dar la vuelta a la situación. Si bien los Raptors llegaban al TD Garden con serias bajas, los Celtics ahogaron a su rival en un segunda parte en la que solo permitieron 33 puntos. No podemos decir todavía que se haya dado la vuelta a la «situación», pero sí podemos decir que la han dejado de lado, y lista para darle un último «empujoncito».

Cosas que me gustan y cosas que no me gustan

A Amir Johnson le vino bien San Patricio

Ya sea por la magia, los tréboles, la Guinness, un pequeño leprechaun o por la preciosa camiseta, lo cierto es que Amir Johnson ha dado un paso adelante desde que se conmemoró el fallecimiento del patrón de Irlanda, e incluso desde unos días antes, demostrando un profundo respeto por el misionero.

Tras una temporada inconsistente, Johnson ha sido una de esas bellísimas personas que se bajan del coche cuando se queda atascado en el fango y empuja hasta que lo saca (ante todo decir que, si en tu grupo de amigos contáis con un compadre de 2,06 metros y casi 100 kilos y no sale a empujar, es para decirle cuatro barbaridad… bueno, pensándolo mejor, el hotel no queda tan lejos andando, ¿verdad?).

Con unos promedios de 11 puntos y 11 rebotes desde el partido contra Indiana, Johson encadena 6 partidos jugando más de 20 minutos por primera vez desde enero, produciendo en ambas zonas y dando una energía muy necesaria a la maquinaria celtic.

«Pienso que desde la segunda parte contra Indiana está jugando muy bien.» – decía Stevens tras el partido en Philadelphia que Johnson terminó con 18 puntos y 8 rebotes. – «Por lo que vamos a necesitar que siga de esa manera. Nos da un nivel atlético diferente, y una capacidad de no solamente contestar tiros, sino también de finalizar jugadas y conseguir segundas oportunidades».

Sí, cada rebote nos cuesta más de un millón de dólares, ¿pero quién soy yo para discutir de oferta y demanda rebotera con gente de la NBA? Maldito mundo capitalista…

A Jared Sullinger no es más fácil saltarlo que rodearlo

Habrá quienes no conozcan la expresión «es más fácil saltarte que rodearte». Es un insulto deleznable que algunos malhablados utilizan refiriéndose a gente con sobrepeso, dando a entender que es más fácil pasar por encima de su cabeza, que emprender la larga marcha que supondría rodear sus caderas. Ni mucho menos es mi intención insultar a Sully por su condición física, pero es que la frase encaja perfectamente para explicar algo que me preocupa de cara a los PlayOffs, la defensa del Pick&Roll.

Es cierto que Sullinger ha mejorado en la faceta defensiva, con un Defensive Rating entre los mejores de la liga y por supuesto del equipo (coger este dato con pinzas, ya que tiene mucho que ver jugar en uno de los mejores equipos defensivos de la NBA), además de su gran capacidad reboteadora de vital importancia en unos Celtics demasiado generosos con el rival en los tableros. Pero, dejando esto a un lado, es innegable que Sullinger sufre sobremanera cuando lo sacan de posiciones interiores en las que puede usar su peso y envergadura para alterar tiros. Podéis coger cualquier partido de esta temporada y comprobar lo fácil que resulta al jugador que realiza el Pick&Roll superar la defensa de Sullinger, no por fundamentos, sino por lentitud.

Esto, en partidos sueltos, no supone un dificultad extremadamente complicada de solucionar, o más bien de vivir con ella y soportarla, pero en series a 7 partidos la situación cambia. Cuando llegan los PlayOffs, cada ajuste cuenta y no salir airoso de un enfrentamiento táctico con el entrenador rival, de solo uno, puede hacerte perder la eliminatoria.

Hemos podido verlo justamente la temporada pasada con los Warriors, que estaban pasando un mal trago en su serie contra los Grizzlies, hasta que decidieron emparejar a Bogut contra Allen. O cómo aprovecharon el dos contra uno que hacían los Cavs a Curry para generar tiros abiertos una y otra vez, o cómo los Cavs atacaban en Pick&Roll constantemente a David Lee.

Un solo defecto será explotado hasta la saciedad en los PlayOffs, un defecto que es, además, prácticamente imposible de solucionar, porque a Jared Sullinger es muy fácil rodearlo, y es una cosa que no me gusta nada.

Desde Toronto con amor

Por fin tenemos de vuelta al RoboCop de la Gendarmerie royale du Canaday lo echábamos mucho de menos. En un sistema tan coral como es el de los Boston Celtics perder una pieza importante de la rotación puede suponer el colapso del sistema en su totalidad. Si a esto le sumas la baja de Crowder, puedes empezar a comprender los motivos de la racha negativa.

