Reconstrucción por la vía rápida en la Gran Manzana

Phil Jackson ha apostado por el win now

Keith Allison (CC)
Carmelo Anthony, jugador franquicia de los New York Knicks. Keith Allison (CC)

Nada más llegar, el Maestro Zen limpió esos Knicks viejos, y lo intentó plagar de jóvenes con hambre de hacerse un hueco en la liga. La teoría estaba clara, desmontar el equipo y poca a poco con el paso de los años, ir acumulando jóvenes de talento para montar un equipo ganador.

Con todo eso parecía claro que Carmelo Anthony, que acababa contrato ese verano con la franquicia, dejaría el equipo para buscar un proyecto ganador, la sorpresa fue cuando Phil Jackson apostó por él para ser, de nuevo, la estrella de estos nuevos Knicks. Así pues, no tenía sentido seguir como estos dos últimos años, sin hacer un equipo competitivo y solo ir probando jugadores.

De hecho, de todo el carrusel de jugadores que han ido pasando a lo largo de estos dos años de reconstrucción solo Langston Galloway y Lance Thomas han aprovechado su oportunidad para quedarse en la mejor liga del mundo. Tanto el proyecto, como Carmelo Anthony, pedían ya un equipo competitivo, y este verano, dos años después, ese equipo ha llegado.

Donde si parece que Phil Jackson no ha sacado nada de provecho en estos dos años es en el banquillo. Su apuesta inicial, Derek Fisher, no ha aportado nada al equipo, y el segundo de abordo, Kurt Rambis, no ha mejorado demasiado en estos últimos meses. Lo único que los abalaba era su conocimiento en el triángulo ofensivo, pero parece que con el nuevo entrenador, Jeff Hornacek, se dejará un poco de lado la idea. Si bien es verdad que Kurt Rambis y otros conocedores del triángulo seguirán en el staff técnico.

De estos dos años de “sufrimiento” hemos puesto los cimientos para ver de una vez por todas unos Knicks campeones otra vez. El ya mencionado Lance Thomas como role player y buen suplente para el equipo, misma función que Kyle O’Quinn. Una pieza fundamental de presente y futuro, Kristaps Porzinguis, contra todo pronóstico y apuesta personal de Phil Jackson que parece que le ha salido más que bien. Sí, también Sasha Vujacic, jugador veterano y de la confianza de Phil Jackson, conocedor de su sistema que no se espera que sea demasiando participativo en los partidos. Y tampoco olvidemos que tenemos un Carmelo Anthony más maduro, que parece que ha aprendido a compartir el balón y a poner al equipo por delante de todo.

Para tener un equipo ganador hace falta mucho más. Te hace falta más de una estrella, y diferentes jugadores consagrados en la liga. Eso no es fácil de conseguir, y siempre tienes que pagarlo de alguna forma, en este caso, es el riesgo de lesión que crean casi todas las piezas clave que ha incorporado el equipo.

Sin jugadores que poder ofrecer y habiendo aprendido la importancia que tienen las rondas de Draft, Phil Jackson tenía que ofrecer un proyecto atractivo a los agentes libres, y para ello trajo al MVP de 2011, Derrick Rose, la estrella que le faltaba al equipo. Solo hay que esperar que recupere su nivel, o una versión muy parecida para convertir al equipo en contender de inmediato. Si a eso le sumas dos jugadores más que consagrados como Courtney Lee y Joakim Noah para cerrar el quinteto, y a un base estrella para salir desde el banquillo como Brandon Jennings, el objetivo solo puede ser uno, ganar.

Dicen que las prisas no son buenas consejeras, y está claro que en solo dos años volver a primera línea de la liga, se puede considerar una reconstrucción más que rápida. Pero aparte de rápida, hay que considerarla efectiva. No se ha comprometido gran parte del salary para los próximos años, y hay margen de maniobra para acabar de apuntalar el equipo en los próximos veranos.

Traer a jugadores en sus horas bajas tiene muchas ventajas. La primera es que traes calidad y jugadores estrella a un precio muy bajo de mercado, a eso hay que sumarle que ya no tienen la presión, nadie da a unos Knicks campeones. Cuando en una situación normal de todas estas nuevas incorporaciones estaríamos hablando de un equipo que tiene que ganar si o si, con toda la presión de la prensa y los aficionados encima.

Si hace dos años nos dicen que para 2017 tenemos a estos Knicks, creo que cualquier aficionado lo firmaba sin pensar. Ahora los tenemos, claro está el riesgo de lesión, pero también hay miles de ejemplos de deportistas que han sufrido graves lesiones y se han recuperado a su máximo nivel. Phil Jackson ha hecho una faena excelente durante estos dos años, y pocos movimientos se le podrían achacar.

Hay que confiar en el equipo, en como van a combinar el triángulo ofensivo y el estilo del nuevo entrenador Jeff Hornacek y en que la química entre los jugadores sea positiva. Los ingredientes están listos, solo hace falta un poco de suerte para disfrutar, Nueva York se lo merece, los aficionados también, y para la liga sería un plus enorme que los Knicks estén dando guerra arriba del todo.