¿Podrán los Denver Nuggets atraer jugadores importantes?

Analizamos las posibilidades que tienen y que podrían hacer para aumentar ese interés

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¿Serán los Denver Nuggets lo suficientemente atractivos de cara a la agencia libre? Foto: Laura Cristaldi (CC)

Empiezan a aparecer los primeros rankings y apuestas de varias páginas webs y, al menos para mí, es sorprendente ver como varios analistas y especialistas deportivos están empezando a volver a poner la mira en los Denver Nuggets después de una temporada gris, de un proceso que esperamos que sea corto y lleve a grandes logros. Sorprende aún más cuando desde Colorado no se ha logrado hacer ni una sola contratación de agentes libres, mientras que la grandiosa mayoría de los equipos de la NBA no han parado de realizar y recibir llamadas, consiguiendo únicamente las adquisiciones del draft de Jamal Murray, Juancho Hernangómez y Malik Beasley, mientras que rivales directos en la lucha por los playoffs del año pasado se han reforzado con piezas de renombre.

Entonces, me pregunto a mí mismo: ¿Realmente somos o podemos ser atractivos de cara la siguiente agencia? Y, si podemos serlo, ¿de qué depende?. Y yo creo que podemos serlo, y para ello, solo dependemos de nosotros mismos.

Como casi todo en la vida, el baloncesto también entiende mucho de modas, cambios de chaqueta y carros. Lo que ayer mandaba hoy es basura y viceversa. Entonces, repito: ¿de qué depende que resultemos atractivos? Pues muy simple… Depende de si realizamos un gran año o no. No hay más. Si los Denver Nuggets siguen el camino correcto y todos reman en la misma dirección los focos apuntarán a Denver de nuevo y la gente volverá a interesarse, a preguntarse qué se cuece en Colorado. Pero hay que ser realista y parece que queda mucho camino por delante que recorrer.

Mismamente tenemos el antecedente de Dwyane Wade. El ya veterano jugador estuvo sonando durante semanas en la órbita de Denver y parecía que el jugador estaba cerca de firmar, siendo nosotros el único equipo de los que 3 que seguían en la lucha por hacerse con sus servicios (Milwaukee Bucks, Chicago Bulls y servidores) quienes le dabamos todo lo que pedía. Finalmente se fue a Chicago por menos años y menos dinero. ¿Qué podemos sacar de ahí? Pues que seguimos muy lejos de ser un equipo interesante. Ahí también hay que lanzar un dardo a Connelly, porque lo que no es normal es querer cambiar la imagen de la ciudad y que la gente se interese por nosotros y no hacer ofertas siquiera por los agentes libres disponibles, centrándose en únicamente uno, que para más inri, termina dándote calabazas.

Pero, ya dejando de lado la torpeza de Connelly en estos últimos meses, hay que hablar también del tema salarial, algo que puede verse afectado dependiendo de Danilo Gallinari. El italiano afronta la que podría ser su última temporada en los Nuggets con este contrato, ya que el siguiente año tiene opción de jugador, con lo que podría rechazarla, ir a la agencia libre y renovar por una cantidad de dinero mucho mayor. Si renovase, cobraría 16 millones ese año, permitiendo tener un margen salarial mucho más amplio para tratar de convencer a algún agente libre con grandes sumas de dinero, ya que nos situaríamos con 84 millones, y el tope salarial para el año que viene se estipula que oscilará entre los 102 y los 108 millones de dólares, teniendo entonces un gran margen para negociar con varios agentes libres. De la misma manera, Emmanuel Mudiay, Jusuf Nurkic y Gary Harris también tienen que pensar en realizar una gran temporada, ya que la siguiente es opción de equipo, opción que los Denver Nuggets tomarán casi al 100% debido al bajo coste de sus respectivos contratos, permitiendo seguir con el proyecto creado con salarios muy asequibles.

Otro de los motivos por el que hay que tratar de darlo todo es el gran año de agencia libre que se avecina. Nombres como Stephen Curry, Kevin Durant, Blake Griffin (aunque se especula que renovará con los Clippers), Giannis Antetokounmpo y muchos más terminan contrato, y hay que tratar de estar en 1a línea para poder contratarlos. De todas maneras, personalmente considero que hay otros nombres que hay que apuntar como los de Steven Adams, Rudy Gobert, Nerlens Noel, Victor Oladipo o Kentavious Caldwell-Pope, ya que ir a los nombres altos directamente sería una pérdida de tiempo, y los nombrados más tarde son jugadores que pueden aportar grandes cosas al equipo (sobre todo Adams, Gobert y KCP si queremos seguir trabajando en la defensa).

Desde nuestra redacción llevamos mucho tiempo hablando mal de una de las cabezas más visibles de nuestra franquicia: Kenneth Faried. Nuestra decepción con el jugador es cada vez más evidente y no somos pocos los medios que informamos sobre Denver Nuggets los que nos sentimos defraudados con él. Es por ello por lo que tratar de hacer de una vez un trade con él, Joffrey Lauvergne y otro jugador (como puede ser Jameer Nelson, por ejemplo) lo veo más que necesario. Eso podría ser algo positivo también, ya que los jugadores altos pueden querer no jugar en Denver por la evidente saturación en las posiciones de ala-pívot y pívot.

Referente a ese tema también se ha hablado durante meses de la posibilidad de que DeMarcus Cousins termine jugando en Denver, debido al mal ambiente que están creando los extraños movimientos de los Sacramento Kings y la gran relación que tiene con nuestro entrenador, Michael Malone. De todas formas, el jugador sigue teniendo contrato hasta 2018, y a no ser que las cosas se pongan realmente feas en Sacramento y pida explícitamente un traspaso, el jugador no va a abandonar la franquicia californiana, aparte de que si eso terminara pasando perderíamos grandes enteros para hacernos con su contratación ya que toda la liga querría contratarlo. Ahí no sería Cousins quien llevase la batuta, si no que si a Sacramento le ofrecen a LeBron James no van a aceptar a Wilson Chandler, y nosotros no tenemos tantas piezas relevantes como para hacer frente a grandes ofertas que puedan hacerles, teniendo que desmontar otra vez el equipo y mandando todo este proceso al garete. Igualmente, todo esto son cábalas y el jugador podrá decidir en 2018 qué hacer con su futuro si se cumple su contrato.

En resumen, como diría Joan Laporta: «al loro, que no estamos tan mal», pero aún queda mucho camino que recorrer. Aun así, se agradece que los analistas se hayan dado cuente de que se ha levantado un nuevo día en Colorado y que tenemos motivos para mirar al futuro con una sonrisa en la cara. De nosotros depende si el sol brilla con fuerza o siguen llegando tormentas durante más años.