Tras unos partidos que le sirvieron para coger ritmo y engrasar sus piezas, el #41 encontró lo que estaba buscando contra los Magic. Después de un 0/4 en triples contra los Sixers, Oly se percató de la presencia de una pieza molesta en su hombro derecho que antes no tenía, parece ser que los mecánicos se olvidaron de retirarle la protección que le habían puesto cuando estaban reparándolo. Ya sin esa molestia, Olynyk anotó 22 puntos (4/6 en triples) con una facilidad pasmosa, solo vista en entes superiores.

Kelly Olynyk proporciona una rama de habilidades y posibilidades que nadie más en el equipo puede aportar. Su capacidad para abrir la pista, lanzar tras cortinas y de penetrar y doblar, son únicas en un jugador de su tamaño, y la segunda unidad lo echaba mucho de menos. Aun así, su vuelta no se completará hasta que vuelva a compartir pista con Evan Turner y juntos hagan temblar a los suplentes de toda la liga.

Marcus, haz caso a Jordan

El río siempre vuelve a su cauce. No sabemos que pasaría en ese día de entrenamiento extra que tuvo Smart gracias a la tormenta Jonas, lo que sí podemos decir a ciencia cierta, es que no le ayudó con su tiro. Puede que en los partidos que siguieron al fenómeno meteorológico Marcus estuviese acertado, pero los malos porcentajes, como el agua, siempre vuelven a su cauce.

En los últimos 10 partidos, estos son los porcentajes de acierto del #36:

  • 28,57% en tiros de campo (28-98).
  • 17% en tiro de tres puntos (8-47).

Muchos de estos son malos tiros: tiros con el defensor encima, en mala posición, descompensado, bandejas contra el mundo… Pero muchos también son buenos tiros: lanzamientos con ambos pies en el suelo, liberados. Tiros abiertos que Smart sigue fallando, ¿por qué? sencillo, porque su técnica de tiro es, sencillamente, espantosa.

El base texano incumple una de las reglas de oro en cuanto a la técnica de tiro: «nunca bajes el balón por debajo de la cintura». Lo incumple, y lo incumple mucho. Además, rompe uno de los dogmas esenciales en la vida: «cuanto más sencillo mejor». La técnica de Smart es mala, pero podría ser efectiva (véase Parsons o Marion), al no serlo, debe buscar una forma de lanzar diferente que le ayude a tener más oportunidades de encestar. Michael Jordan lo tenía claro:

“Todo se resume en una sentencia sencilla: existen buenas y malas maneras de hacer las cosas. Usted puede practicar el tiro 8 horas diarias, pero si la técnica es errónea, solo se convertirá en un individuo que es bueno para tirar mal».

Y ahora mismo ese individuo es Smart. Nadie duda de su ética de trabajo, pero de nada le sirve a menos que modifique su forma de tirar.

En la parte defensiva nada cambia, pero su falta de confianza ofensiva ha hecho que un servidor se sienta más cómodo cuando un base novato, como es Terry Rozier, tiene el balón en sus manos. Sin quitar méritos al número 16 del Draft 2015, que está cumpliendo con creces los pocos minutos de los que disfruta. El líder de la segunda unidad, al ascender Turner a la primera, debe ser Smart.

Así que Marcus, ponte a trabajar y haz que pueda depositar mi confianza en ti, no me gusta depender de un chico que come emparedados de espaguetis.

 

El Pick de mis sueños/pesadillas

Los Nets, un equipo sin ninguna ambición en esta temporada, sin ningún otro objetivo que desarrollar sus jóvenes, siguen perdiendo. Mientras tanto, equipos como Suns o Wolves, con el objetivo claro de hacerse con el número uno del Draft, van ganando algunos partidos. Luego están los Lakers, que son como el IMSERSO (Instituto de Mayores y Servicios Sociales), su objetivo es que la gente mayor disfrute del turismo, llevarlos por todo el país para que en sus últimos días, vean mundo y se lo pasen bien. Además, si tienes algo de suerte, aún siendo joven, puedes unirte a su viaje y pagar menos por ir unos días a la playa.

Bien, con las victorias de Suns y Wolves, los Nets vuelven a recuperar esa tercera posición (virtualmente un pick 3), algo que me gusta. Pero en pleno March Madness y con el Draft cada vez más cerca, uno empieza a plantearse las opciones y caminos que pueden tomar los Celtics desde la noche del Draft y, sinceramente, acongoja.

En la noche del Draft (y en la previa de lotería que ampliará o achicará las opciones), da comienzo uno de los veranos más importantes para los Celtics en años. A partir de la noche del Draft y de lo que se haga en ella (elegir, qué elegir, no elegir, traspasar, trade down o trade up, renovaciones, agencia libre, qué hacer con los 32 novatos que llegan en julio…), los Celtics deben moverse con extremo cuidado y gran acierto, para convertir todos los paquetes de acciones que llevan comprando estos años en un buen camión lleno de billetes.

Y solo pensar en todas las variantes, posibilidades y en la cantidad de errores que pueden cometer (por desgracia bastantes más que aciertos), hace que me duela la cabeza, así que me voy a ver Draft Day para ver si el señor Costner me da alguna idea.