Análisis de temporada 2015-16: Sacramento Kings

Un año más, decepción y fuera de los Playoffs

Fuente: Michael Tipton (CC)
Fuente: Michael Tipton (CC)

LA MEJOR TEMPORADA DE LOS ÚLTIMOS AÑOS, PERO DECEPCIONANTE

El pasado verano, Vlade Divac se puso el mono de trabajo y consiguió reunir un equipo que parecía que podía devolver a los Sacramento Kings a los Playoffs después de 10 años empezando las vacaciones en el mes de abril. La afición, una de las más fieles y calientes de la NBA, sentía que este podría ser el año, ya que a la base de la temporada anterior, DeMarcus Cousins, Rudy Gay, Ben McLemore, Darren Collison u Omri Casspi, la franquicia había adquirido en verano a un jugador de la talla de Rajon Rondo, junto a piezas como Marco Belinelli, Kosta Koufos, Caron Butler, Quincy Acy o Seth Curry, sin olvidarnos de un sexto pick del draft, que los Kings habían utilizado para elegir a un jugador interior en busca de un equilibrio defensivo del que carecían, Willie Cauley-Stein, y que daban una profundidad de plantilla que no se veía en Sacramento desde hacía años.

A pesar de ello, los analistas americanos y expertos de la NBA daban pocas opciones a los Kings, o prácticamente ninguna, de clasificarse para los Playoffs, y no les daban más de 34/35 victorias, principalmente porque creían que un vestuario con George Karl como entrenador, y jugadores con el carácter de Cousins o Rondo iba a ser una bomba de relojería, y que el equipo no funcionaría.

La temporada ya comenzó mal para la franquicia californiana. El calendario hacía que en los ocho primeros partidos de los Kings tuviesen rivales de la magnitud de Golden State Warriors, San Antonio Spurs, Memphis Grizzlies, Houston Rockets o Los Angeles Clippers, y además, en cuatro de esos partidos perdieron a su jugador franquicia, Cousins, por lo que sacar alguna victoria se antojaba complicado. Tras un 1-7 de récord inicial, dejando en evidencia las carencias defensivas del equipo, volvían a salir a la luz problemas en el vestuario, con palabras en público de Cousins dando a entender que había problemas dentro de la franquicia, y que solo los jugadores juntos podrían solucionarlo, en clara alusión a George Karl. Aún así, la vuelta de Cousins impulsaba a los Kings a ganar tres partidos seguidos con actuaciones bestiales del pívot, y con Rondo dando lecciones de dirección de juego. El pívot y el base daban síntomas de poder formar una pareja letal, con Cousins ganando el premio a jugador de la semana y Rondo demostrando que su mejor versión había vuelto, dejando actuaciones memorables como sus 20 asistencias ante los Hornets, récord de Sacramento. La imagen del equipo había mejorado pero no conseguían ser consistentes, y para complicar las cosas, Cousins no terminaba de recuperarse al 100% y se perdía algún partido, que se traducían siempre en derrotas para los californianos.

Entraba diciembre y los Kings viajaban a México para enfrentarse a los Boston Celtics, en un partido que no iba a traer más que cosas negativas para los californianos. Primero, una contundente derrota ante la que nada pudieron hacer. Segundo, perdían a su mejor hombre en defensa, el rookie Cauley-Stein, entre cuatro y seis semanas, y además, Rondo protagonizaba uno de los momentos más bochornosos de la temporada, al insultar a un árbitro de forma homófoba, tras lo que fue sancionado. El equipo seguía sin ganar partidos con regularidad, e iban a acabar el 2015 de la peor forma posible, con tres derrotas consecutivas y la última de ellas, ante los Philadelphia 76ers. A pesar de todo, el año 2016 comenzaba con un giro de 180º, con los Kings ganando ocho de los primeros once partidos del año, logrando exhibiciones ofensivas como los 142 puntos a los Phoenix Suns, y con una gran noticia para su entrenador por el camino. George Karl entraba en la historia logrando meterse entre los cinco entrenadores con más victorias de la historia, mientras que Cousins seguía mostrando su mejor nivel y conseguía números al alcance de muy pocos jugadores en toda la historia de la NBA, números de auténtica leyenda, regalando además sus mejores actuaciones como profesional, con sus 48 puntos ante los Indiana Pacers, para dos días después meterle 56 a los Charlotte Hornets, consiguiendo así nuevas cifras históricas en la NBA.

