La noche del Draft 2016 de los Brooklyn Nets

Caris LeVert e Isaiah Whitehead fueron los elegidos

Brent Soderberg (CC)
Brent Soderberg (CC)

El Draft de 2016 de los Brooklyn Nets puede ser analizado desde bastantes perspectivas. Se puede pensar que eligieron mal, puesto que al haber traspasado a Thaddeus Young por la elección 20 y tener solamente a un Chris McCullough convaleciente en la posición de ala pívot, necesitaban un cuatro que ampliase la rotación. O puede tomarse la perspectiva de que se han hecho bien las cosas.

Esta visión es simple, se acepta que se ha elegido a un buen jugador joven (21 años) que tiene un gran potencial como es Caris LeVert, jugador que puede considerarse necesario dentro de un equipo como son los Nets, que poseen uno de los peores backcourts de la liga, y que el año pasado jugaron con la peor pareja de bases de la NBA tras la lesión de Jack (Larkin y Sloan). Se trata de un combo guard que, aunque suela evadir contactos en la zona y rechace realizar bastantes penetraciones (aun así tiene un 53.3% de tiros de 2 esta campaña), es una proeza de jugador desde el perímetro, con un 40.1% de tiros desde el triple en su carrera. No olvidemos que todos los defectos se pueden entrenar, y con Kenny Atkinson (conocido por desarrollar guards) y su staff técnico al mando de su evolución, podemos estar tranquilos.

De este jugador se puede destacar también que podría haber sido un talento de lotería en el Draft de no ser porque ha pasado lesionado bastante tiempo en estos últimos dos años, donde solamente ha podido disputar 31 partidos con Michigan. Tres cirugías en el pie izquierdo han tenido sometido al joven talento y no le han dejado evolucionar como habría deseado. No obstante, en Brooklyn se confía en el doctor Martin O’Malley, quien llevó a cabo las operaciones de Brook Lopez y Kevin Durant, ambas con éxito, y que también ha sido el autor de las cirugías de LeVert.

Sus registros de este año han sido de 16.4 puntos, 5.4 rebotes y 4.9 asistencias en 14 partidos, donde ha jugado 31 minutos de media. Su 45% de acierto desde la línea de tres fascina a un equipo como los Nets, que necesitan jugadores con habilidad para encestar desde el perímetro. Cabe destacar su descenso de robos de 1.8 a 0.9 en dos campañas, puesto que se le ve como un jugador que puede desarrollar un buen juego defensivo si, al mismo tiempo, gana masa muscular, puesto que la envergadura la posee. El jugador dejó algunas declaraciones sobre Brooklyn y su rol al ser escogido:

«Sé que (Brooklyn) es una gran ciudad. He jugado un par de veces aquí mientras estaba en la Universidad. He jugado en este estadio (Barclays Center). Soy del medio oeste, así que no estoy tan lejos de aquí, pero como ya he dicho, es una gran ciudad y estoy alegre de estar aquí. Estoy listo para dejarme el trasero».

«Solo estoy tratando de hacer lo que sea necesario. El próximo año seré novato, y sé que los novatos tienen un papel más duro en el equipo, pero estoy dispuesto a cumplir cualquier rol que el equipo necesite que cumpla. Y posteriormente para el largo recorrido (en la NBA) solo quiero mejorar, ser uno de los chicos del equipo».

La segunda elección de los Nets en este Draft fue uno de los jugadores que más deseaba la afición escoger, y que parece que Brooklyn también. Isaiah Whitehead fue el base elegido, en la posición 42. El pick que los Nets poseían era el número 55, pero consiguieron traspasarlo hacia los Utah Jazz junto con dinero para hacerse con la elección que les proporcionase los derechos del jugador nativo de Brooklyn. El General Manager de los Nets dijo que admiraba su tenacidad y profesionalismo.

Se trata de un base de Seton Hall que al principio de su carrera parecía evolucionar hacia un combo guard como nuestro anterior prospect, pero terminó aprendiendo a atacar mejor con el balón en las manos, Tiene unos grandes instintos para el baloncesto y gran eficiencia para maniobrar en bloqueos y distribuir el balón, promediando 6.1 asistencias por 40 minutos. La toma de decisiones tampoco es su fuerte, puesto que son 4.2 las pérdidas también ajustadas al ritmo de los cuarenta minutos.

Esta mala toma de decisiones influye igualmente en su tiro, donde solamente consiguió tirar con un acierto en el porcentaje verdadero de tiro del 48% (en su temporada freshman). Para alivio de los aficionados, en la temporada actual ha mejorado esa marca hasta llevarla al 52%, y ha promediado 21.9 puntos por 40 minutos de juego.

Seguro que los fans le querrán más al oírle expresar palabras tan bonitas sobre su ciudad natal:

«Solo el poder llevar puesto el uniforme de Brooklyn en mi pecho sería un logro increíble, y no puedo esperar para ello. Es una bendición, hombre. Está definitivamente escrito en los libros. Es un sueño hecho realidad. Desde que Brooklyn llegó a la NBA, siempre he querido jugar para ellos, por lo tanto es un sueño hecho realidad».

«No hay presión. Es decir, he jugado aquí en el instituto, y he jugado en Seton Hall, que está cruzando el puente, no está muy lejos de aquí. Se trata solo de centrarte en tus asuntos y de cuidar lo que es necesario cuidar».

Finalmente y en una entrevista realizada tras el Draft, Sean Marks, el General Manager de la franquicia neoyorquina, habló brevemente sobre lo acontecido en el Barclays Center. Se centró sobre todo en la agencia libre, pero dejó claro que los núcleos del equipo habían cogido forma durante la noche de las elecciones:

«Sabemos en quiénes nos estamos enfocando ahí fuera (en la agencia libre) y ya veremos cómo termina. Hoy hemos conseguido un par de «bloques de construcción» para la plantilla y veremos cómo continuar desde aquí».

Cabe destacar que Sean Marks no pudo hablar sobre la adquisición de Caris LeVert en la elección más jugosa de Brooklyn porque el traspaso de Thaddeus Young no se oficializa hasta el día 1 de julio.

Cualquier adición más de talento a los Brooklyn Nets es una buena noticia para el equipo dada la reconstrucción que está en ciernes dentro de esa plantilla. Un equipo sin elecciones propias en primera ronda hasta 2019 no tiene más remedio que hacer sacrificios como el mencionado traspaso de Thaddeus Young, aunque muchos aficionados manifestaran su inconformidad ya no por el traspaso, sino por el poco valor que se le había asignado al jugador.