Bradley Beal, la decepción de la temporada

No ha dado el salto de calidad esperado

Foto: Keith Allison (CC)
Foto: Keith Allison (CC)

Bradley Beal no ha cuajado la temporada que muchos esperábamos. El escolta capitalino ha tenido serios problemas con las lesiones que le han impedido brillar como la estrella que se esperaba que fuese.

Comenzó la temporada como un rayo, anotando incluso triples decisivos, como el que le endosó a los San Antonio Spurs para darle la victoria a los suyos.

Demostraba que estábamos ante uno de los mejores escotas de la liga. Durante la pretemporada y parte de los primeros días de competición se habló muchísimo de que no iba a renovar su contrato con los Wizards. El jugador quería el máximo y la franquicia no estaba dispuesta a dárselo. En aquellas fechas se hablaba de los problemas que ya había arrastrado con las lesiones, en temporadas anteriores, pese a su juventud. El último día para dar una respuesta era el 31 de octubre y pasada la noche de Halloween se hacía oficial que no llegaban a un acuerdo. En verano se tendrá que sentar de nuevo a negociar para saber con certeza en qué equipo jugará. Actualmente es agente libre restringido, ya que finalizaría su cuarto año de contrato que firmó como novato, con lo cual los Wizards podrán igualar un contrato que Beal firme con otro conjunto.

La situación no es nada fácil para ambos bandos. El natural de Saint Louis es muy querido en Washington pero sus grandes problemas con las lesiones y su deseo de firmar por el máximo hacen pensar que su futuro está lejos de la capital estadounidense. Si él de verdad quiere seguir compartiendo vestuario con su socio Wall y juntos poder luchar por llevara los Wizards lo más lejos posible deberá rebajarse su salario.

En otras campañas hemos podido ver como jugadores de la talla de LeBron James se redujeron su salario para formar un equipo más competitivo, una opción bastante criticada por los fanáticos de la NBA, pero razonable para buscar un anillo. Vengo a poner este ejemplo por los grandes rumores que sitúan a Kevin Durant en su ciudad natal, aunque bien es cierto que que el alero de los Thunder ha acaparado muchos de los focos que le sitúan en diferentes franquicias que componen la mejor liga del mundo. Su llegada a D.C. elevaría todas las expectativas que se han perdido en este curso. Juntar a Wall, Beal y Durant no es una tarea nada fácil y por mucha calidad individual que tengan esto no acaba aquí, tienen que encajar y dejar de lado el ego.

Si Bradley Beal acaba quedándose en Washington y KD llega al equipo, habría que ver que sucedería con jugadores como Otto Porter, que está cuajando una buena temporada. En primer lugar, habría que convencer a la durántula de que este bloque puede aspirar al campeonato con su presencia y que esta campaña era una mera transición para poder firmar a un gran agente libre.

Foto: Keith Allison (CC)
Foto: Keith Allison (CC)

Volviendo con Beal. Unas semanas después de que se confirmase que el jugador no iba a renovar su contrato con los Wizards -al menos por el momento-, se lesionó de su peroné. Afirmó que se trataba de la misma lesión sufrida el año anterior, lo cual hacía saltar las alarmas. Al tiempo pudo regresar pero a finales de enero una rotura de nariz y una conmoción cerebral le obligaron a parar de nuevo. Su baja se hacía notar y pese a que John Wall trataba de dejarse la piel por su equipo la racha no presentaba esperanzas. Durante muchas jornadas han estado fuera de los puestos de Playoffs y ahora que se acercan los últimos partidos toca sacar la calculadora para ver si hay posibilidades serias de ocupar una de esas plazas, aunque la realidad es que están prácticamente fuera de la lucha por el título.

Cuando volvía a cogerse a la competición sufrió un aparatoso choque con Myles Turner en el cual se dañó la cadera y tuvo que parar de nuevo. Esta nueva lesión hacía pensar mucho en qué le podía estar pasando al imberbe escolta para lesionarse con tanta frecuencia. Un mal trabajo de recuperación en otras lesiones, es quizás lo primero que me viene a la mente. Cuando un jugador se lesiona con tanta frecuencia y siendo tan joven no anima a confiar en que tendrá un gran futuro. Duelo escribirlo decirlo pero es así, y sino que le pregunten a Derrick Rose.

Lo peor de todo es que se llegó a decir que Beal tendría que jugar con minutos restringidos el resto de su carrera y así está siendo, aunque cuando el equipo le ha necesitado ha jugado más tiempo del que le tocaba, pero en líneas generales el staff técnico está cumpliendo con la restricción en su juego. De hecho, en este curso hemos visto como ha comenzado un gran número de encuentros desde el banquillo, teniendo que adaptarse cada vez a un rol diferente. El problema para Randy Wittman no ha sido remodelar el equipo en función de su baja, porque para nada ha sido el único que ha causado baja durante parte de la temporada. La numerosa plaga de lesiones ha sido un quebradero de cabeza para el head coach capitalino.

En los últimos compromisos está partiendo como titular, a pesar de que le está costado encontrarse consigo mismo en los primeros compases de cada noche. Quizás esa situación puede deberse a la dificultad que supone verse en un rol completamente diferente dentro del único equipo en el cual ha militado en la NBA. Las dudas que puede llevar a verse en una situación así le están haciendo ser más cuidadoso a la hora de jugar, y es por ello que su rendimiento ha disminuido considerablemente.

A pesar de haber bajado su nivel de juego, sigue teniendo unos grandes números. Bien es cierto que solo ha subido en puntos y porcentaje en tiros de campo, pero hay que tener en cuenta que ahora juega 31 minutos. La temporada pasada permanecía en pista 33.4 minutos, pero con la marcha de Pierce se esperaba que diese un salto de calidad, como hizo al comenzar la regular season.

El equipo ha sabido reconducir la situación, ofreciéndole la oportunidad a Garrett Temple de dar un paso adelante y dejar de ser un jugador de disputar tan solo los minutos de la basura. Temple se ha afianzado con un hueco importante en la rotación capitalina.

El problema de las lesiones en el bloque que dirige Wittman, y sobre todo las numerosas molestias de Beal, ha dificultado mucho el rumbo. Al final han tenido que optar por traspasar a Kris Humphries y a DeJuan Blair para traer a Markieff Morris, al igual que han decidido fichar a J.J. Hickson y Marcus Thornton -cortando previamente a Gary Neal-. En cuanto a los resultados, la tónica no ha cambiado en exceso y salvo sorpresa el equipo se quedará sin disputar los Playoffs, tras alcanzar las semifinales de conferencia en las dos últimas campañas.

Muchos, entre los que me incluyo, confiábamos en que esta fuese su primera temporada como All-Star. Sin embargo, estamos llegando al final de la temporada y queda una gran duda por resolver: ¿le renovarías a cualquier precio?