Andre Iguodala, listo para «parar» a LeBron James

Se espera que regrese al banquillo para las Finales

Andre Iguodala
Keith Allison (CC)

Se reeditan Finales de la NBA: Golden State Warrios contra Cleveland Cavaliers en busca de un anillo, el segundo para Curry y compañía o el primero de LeBron en su vuelta a casa. Habrá multitud de enfrentamientos individuales que no pasarán desapercibidos pero uno de los que más inquietud genera es el que enfrentará al alero y líder de los Cavs con el MVP de las pasadas Finales, Andre Iguodala.

Hace un año, Iggy alzaba un trofeo que sorprendió. Primero por tratarse de un jugador de banquillo, con un rol secundario en un equipo plagado de talento, pero lo cierto es que desde la NBA se valoró su incansable trabajo defensivo. Parte del éxito en las pasadas Finales fue gracias a la férrea defensa que impuso Iguodala al, por entonces desguarnecido, LeBron James. Todo induce a pensar que ante un posible nuevo anillo «dub» el premio a jugador más valioso de las Finales no recaería de nuevo en el ‘9’ de los Warriors, ya que hombres como Curry, Klay Thompson o incluso Draymond Green. Sobre estos tres se sustentan las opciones de reeditar triunfo y la pizarra de Steve Kerr brilla con las acciones del «Big 3» de los Warriors dejando el trabajo sucio a hombres como Bogut, Livingston o el propio Iguodala.

Ante esto, Iggy siempre ha recalcado que trabaja para el equipo y que su comunicación con Kerr es «buena» y que cumplirá con lo que su coach le ordene. Sin ir más lejos, el alero sólo aportó 7 puntos en el vital game 7 ante los OKC, con una clara limitación ofensiva y con un cometido claro: disminuir la aportación ofensiva de un anotador feroz como Kevin Durant. Tanto si parte de titular, como si lo hace desde la banca, la aportación de Iguodala está fuera de toda duda en el equipo campeón.

Para el veterano jugador de 32 años, disputar 43 minutos significan la confianza que deposita su entrenador en su trabajo. Acostumbrado a defender a grandes jugadores, ahora le tocará «bailar con la más fea»: tratar de frenar a LeBron James, o en su defecto, que no esté cómodo sobre la pista. Iguodala ya ha demostrado estar más que capacitado.