«Carta a mi yo joven» de Damon Stoudamire

El base se sincera en una profunda carta

Damon Stoudamire, antiguo jugador de Portland Trail Blazers, escribió una carta muy personal dedicada a su yo de doce años en la que le habla de todos los errores que cometió y cómo conseguir ser mejor persona.

Al Dame de doce años,

«Escúchame. Cuando el periodista entre al vestuario con una taza vacía, no enloquezcas. No le maldigas. No te ofendas. Ni siquiera reacciones».

«Te puedo ver echando humo al estar leyendo esto».

«Relájate, cuando el reportero llegue al vestuario, estarás en tu décima temporada en la NBA».

«Sí, de verdad. Ni siquiera has tenido una etapa de crecimiento, eres un base de 5’10 pulgadas».

«Eso no es todo, estás jugando para los Portland Trail Blazers».

«Te voy a dar un minuto».

«Vas a estar ahora mismo en el equipo que juega a cinco minutos de casa de la abuela. Ahora tú vas a estar sobre el parqué. No en los asientos más baratos que hay. No tan arriba que parece que los jugadores son hormigas. No en los sitios que regalan».

«Véte, cuéntaselo al abuelo».

«Juegas cinco contra cinco, pero a pesar de ello estás solo. Todos y cada uno de los días. A campo entero, cinco contra cinco, corriendo… La imaginación es una cosa maravillosa, con ella puedes ser tu héroe, Isiah Thomas. Tú puedes hacer un crossover a George Gervin».

«Además, puedes ser el hombre que mande las jugadas: «¡Stoudamire avanza, se la da a Kersey! Jerome Kersey ¡sí!»

«Cuando ves a la abuela, sentada en las gradas, te vuelves loco. Anotarás 40 puntos en dos cuartos a esos pobres niños antes de que el entrenador te quite».

«Cuando veas a la abuela tras el partido ella algo así como: Damon, sabía que eras bueno, ¡pero no tanto!»

«No te verá nunca jugar en la NBA. Pero sabe que lo harás. Tu tiempo con ella va a ser menos del que esperas, pero lleva su voz en tu mente durante el resto de tu vida».

«En 2003, estando en unos Blazers competentes, vas a hacer algo estúpido. Vas a intentar pasar el control del aeropuerto con marihuana en tu equipaje de mano y serás detenido».

«Te voy a dar un minuto más».

«Estarás pensando. Yo estoy aquí machacándome a mi mismo intentando conseguirlo y ¡¿tú intentas meter droga en un avión estando en la NBA?!»

«Se que estás enfadado conmigo».

«Pero mira, Dame. Lo siento. la vida no es tan sencilla como un niño de doce años piensa que es. Todo el mundo comete errores. Tú también; tú. Ese chaval al que en el barrio le llamaban » El hombre» porque eres realmente serio intentando actuar como un chico mayor teniendo doce años. Planeando seriamente tu plan maestro».

Habla aquí, en esta carta, cómo vivió su entrada a la NBA y cómo se sentía.

«Esta es la verdad. Vas a jugar 13 años en la NBA, pero tu vida va a estar continuamente juzgada cuando el balón se detiene».

«Serás drafteado por los Detroit Pistons y pensarás que cómo vas a ir desde el centro de recreación hasta la NBA».

«Hay un chico llamado Lute Olson que va a ir a tu casa cuando estés en el instituto».

«Él no te va a decir como ser un vendedor de coches; tampoco como ser una superestrella. Te va a decir: «¿Sabes qué? Ya tengo un base y es alucinante. Pero creo que tú también puedes ser alucinante, te voy a convertir en un hombre».

«Sigue a este hombre a Arizona, pero no lo hagas por el baloncesto. Lute es un gran entrenador, pero no van por ahí las cosas. Hazlo porque ese hombre se preocupará de cómo eres como persona. Muchos entrenadores de la NCAA solo quieren jugadores para las victorias. Lute quiere convertirte en una buena persona».

«Escucha esto, que va enserio. Al llegar a Arizona, Lute hará que todos los jugadores de primer año reciban clases de etiqueta con las normas y los cubiertos en mesas de lujo. Cuando vayáis de viaje va a llevarte a un buen restaurante de carne por primera vez en tu vida. La camarera te va a sonreír y te preguntará: ¿Cómo quiere su filete, Señor? Y buscarás al entrenador en busca de ayuda».

