¿Qué base deberían seleccionar los Chicago Bulls?

Hace unos días se certificó que los Chicago Bulls tendrían el pick 14 en el Draft este año, que tendrá lugar el 23 de junio. El objetivo de los Chicago Bulls es el mismo que el del pasado año: seleccionar un base, y este año con todavía más urgencia si tenemos en cuenta la posible salida de tanto Aaron Brooks como E’Twaun Moore, y el hecho de que Derrick Rose entre en el último año de su contrato.

El favorito para los Bulls ha sido anunciado: Kris Dunn. El base de providence es sin duda el mejor en su posición de todo el Draft, pero el hecho de que vaya a ser un posible top 5 de este año lo convierte en inalcanzable, a menos que los Bulls estuvieran dispuestos a sacrificar a algún jugador del actual roster para poder hacerse con dicho jugador.

Si la jornada transcurre con normalidad, hay 3 posibles candidatos a ser seleccionados por los de Illinois con la elección número 14: Wade Baldwin, Demetrius Jackson y Tyler Ulis.

Así pues, este artículo irá dedicado a determinar qué jugador sería el más beneficioso para el conjunto de Hoiberg, comenzando por el de menos agrado personal: el base de la universidad de Vanderbil, Wade Baldwin.

Wade Baldwin

Baldwin es un jugador con unas condiciones físicas excepcionales: 1.93 metros de altura, 91 kilos y 2.11 metros de envergadura. Cabe destacar además que esos 91 kilos tienen gran parte de músculo, por lo que a priori es un jugador con unas herramientas tremendas para ser un gran defensor, tanto de bases como de escoltas. Sin embargo, su capacidad atlética es inversamente proporcional a sus tremendas condiciones físicas. No es rápido ni explosivo, por lo que sufre muchísimo a la hora de crearse sus propios tiros.

Y hablando de tiros, hay que destacar que posee un 42% de acierto en triples como promedio en su carrera, y a pesar de eso, no se le puede considerar un gran tirador (por el momento) debido a su clara inconsistencia. Puede tener rachas de tiro tan buenas como malas, aunque su capacidad desde la larga distancia es innegable.

Así pues, a priori tenemos un jugador con dos claros puntos fuertes: la capacidad para ser un defensor multiposicional y un tiro exterior, prometedor, pero por pulir.

Sin embargo, las claras limitaciones atléticas convierten a Baldwin en mi «menos favorito». Una de las cosas que pretedían los Chicago Bulls era rejuvenecer el equipo, aspecto que cumple (20 años), y traer a jugadores atléticos, para darle un perfil más físico al equipo, algo que claramente no cumple. Solo hace falta ver que, a pesar del gran cuerpo con el que cuenta, su promedio de acierto alrededor del aro es del 38%, una marca increíblemente mala.

Demetrius Jackson

Demetrius Jackson (Notre Dame) es un jugador que comparte ciertos aspectos positivos y negativos con Baldwin, pero que sin embargo me parece una mucho mejor opción. Sus condiciones físicas no son para nada como las de Baldwin: 1.87 metros de altura acompañados por 87 kilos y 1.96 metros de envergadura. Como podemos comprobar, sus condiciones físicas están bastante por debajo de las de Baldwin, y a pesar de eso, es un mucho mejor finalizador que el de Vanderbilt.

Si de Baldwin destacaba su gran físico, y su falta de cualidades atléticas, con Jackson pasa todo lo contrario. Su fortaleza física e increíble explosividad (además de verticalidad) poseen un aroma Derrick Roseiano demasiado atrayente como para no prestarle atención. Tal y como he mencionado, es un finalizador tremendo, sin miedo alguno al contacto, es más, llegándolo a buscar. Además, su fuerte físico y explosividad también le dan potencial defensivo, especialmente sobre el hombre con balón, a pesar de que debe trabajar su concentración ya que, entre otras cosas, su universidad no ayudaba demasiado a mantenerse plenamente activo en este aspecto.

