»En 49 estados es solo baloncesto… pero esto es Indiana».
Es ahora más que nunca cuando esta frase retumba en las paredes del Bankers Life Fieldhouse de los Indiana Pacers, deseando que esta offseason se acabe cuanto antes para dar comienzo a una temporada que puede pasar a la historia de la franquicia. Un estado, una ciudad y una afición que vive por y para el baloncesto, un sentimiento que el propio Larry Bird, ahora general manager de la franquicia, vivió y sintió desde que era tan solo un niño.
Resentimiento, decepción… estos son, a priori, los sentimientos que mejor pueden definir a una franquicia durante los últimos años. De ser uno de los principales candidatos al anillo, a luchar para morir en la orilla en Playoffs, pasando por problemas en el vestuario que hicieron que esas aspiraciones desapareciesen de un día para otro.
Sin embargo, y a pesar de los problemas ya superados, personajes como Paul George, un líder único; y Larry Bird, una leyenda insaciable ahora en las oficinas, se merecen al menos, tener la oportunidad, verdadera, de demostrar que tienen lo que tienen para darle su primer campeonato NBA a una ciudad que, sin duda, lo merece. Y esa oportunidad ya ha llegado.
Tras una agencia libre llena de sorpresas y contratos históricos, los Indiana Pacers y Larry Bird han sido la excepción consiguiendo construir un equipo competitivo con todas y cada una de las letras. En este sentido, la directiva se centró, principalmente, en jugadores que a diferencia de otros, no se encontraban bajo el foco mediático, algo que les ha permitido, además, ahorrarse dinero a la hora de firmarles. En este sentido, no han tenido que firmar ningún contrato máximo, ni depender de un pick alto en el draft o hipotecar el futuro de la franquicia a base de negociar con sus rondas de draft. El propio Larry, tras dichas contrataciones, dejaba claras sus sensaciones:
«Espero que funcione. Creemos que los jugadores que tenemos nos convierten en un mejor equipo´´.
El primero en llegar, el ahora ex base titular de los Atlanta Hawks, Jeff Teague. Después de salir en todos los rumores posibles durante la temporada ya finalizada y sus posibles relaciones con otros equipos, los Pacers se hicieron con él solamente diciendo adiós a un George Hill que ponía rumbo a Utah. Un salto muy notable cualitativamente y cuantitativamente en el puesto de base sin apenas tener que desprenderse de piezas imprescindibles. Larry Bird se mostraba muy satisfecho con su adquisición:
«Estamos muy contentos. Sabemos que es un base. Sabemos como hace funcionar el equipo y hemos jugado contra él y hemos visto muchos vídeos y creemos que puede hacer el trabajo para nosotros. Él es de aquí y está muy cómodo aquí en Indianápolis´´.
Posteriormente sería Thaddeus Young quien, en otra brillante operación, Bird enviaría su pick de segunda ronda de 2017 y a Caris LeVert (pick 20 de este año) a Brooklyn para conseguir hacerse con un jugador por el que, sin ningún tipo de duda, se podría haber conseguido mucho más. Un ala-pívot muy móvil, con un gran físico y fundamentos que le han hecho convertirse en uno de los mejores jugadores de la liga, pero encontrándose siempre en la sombra, en equipos sin apenas aspiraciones: Sixers, Timberwolves y Nets han sido sus tres franquicias en sus 10 temporadas en la liga. 13,9 puntos (49,7% TC) 5,9 rebotes, 1,5 asistencias y 1,4 robos en 30,6 minutos de media avalan sus prestaciones dentro de la cancha, que a buen seguro mostrará también con la elástica de los Indiana Pacers.
«No estaba muy emocionado con este proyecto. No nos sentimos muy cómodos con el pick 20 y lo que íbamos a escoger en él. Tuvimos la oportunidad de hacernos con un jugador como Thaddeus, alto, físico y que puede defender varias posiciones. Solo pensé que era el mejor camino a seguir. Simplemente no sentí que el pick 20 nos daría un jugador cercano a Thaddeus Young´´. Comentaba Bird acerca de la operación y su porqué.
«Creo que somos un equipo mucho mejor ahora, con las piezas que se han añadido este verano. Tenemos jugadores veteranos clave. Parecemos buenos sobre el papel pero todavía tenemos mucho trabajo que hacer y tenemos mucho espacio para crecer como equipo´´, comentaba el flamante nuevo jugador de los de Indiana.
Este último fue presentado junto a Al Jefferson, el tercer regalo de Bird, y Jeremy Evans el pasado viernes; mientras que Jeff Teague será oficialmente presentado el próximo lunes 11 de julio.
Indiana Pacers, ahora en manos de Nate McMillan
Con todo esto, solo se espera que las piezas encajen como tiene que hacerlo, a las órdenes de un Nate McMillan que también es un recién llegado a Indianápolis. Es ahora cuando tiene que conseguir motivar a sus jugadores, además de conseguir sacar la máxima eficacia de ellos. Además, el equilibrio entre los dos pívots que compartirán pintura y posición este año, Myles Turner y Al Jefferson, será de gran importancia, ya que cada uno de ellos posee unas cualidades diferentes para situaciones diferentes…
«Esta lista, con la versatilidad que tenemos, nos permite establecer el ritmo de juego que queremos jugar. Definitivamente, deberíamos ser capaces de jugar rápido. Teague, su capacidad para empujar el balón, que nos permite jugar rápido.´´
El tiempo y el trabajo realizado dará la razón a unos y se la quitará a otros, pero la esperanza que se vive en estos momentos alrededor de los Indiana Pacers hace mucho, mucho tiempo que no se percibía con tanta intensidad en una ciudad donde el baloncesto mantiene a millones de aficionados en vilo día y noche… por que esto es Indiana.
