Kobe Bryant y su implacabilidad, en el recuerdo

EX-COMPAÑEROS SUYOS RELATAN ANÉCDOTAS DE SU CARRERA

Kobe Bryant - Google Images (CC)
Kobe Bryant – Google Images (CC)

Por si algún despistado aun no lo sabe, la carrera de Kobe Bryant llega a su fin. Será explícitamente la noche del miércoles de esta semana, cuando los Lakers recibirán a Utah Jazz para cerrar la temporada regular, y el Staples Center se vestirá de gala para brindarle una gran despedida y homenaje al que ha sido una de sus mayores estrellas en los últimos 20 años.

Con motivo de su despedida, ‘The Players Tribune’ ha publicado una conversación que reunía a varios ex-jugadores históricos, los cuales compartieron vestuario con Kobe durante la especial época de los años 2000, donde consiguieron el ‘three-peat‘. Brian Shaw, Horace Grant, Ron Harper y Devean George conversan con los reporteros de la revista sobre un tema central: «¿Cómo recordaréis a Kobe Bryant?«. Para empezar, Brian Shaw:

Yo jugué contra el padre de Kobe en Italia en el 89. Entonces Kobe tenía 11 años. Joe Bryant (su padre) jugaba en un equipo de una ciudad pequeña. Siempre que cualquier equipo venía a Roma a jugar contra nosotros, todos los jugadores americanos se reunían en el McDonalds de allí, que será posiblemente más grande que cualquiera de todos los que hay aquí en Estados Unidos. Recuerdo vivamente ver a Kobe allí de niño, comiendo patatas fritas y hablando de baloncesto como un chico mayor.

Kobe ya vivía con intensidad el baloncesto. De hecho se metía con nosotros en el calentamiento antes del partido. Pero no hablo de un chaval que se pone de recoge-pelotas, no. El tío se ponía en la rueda de calentamiento a entrar a canasta, como si fuera uno más.

Una de esas veces, le dije que se quitase de en medio, y en su defensa me desafió a una partida de H-O-R-S-E. Sólo se que me ganó, y que con el paso de los años todo pasó de una partida de H-O-R-S-E, a que me ganase en un 1vs1 real.

Después de Italia, no volví a verlo hasta su año ‘junior’ en el instituto, cuando su padre lo trajo a verme a un partido, cuando yo jugaba en Orlando. Entonces ya tenía 16 años, y después del partido estuvimos hablando un rato. Para despedirse, me dijo: «Te veo después de mi año ‘senior’. Jugaré contra ti». Pensé que estaba loco y que se había saltado los años de universidad; pero año y medio después vi en las noticias que se presentaba al draft. Me dejó en ‘shock’.

El siguiente en dar su valoración fue Horace Grant, quien comparó la inconmensurable competitividad de Kobe con la del mismísimo Michael Jordan:

En términos de competitividad, están Jordan y a continuación Kobe. Créeme, he jugado contra los dos.

¿Sabes ese momento en el que va a empezar el partido y los capitanes se acercan a darse la mano con los árbitros? Michael te miraba fijamente mientras te estrechaba la mano. A veces incluso sonreía, mientras tanto pensaba en cómo iba a destrozarte en ese partido y a ponerte el pie en el cuello.

Kobe era muy diferente. Él venía a tí y te decía directamente que no le gustabas y que iba a destrozarte en el partido. No te lo decía antes del partido ni en el calentamiento, sino en el fragor de la batalla, cuando el partido está en ascuas. Le daba igual quién fueses, y no se cortaba al decirte «No me creo que te hayan puesto a ti. ¿De verdad crees que puedes defenderme?». Y no bromeaba; el defensor sabía que no bromeaba. Era su forma de hacerte sentir dubitativo. Y si juegas contra Kobe y dudas, estás finiquitado.

Fuente: Manuel acevedo (CC)
Fuente: Manuel acevedo (CC)

La relación entre ‘The Black Mamba‘ y el baloncesto no era amor, sino algo más… Puntualiza Ron Harper:

La implacabilidad de Bryant con respecto al baloncesto no tenía que ver solo con los partidos. El baloncesto era una obsesión ’24/7′ para él. Cuando empezaba el entrenamiento, él no necesitaba calentar. Llevaría calentando desde las 7 de la mañana, para estar listo para empezar. Se entrenaba tan fuerte que me hacía pensar: «Vale, este tío está intentando ser MJ. Realmente quiere ser el mejor de la historia…».