También posee buenas cualidades como tirador, y al igual que Baldwin, necesita trabajar en su consistencia, ya que esta temporada ha tenido un tremendo bajón en su efectivdad desde el triple (de 42% a 33%). Sin embargo, su efectividad en el catch&shoot es muy superior a la que Baldwin pueda tener.

Las grandes debilidades de Baldwin son, por suerte, su estatura y sus limitaciones como playmaker. La estatura no la considero como un problema real, ya que se encuentra bastante cerca del valor medio, además de que Isaiah Thomas es el ejemplo viviente de que la falta de centímetros puede ser fácilmente recuperable. Y sus limitaciones como playmaker pueden no ser gran complicación dado que se espera una ofensiva centrada en los ataques rápidos y el hombre libre, por lo que podría utilizar su explosividad continuamente para crear juego, algo en lo que sí destaca.

Tyler Ulis

Tyler Ulis (Kentucky) es sin duda alguna el mejor base de este Draft junto a Kris Dunn, sin embargo, Ulis posee una gran debilidad: su limitadísimo físico. 1.77 escasos metros de altura acompañados por unos ligerísimos 67 kilos y 1.87 metros de envergadura, sin duda, muy por debajo de los valors medios de la NBA.

Pero no nos centremos directamente en lo malo, y hablemos antes de qué tiene de especial este jugador. Tal y como he mencionado es un director de juego increíble. En palabras de su propio entrenador, Calipari: «El mejor director de juego que he entrenado». Palabras mayores si tenemos en cuenta que entrenó a grandes estrellas de la liga como el propio Derrick Rose o John Wall.

Un jugador de tremenda inteligencia, tanto en ataque como en defensa, que le permite tomar siempre la mejor decisión, ya sea abriendo el balón al hombre desmarcado o predeciendo la intención del atacante. También tiene la intensidad y determinación para cubrir las carencias de su físico, por lo que es un jugador que se encuentra siempre al 100% en cuanto a actitud.

Otra cosa destacable es que también posee un tiro exterior sólido (38% en T3), al igual que Baldwin y Jackson, algo fundamental en la ofensiva de Hoiberg que, junto a su capacidad para aumentar el tempo del juego, le convierten en un base idóneo para los Chicago Bulls.

Su gran problema es, tal y como he mencionado, el limitadísimo físico que presenta. Su ligereza y corta estatura presentan muchísimos interrogantes acerca de cómo se adaptará a la NBA, entre otras cosas porque, a pesar de ser rápido, no posee una explosividad semejante a la de Jackson con la que poder compensar el déficit de físico. Si determinamos que su increíble IQ en ambos lados de la cancha le permitirán superar cualquier adversidad que su cuerpo le presente, estamos sin duda ante uno de los mejores jugadores del Draft.

Demetrius Jackson: El elegido

Difícil decisión ya que tengo a Tyler Ulis en altísima estima, pero el hecho de no tener cualdiades atléticas de alto nivel que compensen su falta de físico me crea muchísimas dudas. Es un gran base, el mejor de este Draft para mí si pensamos en el base tradicional, aquel que debe dirigir a su equipo de manera implacable, pero a día de hoy es un enorme interrogante, un all-in que con una sola selección en primera ronda podría ser demasiado arriesgado.

Demetrius Jackson por otro lado creo que puede tener mucha más facilidad para adaptarse a la liga. No posee un físico élite como hemos visto pero es un atleta increíble, y considero que todavía podría tener bastante margen de mejora. A diferencia de Wade Baldwin, al cual veo como el más limitado y con un techo claramente marcado.

Con Jackson, Chicago podría acelerar el ritmo de juego como tanto se desea, ya que cuando más destacada es precisamente cuando el encuentro lleva marchas de más. Además, tengo bastante curiosidad por ver qué podría aprender Jackson de Rose durante este año, teniendo en cuenta que ya es un gran finalizador cerca del aro, tener a alguien como Derrick Rose, que es de los mejores del juego en este aspecto, podría servir a Jackson para convertirse en una gran amenaza ofensiva.