Los problemas de los Utah Jazz en los finales igualados

tuvieron un registro en los finales apretados de 14-28

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Utah Jazz y el mal rendimiento en los finales apretados. Colin Hooten (CC)

La temporada pasada los Utah Jazz se quedaron a un paso de clasificarse, contra pronóstico, para los playoffs de la NBA con un total de cuarenta victorias y cuarenta y dos derrotas, a menos de un partido del octavo clasificado, los Houston Rockets de James Harden.

Una de las principales razones por la que se quedaron a las puertas de la clasificación fue su pésimo balance en los clutch games (partidos con finales igualados), con un balance de catorce partidos ganados por veintiocho perdidos.

Es sorprendente el dato que indica que los Jazz eran, en términos generales, la séptima mejor defensa de la liga, pero cuando se trataba de partidos con finales igualados se convertía en la tercera peor defensa, solo por detrás de los Phoenix Suns, con un balance final de veintitrés victorias por cincuenta y nueve derrotas en la fase regular, y de los Philadelphia 76ers, con un balance final de diez victorias y setenta y dos derrotas, por lo que se ponía a niveles de equipos netamente inferiores.

Obviamente, el equipo de Salt Lake City tendrá que mejorar este año ese aspecto si quiere dar el salto de calidad que se le espera, de hecho la CBS colocó al quinteto de los Utah Jazz como el quinto mejor de la liga, solo por detrás de los Golden State Warriors, los Cleveland Cavaliers, Los Ángeles Clippers y los San Antonio Spurs. Por tanto, no solo se espera que este año el equipo de Utah se clasifique para playoffs, sino que, además, tenga un papel importante en los mismo y acabe entre los cuatro primeros del oeste en la fase regular.

Así pues, surge el problema de cómo mejorar, urgentemente, los resultados del equipo en los clutch games. Para ello, antes, habría que analizar los posibles factores que provocan que los Jazz sean la tercera peor defensa en los partidos con finales apretados.

Distintos analistas señalan que la principal causa de que los Jazz perdieran tantos partidos igualados, se debió a que llegaron al final de los mismos (cinco últimos minutos de partido) por debajo en el marcador. Este hecho provoca que la defensa sea más intensa y que se incremente el número de faltas realizadas, por lo que los rivales acuden con mayor frecuencia a la línea de personales, pero al analizarse los datos de las faltas en los finales ajustados estos no muestran que los Jazz se comporten de forma distinta al resto de los equipos de la liga, aunque, obviamente, ir por detrás en el marcador en esos minutos finales dificulta conseguir la victoria final.

También se ha destacado el hecho de que Quin Snyder, el entrenador del equipo desde la temporada 2014/2015, jugara los minutos finales de estos partidos con jugadores pequeños, dejando a Rudy Gobert y/o Derrick Favors en el banquillo. No obstante, los datos en los partidos igualados muestran que, mientras la pareja Gobert/Favors permitía 102,2 puntos por cada 100 posesiones por partido, en los partidos que ambos participaban juntos y el resultado estaba igualado al final, permitían 112,9 puntos por cada 100 posesiones, por lo que se muestra que era incluso mejor defender con jugadores pequeños en el juego interior. Al analizar estos datos, se observa que el peor defensa en estos minutos era Trevor Booker, por lo que con su marcha a Brookyn Nets con un contratazo de 18,5 millones de dólares por dos años, se debería mejorar en este aspecto.

Otra de las razones, que también tiene que ver con el entrenador, son los cambios en el sistema defensivo que acabó realizando el equipo ante las dificultades para conseguir las victorias en los partidos igualados.  Estos cambios, lejos de conseguir mejorar los resultados, provocaban más problemas defensivos ante la falta de comunicación entre los jugadores, que ya estaban acostumbrados a los automatismos de inicios de temporada y no se adaptaron bien a las nuevas situaciones, como los cambios de marca siempre que hubiera un pick and roll (bloqueo y continuación)

Respecto a los árbitros, la eterna lucha de todos los equipos, la conclusión es clara: los informes de la NBA muestran que se ha perjudicado en esos minutos finales de clutch games más a los Utah Jazz que a otros equipos. No obstante, es difícil medir con exactitud este hecho y se estima que el perjuicio arbitral podría ser de unos 2-4 puntos por cada 100 posesiones, por lo que ayuda a explicar el mal balance del equipo en estos partidos, pero no lo explica del todo.

Diversos analistas quieren atribuir estos malos resultados en los clutch games a la juventud del equipo del estado mormón, pero, aunque eran el cuarto equipo más joven de la liga el año pasado, en los estudios que se han ido realizado desde hace años en la NBA entre la correlación de la edad y el rendimiento en los finales igualados, no se aprecia que haya relación alguna.

Por último, cabe destacar el rebote defensivo que es otra de las causas de este mal balance, ya que fueron el tercer peor equipo en este aspecto en los cinco últimos minutos de finales igualados y el séptimo peor en general. Para mejorar este hecho habrá que pedir más implicación de los jugadores exteriores.

Por tanto, para la temporada 2016/2017 los Utah Jazz tendrán que mejorar sus números en los partidos con finales igualados y, para ello, tendrán que centrarse en mejorar la defensa, el rebote defensivo, trabajar con la NBA para mejorar los arbitrajes, y esperar que una temporada más en sus jugadores haga que la experiencia pueda mejorar este aspecto, experiencia que también han aumentado con los fichajes de George Hill, Joe Johnson y Boris Diaw.

Se espera una temporada ilusionante en los Utah Jazz con el acierto (a priori) en el mercado de traspasos, más el mantenimiento del bloque del año pasado, con un año más de experiencia, lo que les deja una de las plantillas más completas de la NBA. Si se depuran errores como los clutch games, se puede dar por hecha su clasificación para los playoffs de este año y quién sabe hasta dónde podrán llegar.