«Lute te va a enseñar como pedir un bistec, como ser educado, como actuar como un profesional. Te va a abrir la mente hasta un nuevo mundo para ti. Irás a una Final Four con Arizona, ¿pero sabes qué? Cuando mires atrás en el tiempo, esa no va a ser la primera cosa que venga a tu mente».

«Recordarás los entrenamientos más que nadie. Recordarás cómo te partías el culo de la risa viendo como tus compañeros intentaban cortar un bistec con un cuchillo de mantequilla en un restaurante de lujo… Aquí está el porqué tanta gente amaba a este hombre. Irás a su fiesta de 80 cumpleaños, donde habrá unas 400 personas. Dame, tu ni siquiera conoces a 400 personas. Dame, te lo estoy diciendo, este hombre tenía estilo. Síguelo».

«Cuando te declares elegible al Draft del 95 después de tu año junior tu pensarás que estás preparado. Chico, no estás preparado. En el lado bueno, tu elección para el traje de la noche del Draft va a estar bastante bien. Gris oscuro con rayas. No demasiado mal para estar a mediados de los 90″.

«El problema viene cuando te sientas en el backstage de la sala verde. Te vas a poner muy nervioso, es ridículo. Cuando Toronto dice tu nombre en la séptima plaza, es como si todo se hubiese vuelto negro. Todo va como a cámara lenta. David Stern te da la mano y es extraño. No te sientes abrumado por la emociónTienes miedo».

«Pero, esos primeros años en Toronto van a ser una experiencia espectacular. Los fans estarán muy entusiasmados con tener baloncesto, incluso sin tener un verdadero pabellón. Toronto va a ser una gran experiencia para ti. Y los bases contra los que te vas a tener que enfrentar. Dios mio. La edad dorada».

Jason Kidd: «Eres rápido, ¿no? pues él es igual de rápido. Pero además tiene un coeficiente intelectual de baloncesto altísimo, es el paquete completo».

Allen Iverson: «Es el tío más atlético que nunca vas a ver en tú vida. En tu vida. Él es igual de alto que tú pero sus brazos son el doble. Sus manos son enormes. Puede anotar a voluntad y nunca verás a este tipo cansarse. Ni una solo segundo que juegas contra él parece que no esté a tope. Es un monstruo«.

John Stockton: «Mira a este tío, no es nada, ¿verdad? Él solo quiere pasar todo el rato. Pero quedan 10 segundos por jugarse y está dos abajo. Stockton tiene el balón en la cabeza de la zona. Va a buscar a Malone en el poste y tres… dos… espera… ¿Qué? Stockton se detiene para triple. Pitan. En tu cara. Dentro. Este jugador es el jugador más generoso de toda la liga pero a la vez quiere ser el pez gordo. Este tipo no es solo difícil; Stockton es tan duro como el infierno«.

También Dame habla de su retorno a Portland, pero esta vez como jugador y las consecuencias que eso conllevaría.

«No te quiero asustar, solo te quiero preparar. Jugar al nivel de la NBA es algo que no muchos chicos de 20 años podrían soportar. Cuando vuelvas a Portland, te podrá parecer que tus sueños se han hecho realidad. Pero volver a casa también implica mucha presión. La gente va a querer un pedazo de ti. Vas a tener dinero y vas a pensar que debes a todo el mundo».

«Y chico, vas a perder muchísimo dinero haciendo esto. La gente te va a defraudar, la vida es así».

«El incidente del aeropuerto va a ser el punto de inflexión. Le vas a hacer una promesa a un reportero en particular de que se trataba de un error tonto y que has terminado con la marihuana. Unos meses más tarde, el reportero se presentará en un entrenamiento con un test casero de drogas. Cuando los resultados lleguen, te dirán lo que tu ya sabías. Estás limpio, el periodista escribirá una columna pidiendo disculpas y todos te ovacionarán en Portland».

«Ellos no saben los cinco contra cinco que jugabas cada día en tu cabeza, ellos no saben tu plan maestro. Solo una persona lo sabe realmente, y no va a estar mucho más tiempo. Dale un abrazo. A ella no la importa que estés en la NBA; lo único que la importa es que seas buena persona».

«Él es muy maduro»- siempre decía. ¿Sabes qué? No le digas que vas a ser jugador de la NBA, dila que quieres ser algo que ella amaría que hicieses».

Dile que hoy en día, a la hora de escribir esta carta, vas a obtener el primer empleo como entrenador jefe de la NCAA. Vas a tener la oportunidad de llevar a los niños y mostrarles lo que te mostró Lute. Tendrás la oportunidad de mirarles a los ojos y decirles la verdad».

«La vida es una locura».

Sinceramente,

Dame