La competitividad de KB no tenía límites. En todo momento en su vida siempre ha intentado ejercitarse y competir para ser mejor que sí mismo. Empezaba a entrenar antes y terminaba después. Esa es la ambición que ha mantenido durante toda su carrera, con la que ha conseguido conquistar 5 anillos y permanecer 20 años en la mejor liga del mundo, siendo uno de los jugadores con más repercusión en el baloncesto moderno.

Como dice Brian Shaw en dicha entrevista, ni siquiera te dejaría ganarle un 1vs1 y que te fueras ‘de rositas’

Si le metías una canasta a Kobe o hacías alguna jugada espectacular frente a él, después del entrenamiento no te dejaría irte a casa hasta después de haber jugado un 1vs1 contra él. ¿Quién quiere jugar un 1vs1 contra Kobe? Exacto, nadie. Pero insistiría hasta que cedieras.

Si le hacías un ‘crossover’, todo el equipo empezaba a armar follón porque sabían lo competitivo que era. Así se mantenía una gran competitividad en el equipo, lo que desembocó en 3 anillos consecutivos.

Harper, Shaw, Grant y George recuerdan entonces una de sus anécdotas favoritas, y es cuando Kobe destrozó a Isaiah Rider en un 1vs1 durante un entrenamiento. Isaiah JR Rider (de Oakland, California) jugó en la NBA durante 9 temporadas y militó en los Lakers durante los años 2000-2001, con los que ganó un anillo. Devean George relata cómo lo conoció y la repercusión que tuvo el equipo junto con Kobe:

JR Rider era un tipo interesante, tenía mucho talento. Fue el primer jugador NBA que he conocido en persona. Soy de Minnesota, donde él empezó su carrera con los Timberwolves. Mi padre dirigía un bar en North Minneapolis, y un día me llamó porque JR estaba allí, así que cogí mi cámara y fui, pensando en qué hacía Isaiah Rider en un bar en North Minneapolis. Isaiah era un tío honesto, un tipo real.

Horace Grant añadió:

JR era un descarado. Los chavales de Oakland están hechos de otra pasta. Llegó al equipo en el 2000, justo después de que ganásemos un anillo, y aunque compartía posición con Kobe no suponía ninguna amenaza; aunque JR se dedicaba a hacer ‘trash-talking’ a Kobe de forma exagerada, diciendo cosas como «Devuelve tu culo a la cocina».

«Ese no es el tipo de cosas que puedes decirle a Kobe e irte tan pancho. Sabes que él no te lo va a permitir. En cuanto encuentre tu debilidad, irá a por ti y la exprimirá al máximo…» prosigue Brian Shaw:

JR era la estrella en Minnesota y en Portland, todo un anotador, e incluso había tenido buenos partidos antes contra los Lakers; así que llegó al equipo con mucha confianza. Tanta confianza, que un día en el entrenamiento le dijo a Kobe: «No te equivoques conmigo, tío. Sabes que soy una estrella y te he anotado muchas canastas.»

Kobe no dudó y dijo «Vale, tío. ¿De verdad crees que puedes conmigo? Okey, después del entrenamiento: uno contra uno, tú y yo.

Kobe Bryant - Keith Allison (CC)
Kobe Bryant – Keith Allison (CC)

A Phil Jackson le encantaban estas cosas, así que se negó a esperar al final del entrenamiento y echó al resto del equipo de la pista. Ron Harper cuenta entre risas: «Para estas cosas soy un veterano, así que si hay 1vs1 tomo asiento, alguien me trae un Gatorade, unas palomitas y estoy listo para ver el espectáculo».

Devean George relata la batalla:

Nadie del equipo se fue a ducharse al vestuario. Cada uno se cogió una silla al lado de la pista y se quedó a ver el duelo de titanes. Jugaron un partido a 10 puntos, y Kobe lo destrozó…

Bryant tenía 22 años, un atletismo increíble y una ‘stamina’ inagotable. Le pateó el culo. Sacó todos sus ases de la manga: mates, fintas, tiros en suspensión, crossovers, fade-aways…

Cuando terminó el ‘show’, todo el pabellón se reía de JR y le gritaban «Oye, JR, ten cuidado con lo que dices«.

Aquello fue un despropósito. No es como si se hubieran enfrentado Kobe y un jugador de banquillo. JR era un jugador súper-talentoso, pero Kobe se vino arriba y desató su locura sobre Isaiah.

