El ‘estancamiento’ de Marcus Smart

Analizamos la segunda temporada del base de los Celtics


Smart y Porzinguis

Pese a que «La princesa prometida» es una de las mejores películas de todos los tiempos (reto a muerte a quien ose sostener lo contrario) hay una escena que me enerva cada vez que la veo. Dicho momento se sitúa muy cerca del final y no es otro que aquel en el que el taimado de Vizzini le dice al gigantón Fezzik «Ya era hora de que hicieses algo bien» tras traer unos caballos para salir huyendo. ¡Cómo que: «ya era hora»!, el bueno de Fezzik lleva toda la película realizando tareas de las que ha sacado provecho todo el mundo. Vale, quizás no tiene habilidades tan espectaculares como ser el mejor espadachín con cualquiera de las dos manos o un timador profesional. Todo perfecto. Pero tiene un conjunto específico de habilidades sin las cuales no habríais llegado a rescatar a Claire Underwood y encima no se da un pijo de importancia. En resumen, Vizzini, la próxima vez mejor será que cierres la boca.

Lo mismo pasa con Marcus Smart. El base de los Boston Celtics tiene un manejo de balón propia de un bulldozer y tampoco es que recuerde a Rajon Rondo repartiendo asistencias. Peor aún, según los datos aportados por Paul Swydan, Marcus Smart está realizando la peor temporada de la historia en cuanto a tiros de tres puntos se refiere.

Esta temporada, Marcus Smart ha lanzado 215 triples, de los que solo ha encestado 54 de ellos para un 25.4 % de acierto. En la historia de la NBA, 1943 jugadores han tirado al menos 200 triples en una temporada. El que mejor porcentaje tiene es Tim Legler con 5.22% en la 1995/96 (128 de 245). El peor de esos 1943 es, ahora mismo, el Marcus Smart de esta temporada.

Para poner un poco más de contexto a una estadística tan amplia, el periodista de Boston.com limita su búsqueda solo a aquellos bases que hayan lanzado más de 450 triples desde 1995 hasta ahora. En total hay 317, estando Smart en la 308ª posición. En definitiva, y más si tenemos en cuenta que el base de Oklahoma State fue el rookie que más triples encestó la temporada pasada con un más que decente 33.5 % de acierto, ya hay quien habla de que el sophomore de los Celitcs se ha estancado en su progresión. Además, el hecho de que haya perdido la titularidad – algo que tiene más que ver con la configuración de la actual plantilla que con su calidad – y de que Isaiah Thomas e Evan Tuner sean las primeras opciones para dirigir el equipo, empiezan a levantar las suspicacias en ciertos sectores sobre si no habremos elevado demasiado a nuestro número 36.

La respuesta corta es ‘no’. La larga, aquí viene.

Sí, Smart no es un buen triplista en un baloncesto que cada vez concede más protagonismo a este apartado del juego. Por ello podría parecer que la incidencia que puede tener el base en el mismo debería ser menor, más tratándose de un jugador perimetral. Nada más lejos de la realidad: Marcus Smart, como ha sido reconocido por su entrenador, Brad Stevens, o por compañeros como Evan Turner, Isaiah Thomas o Avery Bradley – precisamente aquellos con los que está peleando por un puesto -, es una pieza fundamental en las victorias logradas por los Orgullosos Verdes, participando o realizando jugadas que a la postre han resultado claves. No es habitual verle realizar un game winner (y el que realizó fácilmente puede estar en un Top-3 de los más feos nunca perpetrados), pero en las últimas semanas le hemos visto robar balones, dar asistencias o, incluso, coger rebotes ofensivos en momentos fundamentales de los partidos. Su rebote contra los Phoenix Suns, rodeado de tres jugadores más altos que él, que acabó en una asistencia para el triple de Jonas Jerebko tras aguantar la presión de esos mismos que no pudieron coger el balón, es la última muestra de esto que estamos diciendo.

Si las acciones puntuales no te dicen nada particular y eres más de números, también los hay que demuestran cómo afecta la presencia del texano en su equipo. Por ejemplo: es el segundo jugador de la plantilla con mejor +/- cuando está en pista (+ 2.7), solo por detrás de Jae Crowder (+ 5.1), y los Celtics promedian 105.1 puntos cada 100 posesiones cuando él juega, descendiendo 2.6 puntos la producción del equipo cuando se sienta en el banquillo. Es el 19º mejor base de la NBA en cuanto a clasificación +/- se refiere y no verán a ninguno de los de esa lista teniendo que defender a Paul George y Kevin Durant en la misma semana.

Más aún, durante sus dos temporadas en la NBA, el jugador ha sufrido tres lesiones de cierta gravedad (totalmente causales, nada que indique una propensión a la enfermería) que le han impedido hasta ahora realizar una pre-temporada completa,  el único periodo de tiempo que los jugadores tienen para pulir sus defectos y los entrenadores de implementar sus sistemas. Volviendo al problema del triple, todos hemos visto el impacto que un verano puede tener en el tiro de un jugador profesional, los ejemplos de José Manuel Calderón, Kevin Love, Carmelo Anthony, Sergio Rodríguez, Antonine Walker o Tony Parker estarán siempre ahí para quien quiera consultarlos. Además, según los mayores expertos en cuestiones técnicas, el triple es un factor que no se estabiliza hasta pasados los 750 tiros; el #36 sobrepasa ligeramente el ecuador.

Seguramente se haya quedado usted preocupado tras leer el puesto que ocupa Marcus Smart en el ranking histórico de triplistas. Quizás ha pensado: ‘vaya, el chico es bueno, pero para nada tiene dentro a esa estrella que todos esperamos’. Error, por detrás de él hay tres All-Star como Dwyane Wade, Rajon Rondo o DeMar DeRozan; y Smart tiene solo 22 años, una edad a la que Wade, por ejemplo, ni siquiera estaba en la NBA.

Nadie sabe qué puede acabar siendo el base texano, pero no cabe duda de que es y alberga dentro de sí a un jugador muy especial. Quizás, la mejor definición del actual nivel de juego del base es aquella que dio Tom Haberstroh en ESPN: «Marcus Smart está jugando como si estuviese siendo defendido por Marcus Smart». El tiempo dirá qué pasará cuando se de en cuenta de que enfrente de sí, muchas noches, tiene a James Harden.