Pero de vivir el mejor momento de la franquicia en años, llegaba, de forma inexplicable, el principio del fin de la temporada de los Kings. En esa racha de la que acabamos de hablar, los californianos se hacían con la octava plaza, la que les llevaría de nuevo a esos ansiados Playoffs, y además, Cousins era elegido por segundo año consecutivo para el All-Star. Desde ese momento, la racha de los Kings hasta el fin de semana de las estrellas fue de dos victorias y ocho derrotas, y por supuesto se alejaban de esa octava posición, y los focos parecían centrarse de nuevo en George Karl, cuyo cargo en Sacramento parecía estar en la cuerda floja. A pesar de todos los rumores de movimientos tanto en el banquillo como entre los jugadores, con Ben McLemore, Rudy Gay o Kostas Koufos inmersos en dichos rumores, todo siguió igual tras el All-Star. Volvían del All-Star, en el que el pívot tuvo una actuación discreta, y Cousins destrozaba en dos jornadas consecutivas a los Denver Nuggets, dando de nuevo alas al equipo. Pero solo fue un espejismo. Los Kings continuaban con la dinámica perdedora de las últimas semanas y encadenaban una racha de once derrotas en los siguientes trece partidos, dejando al equipo muy tocado, y sin prácticamente opciones de meterse en Playoffs, salvo un milagro. Durante esa racha, se conocía una inquietante noticia, ya que George Karl informaba que debía volver a someterse a un tratamiento contra el cáncer, aunque en esta ocasión a un nivel más leve que las anteriores.

En plena lucha por no descolgarse de la lucha por los Playoffs, los Kings iban a tener que tomar la decisión de suspender a DeMarcus Cousins, después de que este gritase a Karl durante un tiempo muerto. El equipo estaba en caída libre, la relación entre los jugadores y el entrenador, incluso la del entrenador con la directiva, empeoraba día a día, y el equipo seguía perdiendo partidos. Cousins mostraba su frustración casi en cada partido, parecía empeñado en batir otro récord, el de técnicas recibidas, saliendo a una por cada partido, siendo la gota que colmaba el vaso en un partido en el que, ganado de 20 a falta de 4 segundos, el pívot y Rondo aplaudían al arbitro de forma sarcástica, de forma que Cousins llegaba a su técnica número 16 y era suspendido con un partido más. De esta forma llegaba el tramo final de la temporada para los californianos, que veían como su esperanza de llegar a la postemporada se desvanecía, y lo único bueno que dejaba el último mes de liga era ver a un Seth Curry aprovechar los minutos de los que no dispuso durante toda la temporada, y dando show tras show para alegría de la afición del Sleep Train Arena, que por desgracia cerraría sus puertas de forma definitiva después de 28 años en los que han visto los mejores momentos de la franquicia, y momentos malos, muy malos, de los peores también de su historia. Al día siguiente de acabar esta decepcionante temporada, los Kings ya tomaron la decisión de despedir a George Karl, y se espera un nuevo verano de movimiento en las oficinas de la franquicia de Sacramento.

DESTACADOS

Decepción: George Karl

Fuente: Keith Allison (CC)
Fuente: Keith Allison (CC)

En este apartado, a punto han estado de entrar jugadores como Ben McLemore, del cual se sigue esperando ese salto de calidad que sigue sin llegar, o Rudy Gay, que durante muchos tramos de la temporada ha estado muy por debajo del nivel que se esperaba de él, y en momentos que tenía que dar un paso a frente, ha naufragado en el intento. Pero nos quedamos con el entrenador, George Karl, que ha fracasado en su intento de llevar a este equipo, un equipo con buenos jugadores, a un objetivo claro, los Playoffs, y gran parte de ello ha residido en el sistema defensivo del equipo, o mejor dicho, la ausencia de dicho sistema. Los Kings han sido el equipo que más puntos de media ha recibido en toda la liga, y sí, han anotado mucho, pero tampoco por una idea clara de jugar en ataque, más bien por arreones de sus jugadores, sobre todo de Cousins, con el que además, por mucho que hayan intentado vender lo contrario en numerosas ocasiones, nunca ha tenido buena relación, algo que afecta mucho en el vestuario. Finalmente, la temporada ha acabado con el despido de Karl de su cargo en el banquillo de Sacramento después de una temporada y media en la que se ha hablado más de sus problemas con los jugadores que de sus victorias y el buen juego del equipo.

