Los Dallas Mavericks (in)visibles en Río

Los Juegos Olímpicos de Río han congregado a 46 jugadores de la NBA —cifra récord—. Hasta 23 franquicias tienen a algún jugador luchando por alcanzar con su selección la gloria olímpica. Entre esos equipos, los San Antonio Spurs, con 5 jugadores, y los Utah Jazz, con 4, son los dos conjuntos con más representación; luego el bronce lo consiguen una serie de equipos con 3 representados. En este «grupo del bronce» se encuentran los Dallas Mavericks, los nombres de sus jugadores no serán lo más repetidos durante le torneo.

Y es que los Dallas Mavericks cuentan con Andrew Bogut en Australia, Harrison Barnes en los Estados Unidos y Nico Brussino en Argentina; pero solo Bogut está teniendo un papel relevante.

El australiano, que llegó este verano desde los Warriors vía trade, está siendo el líder de la zona aussie, realizando un juego que se asemeja al que desplegó en sus primeras temporadas con los Milwaukee Bucks con puntos, rebotes, tapones y hasta asistencias. En los tres partidos que ha disputado, no jugó contra China por precaución, ha promediado 14 puntos, 5.7 rebotes y 4.7 asistencias. 

Pero luego está la otra cara de la moneda. Harrison Barnes, fichaje estrella de los Dallas Mavericks este verano, ocupa claramente la última plaza de la rotación americana, saliendo solo cuando el partido está claramente definido a favor de los americanos. Ha estado en el parqué de Río solo 20 minutos, sin jugar tanto contra Australia como contra Serbia. Sus promedios no son malos (6 puntos, 3 rebotes y 1 asistencia en 9.7 minutos de juego) el problema está en cómo y cuándo consiguió esos números.

Por último, tenemos el caso de Nico Brussino. El argentino se jugará en el trainning camp un puesto en el roster de los Dallas Mavericks; pero en estos Juegos no nos están dejando ver de lo que es capaz. Solo ha participado en el primer partido de los argentino (consiguió 2 puntos y 2 rebotes en 5 minutos) y no volvió a salir a la cancha. 

Sin duda que la experiencia de vivir unos Juegos Olímpicos valen la pena por pocos minutos que se jueguen; pero para los aficionados de los Dallas Mavericks es una pena no poder ver de qué son capaces dos de sus nuevos jugadores.