Dante Exum puede tener la llave el éxito

El base está cerca de volver a las pistas

 

Fuente: SportingNews
Fuente: SportingNews

Los Jazz tienen a cuatro bases bajo contrato pero cualquiera diría que no es suficiente. Con todo el desarrollo mostrado por el resto de sus jugadores jóvenes, la posición más importante en el baloncesto NBA moderno sigue, en teoría, desierta en Utah. Dante Exum, el jovencísimo australiano que iba a ser la solución cuando se le escogió con el número cinco del draft en 2014, está muy cerca de regresar de la dura lesión sufrida el verano pasado con su selección, pero la incógnita sigue siendo si él es el jugador que puede ocupar el puesto de base a largo plazo en unos Jazz ganadores. La directiva de la franquicia por lo menos así lo sigue pensando.

En palabras del manager general de la franquicia, Dennis Lindsey, Utah lleva esperando el momento en el que vuelva como se esperaba al séptimo de caballería en el viejo Oeste:

«No hace falta decir que esperamos con muchas ganas la vuelta de Dante de su lesión. Él está muy ansioso, como nosotros, de pasar página de la pasada temporada.»

Cuando Exum fue fichado directamente del Instituto Australiano de Deporte, sin haber siquiera tomado contacto con el baloncesto profesional o colegial – decidiendo finalmente no enrolarse en ninguna universidad para la temporada 2013-14 -, la intención de Jazz era que, poco a poco, fuera desarrollándose como jugador y base y a lo largo de algunos años desbancase a Trey Burke, otra selección alta del draft, de su posición de armador titular para el futuro a medio y largo plazo. Sin embargo el ex de Michigan siguió sin progresar y pronto tuvo el entrenador jefe de los Jazz, Quin Snyder, que tomar una decisión y mandarle al banquillo en detrimento del joven aussie que, a pesar de ser todavía muy bisoño en ataque, contribuyó a la revolución defensiva puesta en marcha en la segunda parte del curso 14-15 por Utah.

Con una altura de 1,98 m. y una extraordinaria envergadura de 2,08 m. las posibilidades de Exum en defensa y atacando la canasta son interminables. Capaz de ocupar espacio con sus brazos, cambiar en el pick n’ roll y dificultar en gran manera las penetraciones al aro, todo ello sin perder un ápice de velocidad con respecto a otros bases más pequeños. Derrick Favors y Rudy Gobert esperando bajo el tablero y otros jugadores de perímetros grandes como Gordon Hayward, Rodney Hood y Alec Burks de similares características, el entrenador Snyder podía también sumar a un tremendo atleta a su unidad defensiva – y todo esto sin contar con Trey Lyles, un ala-pívot que también puede salir a defender jugadores más bajitos y rápidos por fuera -.

En ataque el proceso de aprendizaje fue y sigue siendo duro, con un tiro exterior muy verde en su primer contacto con el baloncesto profesional y una participación en el juego ofensivo que se reducía la mayoría de las veces a colocarse en una esquina y esperar algún pase abierto para tirar. Exum se ha pasado este año en el dique seco entrenando su tiro y también tratando de aprender lo máximo posible del juego, algo que sin duda va a agradecer a largo plazo puesto que cada vez más los bases actuales tienen que dirigir el ataque y tomar más decisiones más rápidamente.

«Piensas como un entrenador, de cierta manera. Cuando eres un base en la pista tienes que ser capaz de hacer cosas sobre la marcha. Si Gordon puede encestar un tiro en suspensión desde la derecha, ¿qué tipo de jugada haces para darle eso cuando está en racha? Viste a Rodney anotar todos esos triples, así que, sobre la marcha, tienes que ser capaz de hacer esas jugadas.»

«Simulo en mi mente lo que haría, cómo reaccionaría, si (un rival) está jugando bien, qué hago para pararle. Así trabaja mi cerebro.»

El fracaso de Burke obligó a los Jazz a tomar la decisión de insertarle en el quinteto muy pronto, pero ni Exum ni el equipo han mirado atrás y cuando el australiano cayó lesionado y, a pesar de que el objetivo de Utah era pelear por los Playoffs a principios de curso, las intenciones de la franquicia fueron no buscar a nadie que le reemplazase y luego pudiera bloquear su ascenso como jugador. El segunda ronda del draft 2013, Raul Neto, que se había estancado en la ACB española, fue el elegido para ocupar su sitio momentáneamente, pero también demostró estar muy verde. Aunque Neto también había mejorado la producción de Burke, sobretodo en defensa y en el tiro exterior – casi 40% de acierto en triples -, el vacío en la posición seguía siendo muy importante.

Los Jazz, se ha dicho ya muchas veces, tienen prácticamente la plantilla construida y las posibilidades para mejorar externamente son pocas a no ser que estén dispuestos a romper el bloque que han formado a lo largo de estas temporadas y desde la marcha por la puerta de atrás de Deron Williams a los Nets. Con el segundo equipo más joven de la NBA tras los Sixers, Utah trató de acelerar el proceso este invierno con el objetivo de lograr la ansiada clasificación para los Playoffs, pero los dos traspasos intentados por Lindsey no fructificaron. Ahora la respuesta sigue siendo Exum, y el temporero fichado antes del cierre del mercado hace unos meses, Shelvin Mack, tiene pocas probabilidades de hacer suya la posición a largo plazo exceptuando un colapso del australiano de dimensiones colosales – que tampoco debería ser descartado, por cierto -.

Si Exum puede volver al equipo y aportar su envergadura y capacidad atlética en defensa mientras que en ataque es capaz de manejar la pelota en el pick n’ roll con algo de fluidez – esto y el tiro exterior van parejos – y así quitar peso de encima a Hood y Hayward, los Jazz podrían dar ese siguiente paso que les haga un equipo al que tener en cuenta no sólo por su fortaleza en defensa. A lo largo del pasado curso los principales problemas de la escuadra de Snyder han estado en la creación de ataque, algo en lo que Mack ayudó un poquito pero en lo que el desarrollo de Exum va a decir mucho en temporadas venideras.

Lo que esperan en Utah es que Exum sea la pieza que dé por terminado definitivamente el proceso de reconstrucción de la franquicia y aunque nunca vaya a ser John Stockton o siquiera John Wall sí que pueda ocupar el puesto de base de manera definitiva en unos Jazz ganadores.