La promesa: Seth Curry

ESPN
ESPN

Seth Curry, el hermano del MVP, por fin consiguió el pasado verano su oportunidad de jugar en la mejor liga de baloncesto del mundo, firmando un contrato de dos años con los Sacramento Kings, el segundo de ellos ‘player option’. Se esperaba que Curry tuviese más oportunidades de las que ha tenido hasta el final de temporada, pero su paso por la NBA en su primera temporada ha pasado muy desapercibido, hasta el último mes. En cuanto George Karl le ha dado minutos, Seth ha demostrado la calidad de la que atesora, dando auténticas exhibiciones, promediando más de 15 puntos y en algunos partidos superando la decena de asistencias. Ha sido capaz de anotar con gran facilidad, de muchas formas posibles, y además ha recibido halagos por su defensa de parte del entrenador. Además, ha mostrado una gran conexión con el otro rookie del equipo, Willie Cauley-Stein, al que ha surtido de numerosos alley-oops, y ahora solo falta saber si el jugador decide quedarse en Sacramento o probar en otro equipo, ya que seguro que no le van a faltar novias, aunque el propio Curry ha dicho que está contento donde está y que le gusta lo que tiene planeado Vlade Divac con la franquicia californiana.

La estrella: DeMarcus Cousins

Fuente: Michael Tipton (CC)
Fuente: Michael Tipton (CC)

El pívot de los Kings se ha consagrado esta temporada como uno de los mejores jugadores interiores de toda la NBA, para algunos incluso el mejor. Cousins ha dejado actuaciones dominantes en la inmensa mayoría de los partidos, ha conseguido acabar la temporada entre los cinco máximos anotadores de la temporada y los cinco máximos reboteadores. Como ya he dicho antes, ha batido numerosos récords, tanto de la franquicia de Sacramento como de la propia NBA, y ha sido All-Star por segunda vez. Va a volver a estar en los mejores quintetos de la temporada, incluso podría aparecer este año en el mejor en la posición de pívot. Pero hay que ponerle un pero a su temporada, y no es un pero cualquiera. En algunos partidos, Cousins ha sido el líder anotador, pero no el líder del equipo, no ha sabido involucrar a todo el equipo en los partidos cuando se necesitaban victorias, y con sus salidas de tono y su carácter, ha perjudicado en numerosas ocasiones al equipo, por lo que aún le falta corregir ese aspecto de su juego para conseguir ser considerado, de forma unánime, como el mejor jugador interior de la NBA.

OPINIÓN

La temporada de los Kings ha sido decepcionante para el que escribe estas líneas. Mi sensación antes de empezar la temporada era que con esta plantilla, el equipo conseguiría meterse en los Playoffs, entendiendo que tenían mejores jugadores que otras de las franquicias que aspiraban a ello. El equipo necesita fichar un entrenador que tenga más carácter defensivo que Karl (sí, Michael Malone era perfecto, pero ya sabemos cómo acabó eso), y a partir de ahí reforzar también la plantilla con algún jugador que pueda darle un extra defensivo al equipo, además de explotar esa cualidad en jugadores como Cauley-Stein. En mi opinión, no haría falta mucho movimiento, ya que la base del equipo es buena, tienen jugadores muy válidos en cada posición, y una segunda unidad capaz de anotar mucho, con Collison o Casspi, y de defender mejor, con Koufos o Acy, y por supuesto, explotar al que parece un diamante en bruto como es este Seth Curry, que puede dar grandes alegrías a esta afición. Sin olvidarnos de una de las claves este verano, que sería la de renovar a Rajon Rondo, y que forme junto a Cousins una pareja determinante de director de juego y ejecutor en la pista. Con todo esto, la puntuación de la temporada de los Sacramento Kings es un claro suspenso:

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