Goran Dragić lidera a Miami para forzar el séptimo
Toronto Raptors 91 (3) - (3) 103 Miami Heat
Win or Go Home anoche para Miami Heat, que recibía en el American Airlines Arena a Toronto Raptors para jugar el Game 6, con los canadienses presentándose en Florida con 3-2 en su favor. A la baja ya confirmada del lituano Valančiūnas se unía la esperada de Hassan Whiteside, mientras que finalmente ambos equipos podían contar con sus dos aleros titulares, DeMarre Carroll y Luol Deng. Además, siguiendo con los ajustes propios de los partidos de postemporada, Erik Spoelstra metía en el quinteto titular a Justise Winslow, apostando por el «mega small-ball» desde el inicio para contrarrestar el poderío en la zona que Biyombo había estado demostrando recientemente; formando el frontcourt junto con Joe Johnson y Luol Deng.
Los locales empezaron muy aplicados atrás para contrarrestar la evidente superioridad en la altura de los Raptors, con Winslow y Deng encima de Biyombo para evitar los rebotes ofensivos. Pese a ese buen trabajo de los Miami Heat, Toronto tenía mejor acierto de tres puntos, con lo que se mantenían en el partido y solo se marcharon un punto atrás al descanso entre cuartos, 20-21. En el segundo la segunda unidad de los de Spoelstra, junto con un Dragić imperial, logró coger cierta distancia que llegó a rondar la decena, aunque DeRozan evitó que se sobrepasara en ningún momento esa barrera psicológica, quedándose en 44-53 para cuando los primeros 24 minutos terminaron.
Lowry entró definitivamente al partido cuando los equipos volvieron de vestuarios, pero un Winslow tan inesperado como acertado en ataque mantuvo a los suyos por delante en el luminoso; tan por delante que incluso ampliaron otro punto más la distancia hasta el 72-82. Pero Lowry no daba aún el partido por perdido y se puso el traje de anotador compulsivo para acercar a los canadienses pese a la buena labor ofensiva de McRoberts. Así, llegó el momento clutch, y pocos hay que se sientan más cómodos ahí que Dwyane Wade. La leyenda de los Heat puso la puntilla a un partido que su equipo dominó de principio a fin y lo dejó visto para sentencia, 91-103.