Aunque esto haga parecer que había mal rollo en el equipo, no era el caso. De hecho esta competitividad forjó al equipo, como apunta B. Shaw:

La cosa es que ese año volvimos a ganar el anillo, y JR aportó mucho al equipo. Así funcionaban estos chicos, era un ambiente de competitividad y buen trabajo.

Camiseta de Kobe Bryant retirada en Lower Merion, su instituto - Wikimedia Commons (CC)
Camiseta de Kobe Bryant retirada en Lower Merion, su instituto – Wikimedia Commons (CC)

La inquietud del joven proveniente de Lower Merion por ser el mejor no se forjó en un día, de hecho siempre estuvo interesado por codearse con los mejores, saber cómo se entrenaban y qué hacía falta para llegar lejos. Sabiendo esto, él se dedicaba a exprimirlo al máximo. Horace Grant nos cuenta:

La mayoría de los jóvenes quieren llegar a jugar en la NBA, quizás estar en un ‘All-Star’, o algunos incluso ganar un anillo. Pero la mayoría de los chicos no tienen la pasión y la voluntad de querer ser realmente el mejor. Kobe lo quiso desde el primer momento. Su meta era perseguir a Jordan.

Estaba obsesionado. Después de finalizar la temporada, seguía siendo un animal. Se levantaba a las 5 de la mañana, se pasaba 4 horas tirando en el pabellón y trabajando en sus movimientos; después levantaba pesas en el gimnasio durante 2 horas. Después se iba a casa a comer y a descansar un rato, para luego volver a seguir tirando otro largo rato. Y así cada día…

A pesar de todo el estrellato, la carrera de Kobe Bryant en ningún momento ha sido fácil, habiendo estado plagada de lesiones, que le han hecho pasar muchos minutos alejado de las canchas. Brian Shaw rememora la situación en la que Kobe se rompió el Aquiles y volvió a la cancha para lanzar los dos tiros libres:

Tiene el umbral del dolor más alto que he visto nunca. Lebron tuvo calambres y se lo llevaron de la cancha en brazos; Pierce se fastidió la rodilla y lo sacaron en silla de ruedas; y a Dwyane Wade se lo tuvieron que llevar cuando se descolocó el hombro. Pero Kobe se rompió el Aquiles y no salió de la cancha hasta que el entrenador le dejó tirar los dos tiros libres. Entonces salió andando por sí mismo hasta el vestuario.

Es lo más impactante que he presenciado de él, y he visto muchas cosas. Pero cuando sabes qué se siente al tener una lesión así, sabes que lo que hay que tener para hacer eso es indescriptible.

Otra de las anécdotas que contaron Shaw y George para ‘The Players Tribune‘ sobre Kobe tiene que ver con la música. Y es que según cuentan, cuando iban en el autobús del equipo, solían escuchar y cantar música hip-hop durante el viaje:

Siempre que ‘Jay-Z’ sacaba un nuevo disco, nos lo pasábamos de miedo. Al primer día ya nos habíamos comprado todos el disco y nos sabíamos algunas de las frases, pero Kobe nos dejaba sorprendidos: 24 horas después de que saliese a la venta ya se sabía absolutamente todas las letras de todas las canciones, y se dedicaba a rapearlas completas. Nos quedábamos boquiabiertos con él…

George relata que se imaginaba a Kobe pasando las noches en vela con los auriculares puestos y apuntando todas las letras hasta memorizarlas:

Me lo imaginaba estudiándose las letras como mis hijos cuando hacen los deberes de Inglés. También pensaba que quizás era un genio, sin más. Todo esto es solo una ventana a su grandeza.

Para terminar, aunque con relación a su antes mencionada grandeza, Devean George describe el legado que ‘la Mamba‘ deja a la liga y al resto de los jugadores:

El legado de Kobe Bryant es lo bien que ha mantenido su grandeza. Muchos jugadores llegan a la NBA y se ganan el respeto, pero ser dominante durante 20 años es otra historia. Por eso todos los grandes jugadores se despiden de él con admiración ahora que su carrera toca a su fin.

Desde que Kobe anunció este año que se iba a retirar al final de esta temporada, el panorama Laker (y de parte de la NBA) ha cambiado por completo. Se acerca el momento en el que se retira la estrella con la que muchos nos hemos aficionado a este deporte, y otros tantos al púrpura y oro. La emoción, la nostalgia y la alegría se entremezclan cuando lo ves alzar la mano sonriente y saludar a la grada, mientras que oyes aclamar su nombre en todo el pabellón.

Adrián Rodríguez (CC)
Adrián Rodríguez (CC)