¿Qué esperar de Tony Wroten?
El base todavía no ha debutado con los Knicks
La temporada de los New York Knicks solo dejó una única alegría a sus fieles seguidores —fieles porque hay que sentir mucho amor por un equipo con la racha negativa que llevan—: Kristaps Porzingis. Pero esta campaña ya es el pasado y en marzo se puso la primera piedra para este próximo curso con el fichaje de Tony Wroten. El base tuvo numerosas buenas actuaciones en los Sixers hasta que una grave lesión provocó que la franquicia de Philadelphia le cortase. Viendo el nivel de Calderón y la lenta progresión de Jerian Grant, esta firma agradó a una gran parte de la familia ‘knickerbocker’. Pero su debut se está haciendo de rogar y, por eso, deberíamos hacer una breve reflexión sobre qué podemos esperar de Wroten cuando se ponga la camiseta de los Knicks de una vez por todas.
Por desgracia, en las últimas temporadas hemos visto como varios jugadores han sufrido lesiones de larga duración y lo complicado que es regresar tras meses y meses de duras rehabilitaciones e inactividad: Paul George, Derrick Rose, Wesley Matthews, Kobe Bryant…
Obviamente que cada caso es un mundo y no sabremos que ofrecerá el base a Nueva York hasta que se ponga a jugar; pero sí que podemos sacar conclusiones relacionando su estilo de juego a algunos de estos casos.
Lo primero que hay que dejar claro, si todavía hay alguno que no piensa así, es que Tony Wroten ni es ni será una estrella de la NBA, puede ser un buen base titular para un equipo de media tabla, pero yo sobre todo lo encajaría en el puesto de combo guard suplente o, como mucho, en el puesto de sexto hombre. Decir esto puede parecer una tontería, pero no lo es por una sencilla razón: los minutos que tendrá y su importancia en el juego no será comparable a la de los otros casos ya mencionados y esto es un punto a su favor para conseguir recuperar su nivel.
Pero hay algo que juega muy en contra de Wroten y que deja muchas preguntas entorno al jugador: su estilo de juego. Y es que Tony Wroten es un jugador muy explosivo, al que le gusta penetrar en la zona y aprovechar su buen físico para hacer daño a sus rivales; pero claro, si ese físico está resentido por problemas de lesiones su eficacia en el juego puede quedar reducido considerablemente. Por semejanza en el juego se puede hacer una comparación con el caso de Derrick Rose, que por las lesiones nunca ha conseguido recuperar su nivel MVP y, por mucha pena que dé por el bien del baloncesto, da la sensación que nunca volveremos a ver a ese «1» que encandiló a todos en el 2011. Por suerte, Wroten (de momento y tocando madera) no tiene el expediente médico del jugador de los Bulls y, como ya se dijo, la importancia que tendrá Wroten en los Knicks ni se acercará a la que tiene Rose en Chicago.
Siguiendo en el puesto de base, habrá que ver si Wroten tiene la capacidad de cambiar su estilo de juego para favorecer el cambio físico que seguramente sufra. Es posible que deba mejorar su visión de juego y su capacidad de pasar el balón para ser más un base distribuidor —siempre con el juego rápido por bandera que propone Hornacek— que un base anotador/explosivo.
La paciencia es también un punto muy a tener en cuenta en estos casos. Desde Dallas tenemos la prueba de ello con Wesley Matthews y Chandler Parsons. A ambos jugadores les dieron todo el tiempo del mundo para que se recuperasen, entrando en la dinámica de grupo poco a poco y mejorando a medida que aumentaban su tiempo en cancha. ¿Esto puede pasar en una ciudad como Nueva York donde hay que competitivos sí o sí? Aquí podremos comprobar de qué pasta están hechos Hornacek, Wroten y los miembros de la franquicia: reaparecer antes de tiempo puede pasarle factura al jugador y esperar demasiado puede poner a los aficionados en contra de la franquicia.
El ejemplo que pondría los dientes largos a todos los knickerbockers —y también el menos probable— es el de Paul George. El escolta/alero de los Pacers se pasó un año prácticamente en blanco y esta temporada ha sido mejor jugador de lo que era antes. Está claro que Wroten no jugará como George, pero es posible que en estos meses Wroten se haya dedicado a mejorar y entrenar para reaparecer como un mejor jugador de lo recordábamos.
En conclusión, no hay que ilusionarse con Wroten; si nos encontramos con un base mejor de lo que podíamos esperar lo celebramos y si le cuesta arrancar hay que darle tiempo y paciencia para ver si con minutos va recuperándose y se convierte en el jugador que los Knicks aspiran que sea.